Jueves 12 de noviembre de 2015 | 11:28
La campaña del balotaje confirma lo que el Frente de Izquierda viene denunciando desde hace meses. Detrás de sus falsas promesas de campaña, Scioli y Macri discuten cómo van a ajustar al pueblo trabajador. Va quedando claro que habrá devaluación, tarifazos, pago a los buitres, techo a las paritarias, más trabajo precario. Y que además van a usar los palos y la represión contra los trabajadores y el pueblo pobre que resista esos planes.
Esta semana, a algunos les sorprendió que Scioli diga “tolerancia cero a los piquetes”, o que militarice el reclamo de tierras en Merlo. A nosotros no. Ya habíamos denunciado ese plan cuando nombró a Berni, Casal y Granados. ¿Y sino para qué los pone? Otros se sorprenden de ver a los asesores económicos de Macri y de Scioli discutir cuánto hay que devaluar, si “gradualmente” o en un “shock”. A nosotros no. El Frente de Izquierda lo denunció desde un principio. Hasta el 22 de noviembre vamos a tener que seguir escuchando sus frases demagógicas sobre el 82% móvil para los jubilados, el impuesto al salario, el millón de viviendas. Pero esas promesas se contraponen con lo que reconocen sus asesores y ellos mismos en muchas entrevistas: “no queda otra que ajustar”. Todos quieren ocultar que hay otra alternativa.
Como dijo el Frente de Izquierda en la campa- ña, con la nacionalización de la banca y el monopolio del comercio exterior se podría evitar la especulación y la fuga de dólares. Si se deja de pagar la deuda externa esos recursos se podrían destinar a educación, trabajo, vivienda, salud. Si se prohíben los despidos y se reparten las horas de trabajo, con un salario que cubra siempre la canasta familiar, se podrían defender las condiciones de vida del pueblo trabajador. Pero como hijos políticos de Menem, Daniel Scioli y Mauricio Macri confirman que se proponen gobernar para los empresarios y las multinacionales. Nos quieren vender un “mal menor” que no existe Es un error, le digo a muchos compañeros y compañeras, la idea de “elegir el mal menor”.
Ellos quieren usar el balotaje para que el próximo presidente tenga una “alta votación”, y así aplicar las medidas que pide el poder económico. Por eso, cada voto lo tomarán como un apoyo político para llevar adelante sus planes. Pero contra lo que quieren mostrar los grandes medios, no hay dos opciones. Hay una tercera posición. La de no hacerle el juego a la derecha ni darle el apoyo a nuestros verdugos, y votar en blanco o nulo. Es la propuesta del Frente de Izquierda. En la elección presidencial nos hemos convertido en un punto de referencia ineludible para cientos de miles de trabajadores y jóvenes, y les proponemos que el voto en blanco o nulo sea un primer pronunciamiento polí- tico para el próximo gobierno. En estos días hicimos una presentación para poder tener espacios en los medios para difundir masivamente nuestra posición. Pero mientras tanto estamos haciendo una campaña pública y activa en los lugares de trabajo, de estudio, en las calles y barrios. Cada voto en blanco o impugnado va a ser un mensaje de lucha y de resistencia. Si somos miles y miles, será un mensaje contundente que se hará oír. Sumate a militar con nosotros una campaña activa en estas semanas.
Prepararnos para enfrentar el ajuste y conquistar nuestros reclamos
Pero esta pelea no termina en el balotaje, ni mucho menos. Nuestro rechazo a votar a Scioli o Macri es sólo la primera medida de resistencia. Las cúpulas sindicales, a pesar de que reconocen “los ajustes inevitables que vendrán”, no mueven un dedo para preparar a la clase trabajadora para enfrentarlos. Caló, Pignanelli y la CGT oficial hacen campaña por el Frente para la Victoria, Moyano y Barrionuevo por Cambiemos, pero nadie “hace campaña” para defender las conquistas y derechos que estarán en juego. El Frente de Izquierda denuncia la traición que preparan las cúpulas sindicales y propone empezar a organizarse. Primero, apoyando las luchas que se están dando, como los obreros y obreras de Hutchinson y Metalsa, en la Zona Norte del Gran Buenos Aires. No sólo suman apoyo para enfrentar los despidos persecutorios, sino que quieren que esa solidaridad sea un puntapié para reagrupar a todos los sectores combativos y harán un Encuentro Obrero en diciembre. Ese es el camino.
Lo tenemos que extender a nivel nacional. Si logramos reunir y coordinar a los sectores combativos y antiburocráticos, vamos a estar mucho más fuertes para enfrentar los ataques que ya hay y los que se vienen. El PTS y el Frente de Izquierda estarán en la primera línea en esa tarea, proponiendo un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
Como seguiremos estando en la pelea por el derecho al aborto y contra la violencia de género, por el techo y la vivienda del pueblo pobre, por los derechos de la juventud. Porque será en las calles y en las luchas contra la políticas antipopulares del próximo gobierno, que seguiremos construyendo una gran fuerza social y política de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
