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Libertades Democráticas

EL CASO DE ALEJANDRINA BARRY

Una causa contra los autores intelectuales del genocidio

El viernes 24 se presentó ante el Juzgado Federal 12 a cargo de Sergio Torres, la querella de Alejandrina Barry contra Editorial Atlántida, por haber sido víctima de un operativo de prensa conjunto entre las revistas Gente, Para Ti y Somos en plena dictadura militar. ((MIR˜á EL CONTRAPUNTO de TVPTS))

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30 de septiembre 2010

Una causa contra los autores intelectuales del genocidio

El viernes 24 se presentó ante el Juzgado Federal 12 a cargo de Sergio Torres, la querella de Alejandrina Barry contra Editorial Atlántida, por haber sido víctima de un operativo de prensa conjunto entre las revistas Gente, Para Ti y Somos en plena dictadura militar.

Como salió publicado en distintos medios gráficos, radiales y de TV, y hemos informado en este periódico, Alejandrina fue utilizada por los capitalistas de esa editorial y sus periodistas a sueldo para legitimar la masacre que estaba cometiendo el Estado contra toda la vanguardia obrera, estudiantil y de la izquierda. Era 1977, apogeo de la dictadura videlista. Alejandrina tenía tres años de edad. Sus papás, Juan Alejandro Barry y Susana Mata, acababan de ser asesinados en Uruguay como parte del Plan Cóndor. Las revistas, con tres notas armadas por la Inteligencia del régimen militar, mostraban la foto de una niñita rubia que supuestamente estaba abandonada por sus desalmados padres terroristas subversivos, gente que no tenía problemas en abandonar hasta a sus propios hijos…

Alejandrina es militante del PTS y el CeProDH. LA VERDAD OBRERA la entrevistó.

LVO: ¿Cómo fue la presentación de la querella?

 Alejandrina: Presenté la querella con el colectivo Justicia Ya! e hicimos una conferencia de prensa acompañada por compañeros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la ex legisladora Patricia Walsh, mis compañeros del CeProDH y el PTS, donde explicamos el contenido de esta presentación judicial que tiene el objetivo de que vayan presos los responsables de haberme utilizado a mí en un operativo conjunto con los militares, para hacer propaganda a favor del genocidio contrarrevolucionario. Entendemos que la mayoría de los medios en manos de los capitalistas cumplieron este rol siendo un instrumento de propaganda esencial del cual se valía la dictadura para llevar adelante los crímenes más atroces.

Los integrantes de Justicia Ya! somos un colectivo de organismos que mantenemos una posición independiente del gobierno, a diferencia de otros muy conocidos que fueron cooptados por el kirchnerismo. Somos los que marchamos este 18 de septiembre denunciando 4 años de impunidad y encubrimiento del gobierno en la desaparición de nuestro compañero Jorge Julio López, mientras que otras organizaciones y dirigentes históricas hacen primar su adhesión al gobierno K por sobre una verdadera lucha por el juicio y castigo.

La presentación se da en medio de la pelea entre el gobierno y el grupo Clarín…

Es una pelea entre capitalistas. Mi causa es ajena a estos intereses, tanto del grupo Clarín, cuyos dueños y directivos tendrían que estar presos hace años por lo de Papel Prensa, por fraguar la documentación de sus hijos que se presumen son de militantes desaparecidos, como del gobierno nacional que utiliza causas justas en función de sus intereses políticos y económicos reaccionarios, como su alineamiento con el Departamento de Estado yanqui o el pago de la deuda externa. En este caso concreto al servicio de un armado de medios acólitos, como el que están haciendo con el empresario Spolsky, diarios Tiempo, El Argentino, Diagonales, Miradas al Sur; revistas como la Veintitres, Debates; radio América, Del Plata, y mucho más. Mostrar la hipocresía de la supuesta lucha ‘contra el monopolio’, basta hacerlo recordando la excelente relación de Kirchner con Clarín durante su primer mandato. El último decreto de Néstor antes de dejarle la Banda a Cristina fue justamente una prórroga de décadas a todas las licencias del monopolio. Nuestra lucha por la justicia para los 30.000 compañeros desaparecidos, es demasiado grande para que sea utilizada en una pelea entre burgueses por sus negocios e intereses políticos.

LVO: ¿Qué papel jugaron los empresarios en el golpe de Estado?

 Alejandrina: Me plantearon en estos días desde distintos medios que mi causa comienza a sacar a la luz la participación de algunos civiles en la dictadura. Yo creo que la terrible derrota que significó el genocidio, con la desaparición de 30.000 militantes, hizo que la clase vencedora impusiera su propio relato ocultando el papel desempeñado por los empresarios. Los partidos capitalistas que nos gobiernan desde 1983 no sólo dejaron impunes a los miles de criminales de las FF.AA. y policiales, sino que lo hicieron justamente para dejar intacta la clase social que fue la autora intelectual del genocidio. A ver: no fueron sólo algunos civiles aislados, como se pretende instalar desde el discurso oficial. El genocidio fue ideado, planificado y financiado por el gran empresariado nacional en común con el Departamento de Estado norteamericano para derrotar a la clase trabajadora y los sectores populares que habían adquirido un nivel de organización y conciencia en las fábricas que cuestionaba sus ganancias y su libertad de explotación y discutía las perspectivas revolucionarias de cómo derrotar a la burguesía. Las FF.AA. fueron el instrumento del que se valió la clase capitalista para llevar adelante un golpe antiobrero como se demuestra en que el 60% de los desaparecidos pertenecía a la clase trabajadora. Estos empresarios son los que hoy siguen teniendo el poder real en Argentina y siguen ganando millones bajo el gobierno de los Kirchner: Mercedez Benz, Ford, Acindar, los Blaquier del ingenio Ledesma que organizaron el apagón en el cual desaparecieron a decenas de trabajadores y hoy son grandes defensores del gobierno. El reclamo histórico de que se abran los archivos de la represión, tampoco fue concedido por este gobierno que sólo dio a conocer el de Papel Prensa en función de su disputa, pero no el de todos estos empresarios que tenían campos de concentración en sus propias fábricas, y donde sus gerentes confeccionaban las listas de los activistas y los trabajadores de las comisiones internas que hoy están desaparecidos

LVO: ¿Querés agregar algo más?

 Alejandrina: Sí, lo que planteo pude entenderlo y comprenderlo a partir de lo que me hicieron los milicos asesinando a mis viejos y utilizándome a mí para legitimar su sangriento golpe, esas fueron las causas que me llevaron a investigar y reflexionar sobre los años ‘70, ¿por qué tanto horror?, ¿quiénes fueron los verdaderos responsables? Y ¿por qué peleó esa generación? Al contrario de lo que quisieron lograr los militares y estos señores de la prensa, yo empecé a reivindicar la lucha de esa generación y años más tarde me incorporé a la militancia en el PTS. Mi causa contra los empresarios de Editorial Atlántida es para que vayan presos los culpables de lo que me pasó a mí…pero en realidad lo que hicieron conmigo cuando tenía tres años fue para desmoralizar a quienes querían enfrentar a la dictadura.

Pero también, y fundamentalmente, para dar a conocer la verdad a los obreros y estudiantes que hoy están luchando, para que vuelva a surgir en nuestro país una nueva generación revolucionaria que pelee y triunfe, porque la verdadera justicia para los 30.000 compañeros desaparecidos sólo la lograremos cuando derrotemos a esta clase de asesinos y explotadores que hoy sigue detentando el poder sobre la mayoría, en las empresas, en los medios, en el país.

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