¿Por qué la clase obrera debe tomar la lucha contra el genocidio?
Sabemos que los compañeros que desaparecieron son todos de nuestra clase, de la clase trabajadora, y el mayor porcentaje fueron delegados de comisiones internas, activistas. Es una obligación moral de los sindicatos clasistas, de los que estamos a la cabeza de la lucha, tomar esta lucha de meter a los represores en cana y de que los 30 mil compañeros desaparecidos tengan la justicia que se merecen. Y los únicos que le podemos dar eso somos nosotros, mediante la exigencia, la movilización, la coordinación, usando nuestros métodos. Los sindicatos tenemos que estar a la altura de las circunstancias porque fueron nuestros compañeros los que desaparecieron. Un sindicato recuperado no puede tener como objetivo solamente pelear por recomposición salarial. Hay que agregar esto, porque tiene que ser un aprendizaje permanente, se tiene que discutir en la base, se tiene que debatir en las asambleas. Es parte de la historia, de la historia de los trabajadores. Y es lo que nos va a permitir que no se vuelva a cometer un genocidio como el que se cometió. Además, lamentablemente, el que no estén los 30 mil nos golpea a todos porque nosotros hoy necesitamos de ellos que tenían tanta claridad en la lucha de clases y en sus objetivos. Si hoy estuvieran nosotros estaríamos a la par y otra sería la situación de los trabajadores en su conjunto.

Además el gobierno mantiene el aparato represivo impune...
Los gobiernos que se hacen llamar democráticos han mantenido la impunidad y la libertad a los genocidas. Les han garantizado que se puedan morir de viejos y que el aparato represivo siga intacto. Y que ese aparato represivo esté al servicio de los patrones, como fue el viejo Zanon. Los gobiernos que se tildan de democráticos son de doble discurso. Siempre el aparato represivo va a estar al servicio de los patrones. Entonces esto es lucha de clases. Ahora se comienza a avanzar pero es por el reclamo de los organismos de derechos humanos y las organizaciones que estamos en la calle exigiendo el juicio y castigo.

Ustedes están colaborando con la seguridad de uno de los compañeros que fueron intimidados...
Consideramos que un compañero de clase tiene que ser protegido por su clase. No lo podemos exponer a que lo "cuide" la Federal, la policía provincial, a que lo "cuide" el mismo Estado que lo secuestró, que lo torturó, que lo reprimió. Entonces al compañero lo tenemos que cuidar los trabajadores. Hay que recalcar que en este caso uno de los compañeros fue el que planteó que quería ser protegido por sus compañeros de clase. Esto facilita muchísimo las cosas porque son muchos los compañeros testigos o querellantes que en todo el país han rechazado la llamada "protección policial" y prefieren que nos organicemos los trabajadores y los compañeros de los organismos de derechos humanos para de esa manera dar verdadera protección y seguridad. Hay que dar este paso. Y lo otro que es importante resaltar es poder charlar con la familia, respetar sus tiempos, sus necesidades. Establecer un método de trabajo claro pero en base a ese respeto, porque es una presión enorme la que tienen los compañeros. Acá en Neuquén los obreros y obreras de Zanon estamos impulsando y coordinando la seguridad del compañero. Y, por último, otro dato importante es la predisposición de las organizaciones de la Multisectorial que no dudaron en ponerse a disposición de la seguridad del compañero. Esta pelea recién comienza y después de 30 años empezamos a ver un primer paso como es meter en cana a este genocida, pero tenemos una pelea larga por delante que sólo la vamos a poder dar si tenemos unidad, coordinación y muchísima lucha.