Con una columna de más de 70 personas entre estudiantes, docentes, trabajadores de la salud, la alimentación y los familiares y amigos del joven Ismael Lucena -recientemente asesinado a manos de la policía-, marchamos en Tucumán junto a otras corrientes para exigir la libertad a los presos políticos y el cese de las persecuciones a los luchadores.