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PROPONEN REGIMENTAR A LA JUVENTUD

¿Servicio militar para la generación “ni-ni”?

Gobierno y oposición patronal se disputan las iniciativas para seguir criminalizando y regimentando a la juventud explotada y oprimida. La excusa de la “inseguridad” y el destino de los jóvenes que no estudian ni trabajan.

Daniel Satur

2 de mayo 2014

Gobierno y oposición patronal se disputan las iniciativas para seguir criminalizando y regimentando a la juventud explotada y oprimida. La excusa de la “inseguridad” y el destino de los jóvenes que no estudian ni trabajan.

La discusión sobre la “inseguridad” tiene un nuevo capítulo. Ahora desde el kirchnerismo reactualizan un viejo planteo del ex vicepresidente k Julio Cobos, hoy del FA-UNEN, que cuando fue gobernador de Mendoza implementó el Servicio Cívico Voluntario, eufemismo con el cual se incorporó a los jóvenes más pobres a los cuarteles militares de esa provincia. Hoy, cuándo toda la clase gobernante comienza a mostrar sin velo su propósito de golpear a los luchadores y aplicar un ajuste para que la crisis la pague el pueblo trabajador, suman a este coctel una vuelta de tuerca a lo que nunca puede faltar: criminalizar a las víctimas directas de sus políticas económicas. El Frente Renovador de Sergio Massa viene tomando la delantera, incomodando al gobierno k porque le saca iniciativa y sigue marcando la agenda política nacional. Así fue como el intendente massista Jesús Cariglino propuso reinstaurar el servicio militar para que “los jóvenes se alineen en sus estudios”.

Acusando recibo de semejante “idea”, algunos oficialistas no se hicieron esperar en el concurso de “inventos para estigmatizar y criminalizar a los jóvenes”. Y ahí se anotó el senador bonaerense del FpV, Mario Ishii (de la corriente interna “Néstor Vive”) quien sostuvo que “para quien no trabaja ni estudia y duerme hasta las 2 de la tarde, servicio militar. El 90 por ciento de la gente acepta esta idea porque no puede contener a sus hijos”. Y a este le siguió el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Alejandro Granados, quien sin pelos en la lengua afirmó que “habría que pensarlo mucho, ver qué función cumpliría. Si las funciones que cumplirían las Fuerzas Armadas en un futuro no muy lejano son colaborar con la seguridad interior, sería bárbaro”. El ministro “sheriff” bonaerense (posible ministro de Seguridad de la Nación si Scioli sucede a Cristina) se sumaba así al debate sobre el Servicio Militar Obligatorio, sumando a la propuesta personal de Ishii la realización de un plebiscito, el cual de todos modos sería un fracaso, ya que varias encuestas indican que no hay apoyo popular a esta propuesta. Por las dudas, el gobernador bonaerense se expresó contrario a esta propuesta, diciendo que “es una etapa superada. Estos nuevos tiempos tenemos que buscar intensificar políticas que tienen que ser modernas, con oportunidades para los jóvenes, porque cuando un joven agarra drogas es porque le falta un proyecto de vida y tenemos que promover la cultura, el trabajo y la educación".

Desde la Casa Rosada también salieron a desmarcarse de las propuestas más “extremas” de los referentes peronistas. El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, dijo “no estoy de acuerdo con volver al Servicio Militar Obligatorio”, algo que repitió el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien agregó que desde el Ministerio de Defensa “hemos implementado un mecanismo de soldados voluntarios al que pueden entrar los jóvenes de entre 18 y 28 años. Muchos, después de un par de años, se incorporan como oficiales o suboficiales. Desde el punto de vista de la defensa, eso es mucho más beneficioso que tener una camada de chicos por un año que después se van”. Lo que no dice Rossi es que las Fuerzas Armadas están tan desprestigiadas, por su rol en la dictadura y su cobardía en la guerra de Malvinas, que ni con esta política los jóvenes quieren sumarse a estas fuerzas. De hecho al Estado le ha ido mucho mejor reclutando “mano de obra” para otras fuerzas represivas como Gendarmería, Prefectura, o incluso las nefastas provinciales o la Federal. Lo que tampoco dice Rossi es que mientras se horrorizan por los planteos del ala “derecha” de propios y ajenos por bosquejar un proyecto de Servicio Militar Obligatorio, ellos, el gobierno nacional junto a los organismos de DD.HH, hace tiempo están embarcados en lavarle la cara a esta “nueva generación de militares”.

Allí está la patética tapa del periódico de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con Hebe de Bonafini retratada junto al represor jefe del Ejército, César Milani, muy a gusto charlando sobre qué rol deben asumir las FF.AA. hoy de acuerdo al proyecto “nacional y popular”. Ahí pergeñaron el proyecto de ir juntos a las villas, y hoy el Ejército se ha sumado a actividades “sociales” en barrios de emergencia de Florencio Varela y de La Paternal. El probable candidato a suceder a Crisitina, Daniel Scioli, también salió en estos días a manifestarse a favor de que las FF.AA se involucren en tareas comunitarias. Pero no es sólo esto, acaban de incrementar en 45% el salario de los militares con el decreto 614/14 que lleva la firma de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich y Agustín Rossi, además de dotar con decenas de nuevos móviles a las jerarquías militares, algo que reclamaban desde hacía rato. Un incremento que tiene por objetivo fortalecer unas fuerzas armadas profesionales que estarán al servicio y a disposición de la clase dominante.

En momentos de crisis capitalista, las clases dominantes y sus servidores a sueldo se preparan para golpear a un sector de la juventud que potencialmente, cuando se harte de tanta explotación, puede encarnar la rebelión contra los explotadores. La única salida para la generación ni-ni es que los jóvenes tengan posibilidades de acceder a la educación, a la salud, a la capacitación y al trabajo seguro. Becas de estudio y boleto estudiantil que garanticen una formación de calidad. Trabajo genuino, que se repartan las horas entre todas las manos disponibles con un salario igual a la canasta familiar. Junto a este programa elemental para cientos de miles de jóvenes, exigimos el cese de la persecución, criminalización, gatillo fácil y torturas a los jóvenes pobres.

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