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Comunicados de prensa

Para luchar por el salario y las condiciones de trabajo

SALGAMOS EN DEFENSA DE LOS DELEGADOS, COMISIONES INTERNAS Y ACTIVISTAS

Prensa PTS

29 de noviembre 2005

Las patronales no quieren que les cuestionemos sus ganancias. Si fuera por ellos no habría delegados, comisiones internas ni sindicatos, para que nunca se discuta aumento de salarios ni mejores condiciones de trabajo. Como reconoció hasta el ministro Lavagna, “quieren todo”.
 Podemos ver en nuestros lugares de trabajo cómo se están llenando de plata. Se produce mucho más, con salarios más bajos desde la devaluación y casi sin tomar nuevos trabajadores en las empresas (los pocos que toman están contratados y ganan menos). Es decir, tienen más productividad en base a mayor explotación. Encima las grandes patronales son las que forman los precios. Por lo tanto nos roban dos veces: en el trabajo y el supermercado, y encima nos quieren hacer creer que la inflación se genera por los aumentos de sueldo.
Hay una cosa clara: El crecimiento económico y las ganancias de las empresas son a costa de los trabajadores, los que sufrimos las consecuencias de la devaluación, de la inflación, la precariedad laboral con la tercerización y el aumento en los ritmos de producción.
Pero desde hace un año atrás hay algo nuevo. En octubre del 2004, la huelga de los subterráneos encabezada por un cuerpo de delegados opositor a la burocracia sindical de la UTA, rompió el techo salarial que imponían el gobierno, los empresarios y los dirigentes de la CGT y consiguió mas de un 40% de aumento. Detrás de ese ejemplo, se inspiraron otras luchas que reclamaron un salario acorde a la canasta familiar, como la del Garrahan y otras, y mostraron nuevos dirigentes y comisiones internas que se apoyan en las asambleas de base para resolver los caminos de lucha, como también se expresó en los aeronáuticos de la ex LAFSA (LAN), en seccionales ferroviarias y listas opositoras a Pedraza, en los trabajadores telefónicos, para nombrar los más conocidos. Hay cientos de lugares de trabajo donde suceden cosas parecidas sin llegar a tener esta repercusión, incluso en fábricas de industrias que no tenían delegados ni organización gremial, como es el caso de los trabajadores de la ex Jabón Federal en La Matanza que impusieron sus delegados con la lucha.
En Neuquén, los obreros de Zanon, que tienen la cerámica produciendo bajo control obrero, re- fundaron su sindicato que abarca cuatro fábricas -el SOECN- con nuevos estatutos que establecen principios que son la base de un nuevo sindicalismo clasista y un ejemplo para reorganizar de abajo hacia arriba al movimiento obrero: la afiliación al sindicato es voluntaria, los dirigentes trabajan, ganan lo mismo que cualquier trabajador y son revocables por la decisión de asambleas, que es el órgano soberano de las decisiones de los trabajadores. Estos nuevos principios que responden a las aspiraciones de la mayoría de los trabajadores, son una verdadera amenaza para las patronales y los burócratas sindicales.
Ellos salieron a enfrentar este proceso. Se desató una campaña de proscripciones y persecuciones a comisiones internas, delegados y activistas combativos, y listas opositoras que se organizan en casi todos los gremios. En la industria de la alimentación, las multinacionales como Pepsico Snacks y Cadbury Stani mantienen proscriptas a las comisiones internas legítimamente votadas por los trabajadores, en Tango Meat y Parmalat se despiden delegados que responden a la base, se procesa por cortar vías a los delegados del Subte y ferroviarios, a desocupados de Bahía Blanca y Caleta Olivia por pedir trabajo en las petroleras, se persigue a delegados de Siderca opositores a la conducción de la UOM, se amenaza con juicios penales a las enfermeras del Garrahan y con el desafuero a delegados de internas del Smata que no responden a José Rodríguez, para nombrar sólo algunos casos de una extensa lista de avasallamiento a los derechos obreros y la libertad sindical.
Intentan impedir que crezca un nuevo movimiento obrero que empieza a ponerse de pie y busca tener delegados para la lucha, no sólo del 35% de los trabajadores bajo convenio y afiliados a los sindicatos que, en su mayoría, tienen encima a burócratas odiados por la base y quieren cambiarlos, sino entre los jóvenes y trabajadores contratados y en negro que buscan organizarse y tener los mismos derechos de convenio, como se mostró en las lucha de las empresas tercerizadas del Subte, ferroviarios o telefónicos.



Por eso llamamos a una campaña unitaria y urgente en apoyo y defensa a estos delegados de base, comisiones internas y activistas atacados.
El CeProDH (Centro de Profesionales por los derechos Humanos) que nos fundamos con el objetivo de defender los derechos de la clase trabajadora, aportaremos a esta campaña desde los conocimientos y experiencia legal que hemos adquirido en importantes conflictos en los que colaboramos en estos años, como en Zanon, Aeronáuticos de Lafsa y muchos otros. Pero sabemos que se necesita la indispensable coordinación y acciones de solidaridad de todas las organizaciones obreras combativas, de los organismos de derechos humanos que aporten más abogados y asesores legales, de los centros de estudiantes solidarios con la clase trabajadora.
 
 
Todas las organizaciones sociales y políticas, de trabajadores ocupados y desocupados, organismos de derechos humanos, jóvenes y estudiantes comprometidos con la lucha de los trabajadores, debemos ponernos en pie en defensa de los que día a día se enfrentan en las fábricas y lugares de trabajo, a los ataques de sus derechos.
 
Ce.Pro.D.H. - Centro de Profesionales por los Derechos Humanos
25-11-2005

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Dos fallos históricos a favor de los trabajadores

Desde el Ce.Pro.D.H. (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) hemos apoyado cada uno de los conflictos de los trabajadores que pudimos tomar contacto, como con los trabajadores de Zanon que hoy llevan 4 años de producción bajo control obrero o los fallos históricos obtenidos por los abogados del CeProDH para dos compañeras que fueron arbitrariamente despedidas por defender los derechos de sus compañeros. Consideramos que estos logros son un aporte a los trabajadores, y debemos multiplicar esfuerzos realizando una gran campaña en defensa de los delegados, activistas y comisiones internas combativas.
 
La compañera fue siempre una activa defensora de los derechos de sus compañeras en la fábrica, y fue arbitrariamente despedida en el 2002 por sus actividades mientras repudiaba el despido de 150 compañeras contratadas. Por medio de una campaña internacional y de solidaridad de sus compañeros y organizaciones sociales, políticas y personalidades y patrocinada por los abogados del CeProDH, se logró que la justicia dictaminara que hubo discriminación y obligó a la empresa a reincorporarla con la cobertura legal como delegada de hecho. Este fallo se encuentra con sentencia firme, y ahora lo esta estudiando la Corte Suprema de Justicia a pedido de Pepsico.
 Sus denuncias han salido en numerosos artículos en diferentes medios, como en el suplemento de la mujer de Pagina 12 (Las 12) que extractamos a continuación. Este fallo ha sido discutido hasta en la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y en momentos que los trabajadores salen a pelear por salario y condiciones laborales, los grandes estudios laboralistas de las empresas están estudiando con preocupación sus alcances ya que luego de este dictamen varios trabajadores han recurrido a este antecedente para obtener la reinstalación. 
 
También obtuvo un fallo a favor, junto con los abogados del CeProDH. Pagina 12 lo reflejó así:
Extracto de la nota del 11 de noviembre de 2005.
La participación como derecho
El legajo empresario de María Inés tiene tres cuerpos. Por cualquier mínimo atropello ella mandaba cartas documento. Lo hacía sola, sin asesoramiento. Yo creo que hasta que la despidieron no era consciente de que lo que hacía era actividad sindical”, dice Leopoldo Denaday, abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ce.Pro.DH) y representante de María Inés Cabrera, una obrera textil que acaba de obtener un fallo histórico para la jurisprudencia laboral: la reincorporación en su puesto de trabajo después de haber sido despedida por causas que la Justicia consideró discriminatorias y que atentaban contra las prácticas sindicales.
María Inés trabajó durante diez años en Pastora Neuquén, una hilandería situada en el Parque Industrial de Neuquén, a pocos metros de Zanon. Su último reclamo empezó a fines de 2003, cuando el sindicato –la Asociación Obrera Textil (AOT)– firmó un acuerdo con la Federación de Industrias Textiles de Argentina (FITA) para “absorber”, es decir no abonar, los 200 pesos de aumento decretados por el gobierno. María Inés y sus compañeros percibieron la maniobra y protestaron. “A fines de marzo del 2004 me despidieron y me depositaron la indemnización, unos 30 mil pesos.” “Nunca vi una patronal que haga una liquidación tan limpia de todos los rubros y aplicando la doble indemnización en todos los casos –recuerda Denaday–. La empresa estaba golpeando justo a tiempo, sacándose de encima a alguien que podía canalizar el malestar general.”
María Inés nunca tocó un peso, a pesar de los apercibimientos de la empresa para que lo hiciera. En vez de eso, el mismo día del despido cruzó el parque industrial y pidió ayuda a los obreros de Zanon, que la contactaron con los abogados del Ce.Pro.DH.
Los abogados elaboraron la demanda apoyándose en la actitud discriminatoria de la empresa y en el no reconocimiento de la actividad sindical de María Inés. Si su militancia espontánea fuera reconocida como lo que es –actividad sindical de hecho–, no podía haber sido despedida. La jueza hizo lugar a estas demandas, centrándose fundamentalmente en las leyes laborales que protegían a Cabrera: la Ley de Contrato de Trabajo y la de Asociaciones Sindicales. Cuando María Inés fue despedida, hacía pocos meses que había salido un fallo fundamental en este sentido: el de Caty Balaguer, empleada de PepsiCo Snacks, que había sido despedida junto a otros cinco compañeros por apoyar la resistencia al despido de 150 compañeras contratadas. Caty también rechazó la indemnización y empezó un juicio por la reincorporación, también llevado por los abogados del Ce.Pro.DH. El fallo de cámara, que salió a fines del 2003, reconocía que Caty era una activista de hecho, pero fundamentalmente decía que había habido discriminación porque fue echada por participar de un conflicto en el lugar de trabajo y porque el marido era delegado. “Hay una tendencia más favorable a los trabajadores en algunos casos –señala el sociólogo Daniel Giménez, del Taller de Estudios Laborales–. Este fue un cambio que se dio aproximadamente a partir del 2001, antes del estallido, y que nosotros lo vinculamos con el agotamiento del modelo anterior y un nuevo espacio político. Lo que no quita que la mayoría siga fallando como en la década pasada. Pero el cambio más importante que vemos es en los trabajadores, aunque aún se manifiesta en forma fragmentaria: hay mayor predisposición a involucrarse en la actividad sindical; y también se percibe una pérdida del temor a las consecuencias.” Magui Bellotti, feminista y abogada laboralista, también detecta cambios: “La Justicia está tomando en cuenta los casos de discriminación contra mujeres y varones, el de Freddo fue el más resonante, y por otro lado hay un movimiento diferente en las consultas. A mí me están viniendo a ver muchas más mujeres que varones, algo que no me había pasado en los 30 años que ejerzo. Esto puede ser en alguna medida un reflejo del mercado laboral, que es mayoritariamente de servicio y ahí la mayoría de las empleadas son mujeres. Pero también es probable que la mujer esté más activa en el reclamo”.
 
Sábado 3 de Diciembre - 17 hs.
 
Charla-Debate: SOBRE LA DEFENSA DE LOS DELEGADOS Y ACTIVISTAS ANTIBUROCRATICOS INSTALEMOS UNA CAMPAÑA CONTRA LAS PERSECUCIONES, AMEDRENTAMIENTOS Y PROSCRIPCIONES
 
Panelistas:
• Catalina Balaguer, Obrera de Pepsico Snacks, Delegada Congresal del STIA (Sindicato de Alimentación)
• Maria Ines Cabrera, Obrera de la Textil Pastora de Neuquen
• Leonardo Norniella, delegado perseguido de Pepsico Snacks
• Dr. Ruben Tripi, Abogado del Ce.Pro.D.H. (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos)
 
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