Un conjunto de organismos nos presentaremos para exigir que todos los represores que se encuentran imputados en la causa que investiga los hechos ocurridos en el centro clandestino de dentención que funcionó en la Comisaría 5ta. La Plata, sean nuevamente llamados a indagatoria.
Nuestro pedido alcanza en esta etapa a Osvaldo Sertorio, Reinaldo Tabernero, Rodolfo Campos, Rodolfo González Conti, Miguel Osvaldo Etchecolatz, Juan Fiorillo, Horacio Elizardo Luján, Carlos García, Domingo Almeida y Luis Vicente Patrault. 
Queremos romper con la lógica impuesta desde el Juicio a las Juntas en adelante, donde se juzga por simple sumatoria de delitos individuales. Por eso decimos que todos esos delitos son “delitos de lesa humanidad que formaron parte del genocidio perpetrado” en el país.
Julio López, hoy desaparecido nuevamente, estuvo preso en esa Comisaría. Su desaparición, lejos de paralizar estas presentaciones, tiene como consecuencia lo contrario: este escrito se presentará con un escrito de adhesión de decenas de organizaciones gremiales, políticas y sociales. 
Utilizamos como punto de apoyo la sentencia que obtuvimos en el juicio contra Miguel Etchecolatz, donde se reconoció la existencia jurídica del genocidio ocurrido en el país.

Exigimos cárcel común y efectiva
Si ya era inadmisible que los represores estuvieran en sus casas, ahora se hace realmente insostenible que estando acusados por genocidio, continúen en detenciones domiciliarias. Exigimos el cumplimiento de la prisión preventiva en cárcel común.
Se dice que los delitos son imprescriptibles pero la detención domiciliaria de hecho es una manera de violentar esa norma de imprescriptibilidad, “pues permite que los máximos criminales de la historia del país estén en sus lujosas casas apaciblemente y violando muchos de ellos la propia prisión domiciliaria como lo vienen reflejando sendos medios de comunicación (cuestión que Vuestra Señoría no puede ignorar).”