La filmación fue preparada por López Murphy y su delfín neuquino, Jorge Taylor, con el asesoramiento de Moreno Ocampo y la difusión del diario Río Negro del radical-liberal Rajneri. Se destapó la olla y se abrió una profunda crisis política provincial, con repercusión nacional. Sobisch buscaba imponer con coimas su terna de jueces adictos en el Tribunal Superior de Justicia. Igual que Menem, al que reivindicó en reiteradas oportunidades, precisa una corte colaboracionista, para avanzar en su plan de entrega. Y como Sobisch dice con orgullo y desparpajo "soy lobbista de las petroleras", ahora quedó claro que la corrupción es funcional a un régimen para garantizar los grandes negocios empresarios.
La podredumbre de este régimen ya había empezado a aflorar con el escándalo del manejo de la asistencia social en Centenario, con los Castillos y "zapallitos", pero ahora el que está hasta las manos es el jefe de la banda. Se le está cayendo la careta al régimen corrupto montado hace 40 años por el MPN. Aunque con retraso, un año después, se desnuda también en Neuquén la profunda crisis institucional y de la casta política que se abrió con las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001. La diferencia con el resto del país, es una economía en la que, regalías petroleras mediante, tiene un superávit de 180 millones de dólares. Con parte de eso se compran favores y se contiene la miseria.
Pero se abrió una crisis en el régimen, en el que surge una oposición encabezada por un ala derecha del radicalismo aliado nacionalmente a López Murphy.
Ante el escándalo, Sobisch corre a sus opositores con un "cuatro de copas": se saca los fueros para que lo juzguen... sus jueces adictos. Y encima, el declarado "lobbista" de hace unas semanas ahora se pone en "víctima del poder económico". Un argumento increíble para quien hace unos meses se disponía a formar el llamado Movimiento Federal, un frente neoliberal de derecha al servicio del poder económico imperial. Tal vez este distanciamiento obedezca a que uno defiende los intereses del imperialismo español y el otro a los del imperialismo yanqui. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que son todos agentes del capital internacional.
Más allá de las intenciones de los que promovieron y destaparon el escándalo, la crisis institucional está en pleno desarrollo y ha abierto una brecha que está empezando a utilizar el pueblo. El "que se vayan todos", que dejaron las jornadas revolucionarias del año pasado, brota ahora como el petróleo en Neuquén.

La crisis del régimen provincial
La crisis pegó en el corazón de un estado provincial dominado monolíticamente durante 40 años por el MPN. Con el neoliberalismo de los 90 se expresó también al interior de esta suerte de "partido único", generando el sobischismo, la corriente interna de los "blancos" aliada nacionalmente al menemismo. Su otra ala, los "amarillos" liderados por el caudillo Felipe Sapag, mantenía la pose (sólo la pose) del viejo populismo provincial. La actual crisis pone en cuestión, quizá definitivamente, este dominio del MPN.
Por su parte, la oposición burguesa nacional y provincial, utiliza el escándalo de las coimas, para posicionarse y fortalecerse. El reclamo de renuncia a Sobisch y el juicio político de la dispersa centroizquierda (ARI, Frente Grande, un sector de la UCR) a la que se suma la CTA, la toma de distancia del "felipismo" emepenista y el viaje anunciado de López Murphy a Neuquén, se parecen a una serie de buitres revoloteando sobre un cadáver. El PJ, ARI, UCR, Alianza o el felipismo al interior del MPN, siempre fueron una "oposición a su majestad", nunca cuestionaron de fondo la subordinación del poder político neuquino a los grandes grupos económicos y al imperialismo. Las burocracias sindicales del viejo régimen se dividen según líneas burguesas: el sector de la CGT de Rodríguez con la oposición y, cuando no, el sindicato petrolero junto a Sobisch.
Aunque la pelea por arriba amenaza con ser descarnada, todos van a intentar montar distintas trampas para evitar que sea barrido este régimen "petrolero".

Sobisch merece su 20 de diciembre
Los trabajadores y el pueblo nada podemos esperar de estos personajes que hoy pretenden maniobrar con la lucha popular para evitar que caiga Sobisch por una acción de masas como la que dio por tierra con De la Rúa. Quieren llevar el descontento al terreno de un cambio institucional, a través de un juicio político en el que destituyan a Sobisch para que todo el régimen de jueces, legisladores y funcionarios corruptos quede en pie. López Murphy busca también montarse en el caso Sobisch para armar nacionalmente una derecha privatista pero con apariencia de "manos limpias", es decir hacer pasar la misma política de Menem, De la Rúa y Sobisch revestida de "anticorrupción".
Hay que enfrentar las trampas contra el pueblo. Sobisch no debe perpetuarse en el poder, ni con elecciones anticipadas a gobernador, ni con el juicio trucho a través de "su" corrupto TSJ. El régimen clientelar del MPN usufructuando las riquezas del subsuelo y repartiendo migajas y coimas, está demostrando su agotamiento y putrefacción. No se puede pretender reformarlo. La Multisectorial encabezada por los sindicatos de la CTA se limita al "fuera Sobisch", pero que se queden todos.
Los trabajadores y el pueblo tenemos que dar por tierra con este régimen cipayo y sobre sus ruinas poner en pie una Asamblea Constituyente provincial, una salida donde todo el pueblo decida libre y soberanamente. Abajo el Tribunal Superior de Justicia y el mecanismo de componendas y corruptela de elección de los jueces, elección directa por el voto popular. Hay que derrotar el reaccionario plan de plebiscito de Sobisch para reducir las legislaturas y demás cargos electivos, para hacerlos aun más restrictivos y funcionales a los intereses de las petroleras y la casta de políticos privilegiados. Por una Asamblea Constituyente Provincial de diputados revocables que ganen lo mismo que una maestra o un obrero, para discutir una salida a la mayoría de la población. Para enterrar el proyecto de Sobisch y el FMI de fundar una Repsolandia (regionalización), renacionalizar sin pago y bajo control de los trabajadores la Repsol y demás petroleras. Conquistar trabajo genuino para todos imponiendo un plan de obras públicas controlado por los trabajadores que termine con el déficit de viviendas, hospitales y escuelas.

¿Cómo lograrlo? Huelga general
Hay que imponer que la CTA, que agrupa a la mayoría de trabajadores, los estatales, abandone su seguidismo a la oposición que quiere cambiar algo para que nada cambie, y convoque a una gran Asamblea Obrera y Popular, de todos los trabajadores neuquinos (llamando a obreros petroleros, de la fruta y la construcción que están bajo las CGTs), estudiantes y sectores pobres de chacareros y del pequeño comercio, es decir un organismo de poder provincial de los trabajadores y el pueblo. Esto hace falta para, como exige la Coordinadora del Alto Valle, votar la huelga general activa, con cortes de ruta, ocupación de los lugares de trabajo y movilización para echar a Sobisch y que se vayan todos. Por eso reivindicamos el comunicado de la Coordinadora cuando dice: "demostremos en las calles que los trabajadores ocupados y desocupados son los que tienen el poder para que se vayan todos".

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9 de diciembre de 2002
Declaración de la Coordinadora del Alto Valle
QUE SE VAYA SOBISCH
QUE SE VAYAN TODOS

Los graves hechos que desnudan la corrupción en su más amplia escala, donde el gobernador de la provincia se encuentra involucrado en un claro intento de soborno para seguir acaparando los distintos sectores de poder, ofreciendo coimas a políticos, maniobras con empresarios, como Repsol y Zanon; y mientras todo se está cayendo a pedazos, los chicos se nos mueren de hambre en la cara, en este país que produce comida para 300.000.000 habitantes.
Unos ejemplos de la barbaridad que pasa en la provincia son: la plata ofrecida de esta coima equivale a 1200 puestos de trabajo genuino de $500, 5000 planes de $150 y es la mitad del presupuesto de un mes del Hospital Castro Rendón.
Lo ocurrido en Centenario con Castillo no fue un hecho aislado. Es parte de lo mismo.
La espontánea concentración y movilización del pueblo de Neuquén en el monumento a San Martín, es la respuesta, el asco frente a esta política tradicional de los partidos que hoy gobiernan, tal como fue el 19 y 20 de diciembre pasado.
Desde la Coordinadora regional del Alto Valle venimos denunciando estos hechos delictivos y estas asociaciones ilícitas que componen la justicia, los políticos, la burocracia sindical y demás sectores que maniobran y esperan para poder sacar tajada y seguir avanzando con la desocupación y el hambre.
Que la crisis la paguen los que la generaron.... con cárcel.

Demostremos en las calles que los trabajadores ocupados y desocupados son los que tienen el poder para que se vayan todos.
Asamblea provincial de todos los sectores, huelga general para que se vaya Sobisch y que se vayan todos.
La coordinadora regional del Alto Valle adhiere y participa de todas las convocatorias del pueblo para que se vayan todos.