NEUQUEN (AN).- En grandes letras blancas sobre fondo negro, el cartel grita "Fuera practicantes", junto a un poema de Pablo Neruda titulado "Las manos del rompehuelgas". Cientos de estos afiches cubrirán hoy las calles y las oficinas de la justicia neuquina como "recibimiento" al inicio de la inscripción para las pasantías rentadas que decidió el Tribunal Superior de Justicia. La feria de invierno ya pasó y el conflicto continúa, vigoroso.
"Este es el desembarco del gobierno en el Poder Judicial. Con el ingreso de los pasantes, entrarán parientes, amigos, hijos de dirigentes políticos. Y lo hacen en medio de un conflicto que generó el mismo Tribunal Superior", afirmaron ayer Edgardo Cherbavaz, secretario general del gremio Sejun, Rafael Rubio, de Organización, y Mario Alonso, miembro de la conducción.
En diálogo con "Río Negro", los sindicalistas afirmaron que seguirán con medidas de fuerza. "Habrá quite de colaboración, trabajo a reglamento y otras metodologías que se irán definiendo. El atraso que tiene el trabajo en todos los tribunales va a seguir", anticiparon.
Los empleados judiciales vienen sosteniendo un largo enfrentamiento con el TSJ por una recomposición salarial, que se profundizó a partir de mayo último por el incumplimiento de la prometida recategorización salarial. A pesar de que el presidente del TSJ, Jorge Sommariva, anunció públicamente que "la recategorización se hace, el dinero está, la decisión política también", nunca lo cumplió.
-¿Por qué creen que no cumplió? -les preguntó este diario a los sindicalistas.
-Porque se cruzaron el gobierno y la corporación de los jueces. El gobernador les dio la orden de no atender nuestros reclamos y ellos cumplen -respondieron.
El incumplimiento generó más medidas de fuerza, y una de las respuestas del TSJ fue abrir la inscripción de "prácticas rentadas". Los gremialistas lo toman como una nueva agresión.
Explicaron que "los pasantes van a cobrar 500 peso más obra social, con el mismo horario que un empleado pero sin sus responsabilidades. Esto apunta a suplantar al empleado judicial, rompe el ingreso por concurso y debilita al sindicato. No tiene que ver con el concepto de completar la formación de un estudiante, sino que los están becando". Agregaron que "el 35 por ciento de los empleados de la justicia cursa estudios terciarios y nunca recibieron una beca". Por todo eso, definen a los pasantes como "rompehuelgas".
Recordaron también que "hay más de 200 personas que rindieron un riguroso examen y tienen el ingreso a la justicia aprobado, y están esperando que los llamen".
Con todo, los sindicalistas dijeron que el diálogo con el TSJ no está roto aunque a las últimas reuniones "fueron dos personas sin poder de decisión: la secretaria de Superintendencia, Patricia Clérici, y el Administrador Alberto Paponi. Podemos hablar todo el día, pero ellos no resuelven nada".
Por eso las medidas de fuerza se profundizarán, y esta semana habrá asambleas para definir la metodología. Y la lucha será en todos los frentes: el último número de la revista sindical "El Testigo" cuestiona los avances del Poder Ejecutivo sobre el Judicial; defiende la ley 2.302 y el rol de la defensoría que encabeza Nara Osés, cuestiona el "fondo anticíclico" al que se destinan excedentes presupuestarios (sugiere que fue para salvar al Banco Provincia) y remata con una sugestiva reproducción de un tramo de "La tragedia de Fausto" de Goethe, ese que dice "cuando todos causan daño, cuando todos sufren, la Majestad misma dirige el pillaje".