Unas 600 personas marcharon el 1° de junio por las calles de Quilmes al cumplirse tres años de que Carla Lacorte fuera baleada por el Oficial de la bonaerense José Salmo.
El punto de reunión de la movilización, llamada por el castigo a Salmo y a todos los asesinos de gatillo fácil y en repudio al Plan de Seguridad, fue la esquina de Mitre y Brandsen, donde cayera Carla. Allí se congregaron, familiares de víctimas del gatillo fácil como Damián Rosende, Mario Laura y Andrea Viera, estudiantes secundarios de la zona, concejales, delegaciones del MTL y el Foro por los Derechos Humanos de Quilmes y vecinos, que recibieron calurosamente a la gran columna conformada por el FTC, el PTS y el CeProDH.
La marcha se inició al grito de “yo sabía, yo sabía que a los pibes los mata la policía” y tras recorrer las calles del centro quilmeño, llegó a los Tribunales Penales.
En el acto hicieron uso de la palabra los familiares de los casos Viera y Laura, que resaltaron la necesidad de “unirse entre los familiares y con los trabajadores ocupados y desocupados para enfrentar la represión”, Juan Vera por el FTC, que intervino en el mismo sentido, Javier por el PTS y Rubén Tripi y Carla por el CeProDH.
Tripi denunció “el círculo de represión e impunidad establecido por la policía, la justicia y los partidos patronales” e hizo hincapié en la denuncia del Plan de Seguridad. Carla denunció los 1600 casos de gatillo fácil impunes y que “ninguna purga puede cambiar a una institución asesina de jóvenes y trabajadores como la policía”. Tras referirse al Plan de Seguridad y a las declaraciones de Blumberg sobre Sebastián Bordón, llamó a “avanzar en la coordinación antirrepresiva y a los jóvenes especialmente a conformar Comités contra la Represión y la Impunidad para rodear de solidaridad a las víctimas de los ataques represivos”.
Finalmente se llamó a formar una columna común el 26 de junio al cumplirse dos años del asesinato de Darío y Maxi, y a marchar el 27 con la familia Laura en Florencio Varela.