por Verónica Zaldívar y Daniel Satur

Desde el minuto cero de la noticia sobre la repentina muerte de Kirchner, empezaron a armarse en todos los medios masivos diferentes estrategias discursivas que, con el correr de los días, se transformarían en sofisticados relatos sobre lo que pasó y sobre lo que puede suceder.

Muere Néstor, nace el mito

El Kirchner héroe, el Néstor compañero, el animal político que marcó una época, el luchador incansable, el perfecto líder popular. Casi como una necesidad de magnificar el pasado para ubicarse en el presente, desde diversas posiciones los medios vienen jugando un papel central en la construcción de un Néstor Kirchner casi mitológico.

Los mitos no surgen por capricho. Quienes tejen la red que los sustentan tratan de justificar e impulsar ciertas acciones y conjurar otras. Y a Kirchner, por estos días, lo han mistificado, tanto sus defensores como sus detractores.

Página/12 decía el jueves 28 que Néstor fue “figura dominante de este siglo, captó como nadie el significado de la catástrofe de 2001, su génesis, el arduo y escarpado modo de irla repechando (…) Una población abatida, con millones de desempleados, hogares destrozados por la falta de trabajo, falta de fe individual y colectiva lo recibían. (…) Reconstruyó el Estado, compensó los poderes fácticos acrecentando el del gobierno popular, designó a los culpables de la caída”1.

La noche del miércoles de su muerte el programa 678, nacido y crecido bajo la tutela de Kirchner, trasladó a los estudios de Canal 7 la congoja con una sucesión de discursos alusivos por parte de artistas, funcionarios, periodistas y otras personalidades del kirchnerismo. El productor Diego Gvirtz (678, TVR, Duro de Domar), que hace dos años trabajando para Clarín afirmaba que Kirchner era un menemista mentiroso, despliega ahora cuanto recurso tiene a su alcance para idolatrar y darle cualidades casi sobrenaturales al ex presidente.

Pero no sólo el oficialismo apeló a la mistificación. Algunos medios opositores también buscaron barnizar la figura del ex presidente con épica e histrionismo, aunque con objetivos bien diferentes. Clarín, al comprobar que miles de personas se movilizaban a la plaza para participar del funeral, hizo punta construyendo la imagen de un Kirchner “animal político” pasional, luchador y decidido. Si bien Ernestina y Magnetto deben haber descorchado champagne al enterarse de la muerte, optaron por la inteligente maniobra de diluir prácticamente las confrontaciones del pasado reciente en un mar de conmiseraciones y “respeto” al luto institucional. El objetivo: realzar la figura de Néstor Kirchner en detrimento de “lo que queda”, es decir de Cristina, sus funcionarios y el kirchnerismo en general, presentándolo soslayadamente como un grupo desorientado por la partida del líder irreemplazable.

Con un poco menos de mitología, La Nación no dudó en atacar de inmediato a Cristina. La derecha rancia con Rosendo Fraga, Morales Solá y Grondona a la cabeza, desde el primer momento quiso tomarse “revancha” con la viuda tratando de dictarle los pasos a seguir para configurar un modelo distinto, con “gobernabilidad”, ahora esperable con Néstor fallecido. Para ellos, lo central fue dejar claro cuáles son los peores legados de Néstor, aquellos de los que debería deshacerse Cristina y de una vez “asumir el poder”. Mientras tanto Perfil aprovechaba para hacer lo que más sabe. Se la pasó tirando versiones de por qué murió Néstor esa mañana de miércoles.

Diferenciándose de esos ataques directos, Clarín parece buscar que se aplaquen y hasta se olviden las disputas de intereses que venían manteniendo con el gobierno. Al morir el personaje con el que más confrontó en los últimos tiempos, el Grupo posiblemente quiera ir a una especie de “armisticio” con el gobierno nacional. Por eso tomó el funeral como una cuestión de “Estado”, puso el crespón negro en sus pantallas del 13 y TN y no hizo casi referencia a los ataques que el mismo Néstor les venía propinando. En todo caso, la vuelta a la pelea quedará para más adelante. “Si nos prometen tregua podemos callarnos y ‘bancar’ también, ya lo hicimos antes”, deben pensar en las oficinas del “monopolio”. Habrá que ver, entonces, el rumbo que Cristina y sus funcionarios tomen con respecto a Clarín.

¡Oh, sorpresa, la juventud hace política!

Los medios destacaron la presencia juvenil en la Plaza para despedir a Kirchner, dándole diferentes interpretaciones al fenómeno.

Página/12, 678 y sus amigos repiten una y mil veces que fueron los Kirchner quienes le “devolvieron” la política a la juventud. Sin embargo ellos mismos (junto a los medios opositores) durante todos estos años hicieron enormes esfuerzos por ocultar y atacar a los jóvenes que hacen política, luchan y se organizan de forma independiente del gobierno en sus lugares de estudio y trabajo.

Prácticamente borraron de sus pantallas y páginas la reciente lucha de los estudiantes universitarios que duró dos meses y, a pesar de los decanos kirchneristas, en varios casos logró triunfar. Al mismo tiempo, mientras el periodismo oficialista usaba la lucha de los secundarios para atacar a Macri, la oposición mediática planteaba la existencia de “oscuros” fines políticos detrás de esa gran gesta estudiantil.

Son esos mismos medios (oficialistas y opositores, estatales y privados) que atacaron y ocultaron la lucha de los jóvenes trabajadores del Casino, con más de 500 despedidos, cuando Cristina asumía la presidencia a fines de 2007 y las relaciones entre Kirchner y Clarín estaba en su mejor momento. Eran otros tiempos. Todavía se recuerda aquella “exclusiva” que Néstor le ofreció a Clarín para su tapa dominical de enero de 2008 sobre su encuentro con Lavagna en Olivos.

Son esos mismos medios que no dudan en desparramar macartismo contra los trabajadores y estudiantes que se organizan desde una perspectiva clasista.

Son esos mismos medios que hoy se llenan la boca hablando de la “nueva juventud”.

Ahora el gobierno quiere interpelar a la juventud convocándola por TV a militar para su proyecto. La Presidenta, por cadena nacional, hizo especial referencia ese divino tesoro en su primer discurso luego de la muerte de Kirchner.

Mientras los opositores mediáticos estigmatizan a los jóvenes como violentos, delincuentes o apáticos tinellizados y los medios kirchneristas los llaman a abrazar la “causa”, el conjunto del elenco mediático hace un permanente juego de pinzas entre el ninguneo y el ataque a los jóvenes que luchan.

Pero a pesar de las campañas y las mistificaciones, la juventud que vio desaparecer a Luciano Arruga a manos de la Bonaerense, que conoce a los cientos de jóvenes asesinados por las fuerzas represivas de este Estado, que tiene entre sus filas estudiantes procesados por luchar junto a los trabajadores como en Kraft y que hace días vio caer asesinado al joven militante Mariano Ferreyra, difícilmente compre acríticamente lo que quieren venderle los medios de uno u otro bando patronal.