Si hay algo común a todos los intendentes del GBA que impulsan las campañas de mano dura es su relación con personajes tenebrosos del gran delito y la garantía de impunidad apoyada sobre jueces y fiscales adictos.

Resulta ilustrativo que uno de los asesores de Massa sea Cristian Franco Carbonel, barrabrava del club Tigre de sólidos lazos con la Bonaerense. En 2005 Carbonel fue sentenciado a diez años de prisión por homicidio calificado seguido en 2006 de tres años más de condena por asociación ilícita. En 2010 la Justicia le otorgó la libertad condicional e inmediatamente fue incorporado al staff de funcionarios del municipio de Tigre. Carbonel logró eludir las restricciones formales por los oficios de Mariano Magaz, el fiscal de Tigre Centro y Rincón de Milberg que evitó el registro de su prontuario en el Servicio Informático del Ministerio Publico (Pagina12, 15/09). Magaz es el mismo fiscal que está a cargo de la investigación del misterioso robo en la casa de lintendente y parte del equipo del fiscal general de San Isidro Julio Novo, “un gran amigo de los intendentes de la zona norte”, cuestionado por infinidad de causas “que habían dejado detenidos sin pruebas a sospechosos de distintos delitos” (www.infojusnoticias.gov.ar). Novo alcanzó celebridad cuando fue denunciado por encubrimiento de una red de narcotráfico donde estaban implicados desde paramilitares colombianos hasta los hermanos Julia, detenidos con una tonelada de cocaína en el aeropuerto de Barcelona. Gracias a sus influencias, salvó el pellejo del ex intendente de Vicente López, Enrique “Japonés” García, por una estafa al municipio de más de 1 millón de pesos. También fue enteramente incondicional del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con una solicitud de jury contra el juez de Garantías Sal Lari, fabricando once casos falsos contra su actuación. Claro que el celo de Novo hizo la vista gorda ante Juan Carlos Rebollo, secretario de Seguridad del municipio de Posse y candidato a concejal, otrora oficial de la Bonaerense que integró el Centro de Operaciones Tácticas de Martínez, un centro clandestino de detención de la dictadura genocida, como consta en el legajo 1277 de la CONADEP (Tiempo Argentino, 18/08). Como contrapartida, Massa y su grupo de intendentes apoyaron a Novo cuando recibió una denuncia de 13 de los 46 fiscales de primera instancia, exigiendo su juicio político. Esa relación entre intendentes, magistrados y el gran delito es constitutiva de este régimen capitalista que criminaliza a las clases más desposeídas.

Sólo el FIT lucha por los intereses de los trabajadores levantando un programa independiente de todas las fracciones patronales, para terminar con las mafias policiales y para que todos los funcionarios y jueces sean elegidos por voto popular, tengan carácter revocable y ganen lo mismo que una maestra.

“Un gran amigo de EE.UU.”

Así calificó a Massa la ex embajadora norteamericana Vilma Martínez, según las revelaciones de WikiLeaks. En 2009, el intendente de Tigre fue a la embajada de EE.UU. para solidarizarse con la patronal de Kraft que había despedido a más de 160 trabajadores, avalando la persecución de delegados y activistas iniciada por el fiscal Paulo Starc desde los tribunales de San Martin.