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Historia

PRIMERA CONFERENCIA (I)

Lenin y la historia del Partido Bolchevique

18 de mayo 2006

Introducción

Debemos decir que quien fuera, quizás, la personalidad más importante del siglo XX no ha tenido ni siquiera la suerte de Karl Marx, quien según el filósofo Jacques Derrida fue enterrado antes de tiempo y ahora, por el avance de la globalización, vuelve como fantasma a saldar las cuentas de ese entierro prematuro.1 Marx y Engels tuvieron grandes biógrafos como Augusto Cornu y Franz Mehring; Trotsky tuvo un gran biógrafo como Isaac Deutscher; pero Lenin careció y carece de un biógrafo que esté a la altura de su inmensa contribución a la lucha del proletariado moderno.

En los comienzos, su biografía –hecha por el stalinismo– fue casi religiosa. Stalin y quienes luego fueron parte de su fracción, en vez de enterrar a Lenin antes de tiempo –como se hizo con Marx–, lo embalsamaron en vida, cuando estaba gravemente enfermo. Cumplieron, así, la profecía que había hecho Lenin de que, seguramente, lo transformarían en una persona inofensiva para los intereses de la casta burocrática y de la burguesía internacional.

Luego de esa etapa de biografías icónicas, realizadas por los stalinistas, y de negación de Lenin por parte de la socialdemocracia y los reaccionarios, hemos asistido –desde principios de los ’90– a la demonización y a la destrucción intelectual de su herencia. Hoy, en las librerías de todo el mundo, se pueden ver las obras de Robert Service, Hél˜éne Carr˜ére d’Encausse y otros biógrafos reaccionarios recientes, colocadas en los mismos anaqueles que las obras sobre el partido nazi, sobre los campos de concentración o sobre la historia del GULAG.2 Mediante una operación ideológica casi se ha transformado a Lenin en el autor de los campos de concentración. ¡Uno de los hombres más grandes en la lucha por la liberación de la humanidad se ha transformado en su contrario!

En los ’80 se desarrollaron distintos centros de investigación trotskistas, como el CERMTRI3 y los Cahiers León Trotsky en Francia, Revolutionary History4 en Inglaterra, etc., que han avanzado en la reivindicación de aspectos de la vida y la obra de Lenin. Existen también algunas historias del Partido Bolchevique escritas por autores marxistas –como la obra de Pierre Broué5 o la de Alan Woods6–, que aunque incluyen anécdotas de la vida de Lenin interesantes, no están a la altura del personaje, de la comprensión de la personalidad de Lenin.

Podemos decir, además, que autonomistas como Toni Negri también reivindican a Lenin. Negri lo hace, nombrándolo nada menos que junto a Wilson, el presidente norteamericano que luego de la I° Guerra Mundial planteó los Catorce Puntos7 y el principio de autodeterminación de los pueblos –un intento de solución global a la situación mundial–. Pero que se lo compare con Wilson, que después terminó planteando la paz de Versailles8 que condujo a la II° Guerra Mundial, es una muestra de que los progresistas –inclusive los autonomistas-, hablan de Lenin para “pasar rápidamente de largo”.

Por otra parte, un reaccionario como Carl Schmitt, dice que la lectura que hace Lenin de la obra de Hegel, es el acontecimiento filosófico más importante del siglo XX. Pero todas esas frases dichas al pasar, no tienen la función de recuperar lo que queremos recuperar nosotros. Nosotros tenemos una tarea que, de ninguna manera, es neutral. Entramos al campo de batalla con una visión partisana, de lucha, para recuperar la memoria de Lenin, porque la tradición de la lucha de los explotados, de su pensamiento y de sus acciones son fundamentales si el proletariado quiere ponerse de pie y dejar de seguir siendo una clase objeto de la explotación. Por eso, nuestra visión de Lenin será una visión partidaria, combativa, en contra de todos los que usan esas frases para hablar de Lenin o que lo quieren enterrar, momificar o “pasar de largo”. Nuestro objetivo es revindicar al Lenin teórico y líder del proletariado, porque no tenemos una finalidad académica o de historiadores neutrales. Nuestra visión de Lenin no es neutral; tenemos una valoración en función de lo que creemos que aportó al desarrollo de la lucha de los esclavos insurrectos, que son los trabajadores, quienes sólo levantándose y construyendo su propia organización pueden liquidar la explotación del hombre por el hombre.

Pero si el destino de la historia de Lenin fue éste, mucho peor fue el destino del Partido Bolchevique, confundido con el stalinismo. El Partido Bolchevique es visto, actualmente, como las SA de Rohm o las SS de Goebbels. Esa es la visión que quiere imponer la burguesía mundial. Pero en eso, los reaccionarios no están solos. Por ejemplo, existe un círculo de comunistas anti-bolcheviques, que reivindican el comunismo pero opinan que hay que liquidar el bolchevismo, aduciendo que Lenin era autócrata, bonapartista, dictador, mesiánico. ¡Todas las frases que se utilizan para hablar de los jefes del proletariado! Las mismas frases que usaron contra Marx, contra Engels, que utilizaron los enemigos de Trotsky en los ’30.

Vamos a desarrollar, entonces, una visión de la biografía de Lenin y de la historia del Partido Bolchevique, en cinco partes. La primera abarca desde la formación del movimiento marxista ruso hasta la etapa del iskrismo.9 Aquí presentaremos tanto el marco internacional, como la situación en la Rusia donde surgió el Partido Bolchevique y cuáles fueron los primeros pasos en su organización, a través de la lucha ideológica contra el populismo y el economismo. En la segunda y tercera parte, desarrollaremos la guerra ruso-japonesa y el proceso de la Revolución Rusa de 1905. La cuarta abarca los oscuros años de la reacción: después de la Revolución Rusa de 1905 y, fundamentalmente, después de 1907 hasta 1911, sobreviene una gran crisis económica en la que un 25% de la clase obrera quedó desocupada, y eso se combinó con una brutal reacción contrarrevolucionaria del zarismo. Incluiremos aquí la lucha que dio Lenin, en el terreno de las ideas, contra Mach y Avenarius10 –que eran positivistas–. Finalmente, la quinta parte abarcará el período comprendido entre el nuevo ascenso obrero de 1912 y la Revolución de Febrero de 1917.

 

1 La obra a la que se refiere es Espectros de Marx, de 1993.

2 GULAG, sigla que en ruso significa “Dirección General de Campos de Trabajo”.

3 CERMTRI, sigla que en francés significa “Centro de Estudios y de Investigación sobre los Movimientos Trotskistas y Revolucionarios”.

4 Colectivo de investigación británico, fundado por el fallecido Al Richardson.

5 La obra referida es El Partido Bolchevique, publicada originalmente a fines de la década de los cincuenta y cuya primera edición en español es de 1972.

6 Se refiere al libro Bolchevismo: el camino a la revolución, publicado en español en mayo de 2003.

7 Discurso del presidente norteamericano Woodrow Wilson al Congreso de EE.UU., del 8 de enero de 1918.

8 Tratado de paz firmado el 28 de junio 1919, entre los países aliados y Alemania, que intenta poner fin oficialmente a la I° Guerra Mundial.

9 Iskra, que en ruso significa La Chispa, era un periódico de los marxistas rusos, que formó a una generación de cuadros revolucionarios y que tuvo su apogeo entre los años 1900 y 1903, dirigida por Plejanov –pensador y activista del socialismo ruso a quien se considera el introductor del pensamiento de Marx y Engels en Rusia- y por Lenin.

10 La teoría de Mach y Avenarius se conoce como empiriocriticismo, crítica de la experiencia o “machismo”. Corriente idealista subjetiva, que considera que la ley fundamental del conocimiento es la “economía del pensar”, mantuvieron una representación del mundo como conjunto de elementos - sensaciones. Sostuvieron la teoría de la coordinación de principio, es decir, de la conexión indisoluble entre sujeto y objeto.

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Los orígenes del movimiento obrero internacional

 

El movimiento obrero hizo su aparición revolucionaria en las barriadas obreras parisinas de Saint Antoine y Saint Marcel, en la Revolución Francesa de 1789, actuando como el ala izquierda de la democracia pequeñoburguesa jacobina y de los sansculottes.1 Es la primera gran aparición del proletariado en la Historia.2 Luego, durante la primera mitad del siglo XIX, constituirá también un ala de la lucha de la burguesía contra los estados feudales y las monarquías absolutas.

En 1848, el proceso revolucionario que se conoce como la Primavera de los Pueblos estalló, simultáneamente, en casi veinte o treinta ciudades europeas y en París se vio la primera revolución obrera de la historia, cuyo proceso fue rápidamente derrotado por la burguesía apoyada en el campesinado –que había conseguido el derecho a la tierra en la gran Revolución Francesa de cincuenta años antes–. Luego surge el Segundo Imperio que, basándose en el dominio de los campesinos, logra mantener disciplinado al proletariado durante veinte años, prácticamente desde 1850 hasta 1871.

Ya previamente a 1848, poco antes de la revolución proletaria en Francia y la revolución en Alemania –que era dirigida por la burguesía–, un grupo de proscriptos alemanes, exiliados en Francia, y otros obreros le dan a Marx la idea y el encargo de escribir lo que finalmente fue el Manifiesto Comunista, donde Marx plantea el primer gran programa del proletariado a nivel internacional. 

En los quince años posteriores a 1848, en Europa, el proletariado lleva adelante un gran proceso de organización y sus sectores más lúcidos se encuentran en 1862 en una exposición industrial internacional, donde discuten no competir entre ellos –porque la burguesía de cada país llevaba trabajadores de otros países para bajar el costo de la mano de obra– y fundar una organización internacional de trabajadores. Esta fue la Asociación Internacional de Trabajadores o Primera Internacional, que se funda en 1864, cuyo objetivo era evitar la competencia entre los trabajadores, nivelar los salarios y preparar la liberación material y espiritual de la clase obrera.

Anarquistas y marxistas se disputan la dirección del movimiento obrero en sus comienzos, siendo los primeros quienes reflejan a los sectores más artesanales del proletariado, bajo la influencia liberal, y los marxistas, los que representan sus alas más avanzadas.

Bajo la dirección de los anarquistas proudhonianos y los blanquistas, en 1871 se levantan los obreros de París. Francia se encontraba en guerra con Prusia, quedando París bajo el asedio del ejército enemigo. Después de cuatro meses, el gobierno francés busca un armisticio que es desafiado por la Guardia Nacional los trabajadores y el pueblo de París. Entonces el gobierno ordena la evacuación inmediata de la ciudad. Las fuerzas leales y los funcionarios huyen a Versailles, a veinte kilómetros de París, donde, tradicionalmente, residían los reyes y, en este momento, el emperador Luis Bonaparte, sobrino de Napoleón. En Versailles se organiza la reacción que negocia con los alemanes; pero los obreros de París se niegan a participar de esas negociaciones y, cuando el ejército intenta apoderarse de los cañones que el pueblo había comprado para la defensa de la ciudad, protagonizan una insurrección y organizan lo que se llamó la Comuna de París. Se organizan por barrios, hacen votar a todos, excepto a los que habían huido, que eran agentes de la burguesía; organizan milicias populares y se disponen a la defensa de París.3 Marx dice que el proletariado había encontrado la forma de ejercer su dictadura de clase.

Fue un levantamiento al que Marx, antes de producirse, se había opuesto, porque creía que no tenía posibilidades de triunfar dada la enorme desigualdad entre sus fuerzas y el asedio de uno de los ejércitos europeos más importantes de la época. Sin embargo, apoya incondicionalmente a la Comuna, instaurando una tradición política de los marxistas: que nunca, por más equivocada que consideremos una medida de lucha, nos oponemos a ella una vez que fue votada por los trabajadores; sino que advertimos hasta el momento en que se decide iniciar la lucha y una vez iniciada, la apoyamos hasta el final.

Las milicias luchan barrio por barrio, levantan barricadas en todas las calles de París, en un combate que dura alrededor de un mes, y, finalmente, mueren más de 30.000 obreros, muchos más son heridos, y tal vez hasta 50.000 ejecutados más tarde o hechos prisioneros; cerca de 7.000 personas fueron desterradas –algunos a Inglaterra, donde la I° Internacional organiza una gran acción de solidaridad para recibir a los obreros que huían de esta revolución derrotada en la Comuna de París.

Acá se termina, según señala Engels más tarde, una etapa del movimiento obrero, que es la etapa de la lucha de barricadas.4

En 1875, a cuatro años de la Comuna de París, en Alemania los lasalleanos eran una de las principales corrientes del movimiento obrero, junto a los marxistas. Estos últimos tenían dos grandes líderes obreros, Wilhelm Liebneckt –que era el padre de quien después moriría en la revolución alemana de 1919–, y un ebanista llamado August Bebel –que según Trotsky tenía una inteligencia tan aguda como el filo de una hoja de afeitar–. Estas dos grandes figuras fundan el Partido Socialista Obrero alemán junto a los lassalleanos.

En esa época, el mariscal Bismark intenta modernizar Alemania desde arriba. Había fracasado la revolución burguesa de 1848, entonces Bismark pretende mantener a los obreros de su lado para contener a los junkers –que eran los viejos terratenientes–, con el propósito de modernizar al país de forma burguesa, desde arriba. Lasalle, que era oportunista, negociaba con él un lugar en el régimen para el Partido Obrero Alemán. Y entonces le hace una serie de concesiones, que las podrán leer en la Crítica al Programa de Gotha.5 El congreso de Gotha es aquel en el que se unifican lasalleanos y marxistas y donde éstos hacen una serie de concesiones a los primeros, como por ejemplo, afirmar que la fuente de toda riqueza es el trabajo, una idea burguesa a la que Marx y Engels le responden que la fuente de toda riqueza está en la naturaleza y que el trabajo sólo la extrae, la procesa.

A comienzos de la década de 1890, con el fin de las leyes anti-socialistas, este partido, que había estado diez años en la clandestinidad, toma la denominación de Partido Obrero Socialdemócrata Alemán y, adoptando un nuevo programa conocido como “Programa de Erfurt”, se transforma en un movimiento impetuoso que llega a tener un millón de afiliados, decenas de diarios propios que se publican en toda Alemania, incluso hasta coros que eran parte del partido, etc. Paradójicamente, sin embargo, se va transformando en una gran secta de la clase obrera alemana, una secta con millones de personas; pero ese partido se convierte en ejemplo de los socialistas en todo el mundo. En otros países, como Checoslovaquia, Hungría, Suecia, etc, se desarrolla en forma multitudinaria el movimiento marxista. Excepto en los países de Europa del sur, donde anarquistas y sindicalistas dominan al movimiento obrero.

Esto es un marco de cuál era la situación del movimiento obrero al comienzo de estos acontecimientos que sucedieron en Rusia, y vamos a narrar.

Dijimos entonces que en 1789 surgen, en las barriadas obreras de Saint Antoine y Saint Marcel, las primeras expresiones del movimiento obrero; en 1848, se hace la primera revolución obrera; en 1871 se da una lucha terriblemente heroica que es derrotada en la Comuna de París; ya en 1864 –previo a eso– se había fundado la I° Internacional; en 1875 se funda el Partido Socialista Obrero alemán; de 1880 en adelante, surgen partidos obreros de millones de personas en toda Europa. Es un movimiento impetuoso, en el que el movimiento obrero aparece como clase con una fuerza que no tuvo ninguna otra clase en su aparición en la escena histórica, demostrando así que es una clase extraordinaria, con una enorme potencialidad.

Mientras tanto, Rusia era una sociedad semi-feudal que gemía bajo la dictadura de la autocracia zarista. Pero esto es tema que tocaremos en el próximo punto.

1 Término francés para designar a los miembros más pobres del Tercer Estado, entre los que se encontraban artesanos, obreros y campesinos.

2 Aunque aquí no lo desarrollamos, hay que señalar que si lo distintivo del proletariado francés fue su aparición histórica como movimiento obrero, en las barricadas; el cartismo en Inglaterra marcó un hito en la constitución política de la clase obrera. Este fue un movimiento de reforma social y política (de 1838 a 1858), que debe su nombre a la Carta del Pueblo, que señalaba sus principales objetivos: sufragio universal masculino y secreto, de los mayores de 21 años; dieta para los miembros del Parlamento; jornadas laborales de diez horas; legislación protectora del trabajo, etc.

3 Entre los decretos aprobados por la Comuna se encuentran: abolición del trabajo nocturno; abolición de la guillotina; concesión de pensiones para las viudas de los miembros de la Guardia Nacional muertos en servicio, así también como para sus hijos; devolución gratuita, a través de las casas de empeño estatales, de todas las herramientas de los trabajadores; derecho de los empleados a tomar el control de una empresa si fuese abandonada por su dueño. También se reemplazó el ejército convencional con una Guardia Nacional de todos los ciudadanos que podían portar armas; se separó la iglesia del estado y se proclamó la igualdad para las mujeres. Se dispuso que los funcionarios de la Comuna cobraran el mismo salario que un trabajador y que sus puestos fueran revocables.

4 Prácticamente, desde la Edad Media hasta el inicio de la modernidad, las ciudades eran de calles estrechas, en las que el proletariado podía montar barricadas que cortaban el camino de las fuerzas represivas. La burguesía, aprendiendo esta lección, transforma las ciudades –después de los levantamientos obreros de este período y antes de la Comuna-, ensanchando las avenidas para facilitar el desplazamiento de las tropas.

5 Se conoce con este nombre al proyecto de programa que constituyó la base de discusión del congreso de unificación, que se realizó en Gotha en 1875, entre el Partido Obrero Socialdemócrata y la Unión General de Obreros Alemanes, del que surgiría el Partido Socialista Obrero de Alemania. Marx criticó duramente este programa que encarnaba, más bien, la herencia de Lasalle, que al marxismo revolucionario y planteaba por ejemplo que el proletariado lucha por establecer un “estado popular libre”.

 

GLOSARIO

 

· Alan Woods (1934 - ). Uno de los principales dirigentes, junto a Ted Grant, de la Tendencia Marxista Internacional.

· August Bebel (1840-1913). Político socialista alemán. En 1869 participó en el congreso de Eisenach, del que surgió el Partido Obrero Socialdemócrata.

· Blanquistas Seguidores de Louis-Auguste Blanqui (1805-1881). Político y revolucionario francés. En 1839, tras organizar una insurrección armada que fracasó, fue detenido y condenado a muerte, pena que posteriormente le fue conmutada por la de cadena perpetua. Fue puesto en libertad poco antes de la revolución de 1848, en la que participó activamente, siendo apresado nuevamente hasta 1859. Volvió a ser detenido en la víspera de la Comuna de París, y aunque no pudo participar en ella, fue nombrado su presidente honorífico.

· Carl Schmitt (1888-1985). Jurista y teórico político alemán, cuyas elaboraciones alrededor de la autoridad del estado sirvieron de inspiración al nazismo. Aún hoy conserva gran influencia en la teoría política contemporánea.

· Ernst Rohm (1887-1934). Participó en la fundación del Partido Nacional-Socialista de Alemania y se transformó en la mano derecha de Hitler. Fundó el grupo paramilitar SA (camisas pardas).

· Jacques Derrida (1930-2004). Filósofo francés nacido en Argelia, considerado uno de los más influyentes pensadores contemporáneos.

· Joseph Goebbels (1897–1945). Ministro de Instrucción Pública y Propaganda del régimen nazi.

· Lasalleanos Seguidores de Ferdinand de Lasalle (1825-1864). Político y pensador alemán. En 1845 se afilió a la Liga de los Justos. Durante su participación en la revolución alemana de 1848, por la que fue encarcelado, entabló amistad con Karl Marx. Defendió la unificación alemana y a Bismarck como su necesario artífice, lo cual lo situó al lado del Estado. 

· Pierre Broué (1926-2005). Historiador y militante trotskista. Ver LVO N° 168.

· Proudhonianos Seguidores de Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865). Filósofo político y revolucionario francés. Provenía de una familia de artesanos y campesinos. Su obra más conocida es ¿Qué es la propiedad?, de 1840.

· Toni Negri (1933 - ). Pensador político italiano. En 1979 fue arrestado por considerárselo el ideólogo de las Brigadas Rojas y del asesinato de Aldo Moro, presidente de la Democracia Cristiana. Su obra más conocida es Imperio, escrita en colaboración con Michael Hardt, que se convirtió en una referencia del movimiento autonomista.

· Wilhelm Liebneckt (1826-1900). Político socialista alemán. En 1848 participó en los sucesos revolucionarios y proclamó la República en Baden. Encarcelado, huyó luego a Suiza y posteriormente a Londres, donde conoció a Karl Marx. En 1861 volvió a Prusia, donde divulgó las ideas marxistas y combatió el régimen de Bismarck. En 1869, fundó con Bebel el Partido Obrero Socialdemócrata.

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