Estamos realizando esta Conferencia en medio de la continuidad de la crisis capitalista mundial, qué es el gran acontecimiento que marca el tiempo histórico qué estamos atravesando. La crisis ha abierto una enorme pulseada entre los banqueros, los grandes monopolios y los gobiernos que los representan; contra los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo.

Uno de los grandes protagonistas viene siendo la juventud. Una juventud que está abriendo los ojos ante lo que es el capitalismo.

Y al calor de la crisis y la resistencia, se está produciendo una crisis política de las direcciones políticas del movimiento obrero. En numerosos países los trabajadores están haciendo la experiencia con sus direcciones tradicionales, como hemos visto por ejemplo en Grecia con el hundimiento de la socialdemocracia. Pero ese descontento está siendo canalizado por una fuerza reformista de izquierda como Syriza, con muchos votos pero sin peso estructural en la clase obrera y con un programa de conciliación de clases.

También en nuestro país está empezando el proceso de separación de una franja de la clase trabajadora con lo que ha sido su dirección histórica, y su dirección más reciente, con el kirchnerismo. Esa experiencia se está empezando a desarrollar.

En las últimas elecciones, el PTS batalló como parte del Frente de Izquierda junto a los compañeros del PO y de IS, por la independencia de clase, y una salida anticapitalista y socialista, contra todos los candidatos patronales. Y recibimos el apoyo de 530 mil compañeros a la fórmula presidencial que compartí con Jorge Altamira, y 660 mil a las listas de diputados. Y no fue por casualidad sino por la justeza de nuestra agitación política que levantó las demandas principales del movimiento obrero, y por el reconocimiento al protagonismo de la izquierda clasista en los principales combates del período kirchnerista.

El apoyo recibido nos permitió conquistar bancas en las legislaturas de Córdoba y Neuquén, por muy poco no logramos diputados nacionales, y vamos a pelear en 2013 para que esas perspectivas se materialicen. Pero compañeros, es claro que con un frente electoral no alcanza para derrotar a las patronales y a los gobiernos que las representan.

(…) A los compañeros del FIT les hemos planteado la necesidad de abrir la discusión de un partido común. Pero aun cuando eso se materializara, seriamos una pequeña minoría. La mayoría de la clase obrera se considera apolítica, o peronista. Y la fuerza de la clase obrera es puesta al servicio de un político patronal. Por eso, una de las ideas centrales que queremos plantear claramente, es decirle a los trabajadores que no hay tarea más importante que construir un partido de trabajadores sin patrones. (…) Por eso, junto con la participación en las luchas, junto a pronunciarse frente a los grandes hechos políticos, junto a la propuesta de la Asamblea Nacional Clasista a los compañeros del FIT; a ellos también les decimos que tenemos que plantear juntos, en todos los barrios y fabricas del país, la idea de que hay que construir ese gran partido de la clase trabajadora.