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Libertades democráticas

JUICIO A VIDELA Y MENENDEZ EN CORDOBA

La complicidad política con la impunidad

El juicio por los fusilamientos en el Penal de San Martín desató un verdadero revuelo político. Se están conociendo acusaciones cruzadas sobre el rol de los distintos partidos e instituciones burguesas durante el genocidio que frenó el ascenso obrero y popular abierto con el Cordobazo.

Guillermo Torrent

29 de julio 2010

El juicio por los fusilamientos en el Penal de San Martín desató un verdadero revuelo político. Se están conociendo acusaciones cruzadas sobre el rol de los distintos partidos e instituciones burguesas durante el genocidio que frenó el ascenso obrero y popular abierto con el Cordobazo. Si primero salió a la luz el rol de la justicia (ver LVO N°383) con la participación abierta en los comandos paramilitares y la colaboración de “prominentes” figuras de la justicia cordobesa, ahora se conoce la relación entre el Ejército, la Policía y la UCR (que gobernó la provincia por 16 años) con la participación de los hermanos Yanicelli y otros 100 miembros del temible D2 en altos cargos de la policía provincial en democracia, amparados por el actual jefe de los diputados radicales y candidato a la gobernación, Oscar “Milico” Aguad. Hoy los radicales aducen que si no mantenían a estos personajes en la institución podría haberse acuartelado la Guardia de Infantería.

El “prontuario” radical

Ramón Mestre, de quien Aguad fue Ministro de Gobierno, asumió en 1995 en medio de una crisis descomunal por la huida de Angeloz tras la quema de la Casa Radical por los empleados estatales. Se necesitaba una fuerte represión para hacer pasar los ajustes, en una Córdoba convulsionada por grandes movilizaciones de estatales, estudiantes y obreros industriales como en FIAT, así como los primeros piquetes en Cruz del Eje.

Por esos años Aguad presentó un video a la prensa en el que, inteligencia ilegal mediante, identificaba a militantes obreros y populares participando en movilizaciones. Entonces era habitual que el hoy enjuiciado Menéndez compartiera palco en los actos de dirigentes radicales. Angeloz hoy niega haberse reunido con Menéndez, pero hace algunos años admitió que lo hacía para pedir por la vida de desaparecidos relacionados con la UCR.

“Ni lerdo ni perezoso”… igualmente cómplice(s)

Luis Juez quiso aprovechar estas denuncias, pero rápidamente se llamó a silencio. No puede posar de haber enfrentado la dictadura, ya que tuvo en su gabinete municipal a un integrante de la D2, Oscar Cuassolo, quien durante el Proceso se infiltró en la Universidad. Juez, además, durante sus años de dirigente del PJ y funcionario de Menem, jamás cuestionó los indultos.

El PJ, que hoy está lejos de esta pelea y en juicios anteriores usó escandalosamente las condenas a Menéndez, sabe que si se involucra podrían salir a la luz las relaciones entre el peronismo y la dictadura.

Schiaretti dice que estuvo exiliado como “perseguido político”, pero desde 1977 fue un alto gerente de la FIAT en Brasil. De la Sota, otra vez candidato justicialista a la gobernación (y aliado de los Kirchner), siempre estuvo ligado a la derecha peronista e integró la intervención federal surgida del Navarrazo, el golpe de Estado policial de 1974.

Sumemos a la Iglesia, donde su jerarca Primatesta entregó listas negras de profesores y estudiantes de colegios católicos. O empresas como FIAT y Renault, con decenas de trabajadores desaparecidos (con la inestimable colaboración de la burocracia sindical).

El régimen político cordobés y sus instituciones muestran en estos juicios su rol durante el genocidio. Córdoba fue uno de los centros del periodo revolucionario abierto con el Cordobazo. Fue necesaria una reacción conjunta para derrotar ese proceso.

Queda demostrado lo que desde el CeProDH y el PTS dijimos el primer día. Para terminar con la impunidad hay que juzgar a TODOS los implicados por centro clandestino de detención: militares, civiles y empresarios. Y por lo que hicieron: UN GENOCIDIO. Lo lograremos sólo con la movilización independiente del gobierno y todas las instituciones cómplices.

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