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NACIONAL

CRISIS ENERGÉTICA

El “modelo” sin luz

Mientras los cortes de luz se extienden por la Ciudad y el gran Buenos Aires, el gobierno salió a decir que esto ocurre porque hay crecimiento, más empleo y consumo, en particular de aires acondicionados.

Pablo Anino

19 de diciembre 2013

El “modelo” sin luz

Mientras los cortes de luz se extienden por la Ciudad y el gran Buenos Aires, el gobierno salió a decir que esto ocurre porque hay crecimiento, más empleo y consumo, en particular de aires acondicionados. Lo que no fue mencionado es que mientras entre 2003 y 2012 la economía creció 82% la potencia instalada apenas se expandió 16%. Esto implica una mayor carga de generación sobre una potencia que crece lentamente. Por eso no es como dice Jorge Capitanich que el problema es sólo la distribución insuficiente de las empresas.

El gobierno se defiende diciendo que el Estado hizo inversiones para ampliar la capacidad de generación de energía. Lo que ocurriría ahora es que las distribuidoras no adaptaron su sistema a las nuevas condiciones. Esta inadecuación muestra que al gobierno que se ufana de su capacidad de planificación le brota la anarquía de la economía capitalista por todos lados. Hasta los ministerios de Economía y de Planificación sufrieron cortes de luz, quedando fuera de servicio el “call center” que instalaron para recibir los reclamos de los usuarios. No obstante, las eléctricas tienen una gran responsabilidad por no invertir un peso. Pero no alcanza con ataques verbales.

Sigue el esquema privatista

Al culpar a las empresas, que evidentemente tienen una enorme responsabilidad al no hacer inversiones, el gobierno realiza una auto acusación. Desde la privatización de SEGBA el sistema quedó fraccionado en empresas dedicadas a la generación de energía, otras a su transporte y, por último, las que distribuyen. En este último segmento es donde operan Edesur, Edenor y Edelap, las involucradas en los cortes. Lo que queda en evidencia es que el esquema privatista pervive con los Kirchner. Mientras el Estado invierte en generación las empresas se llenan los bolsillos con la distribución. La continuidad menemista se extiende a las condiciones laborales: precarización laboral y contratistas tercerizados. En Edenor la relación de clientes por empleado pasó de 858 a 998 entre el 2002 y el 2007 y los MWh vendidos por empleado pasaron de 5.020 a 7.231. La colaboración de la burocracia sindical de Luz y Fuerza, con el fallecido Oscar Lescano a la cabeza, fue invalorable.

Si bien las tarifas se mantuvieron bajas, la política de subsidios (suman más de $20 mil millones los destinados a la energía hasta septiembre) tuvo como fin alimentar los beneficios de las eléctricas de manera directa y de forma indirecta mejorar las condiciones de ganancias del conjunto de la clase empresaria reduciendo el componente del costo de los servicios públicos en el salario. Frente al “fin de ciclo” económico los tarifazos están en los planes del nuevo gabinete económico. La perspectiva de aumentos de tarifas impactó en el alza de las acciones de las empresas de electricidad en la Bolsa de Buenos Aires. Entre enero y septiembre acumularon ganancias por $1.892 millones.

Una salida obrera

El miércoles 18 el Jefe de Gabinete llamó a que las empresas realicen cortes programados. La imagen que surge inmediatamente es la de los últimos días de Raúl Alfonsín. La comparación se extiende a otros indicadores: durante el kirchnerismo el incremento de la potencia instalada fue tan escaso como el registrado durante el gobierno alfonsinista. La “década ganada” hizo retroceder al país 25 años atrás. Se ponen de manifiesto problemas estructurales irresueltos. Los capitales italianos controlan Edesur. Una muestra más de la preponderancia del capital imperialista en el control de sectores estratégicos, como ocurre con el petróleo, la minería, el agrobusiness y la industria. La “nacionalización” de Edenor a manos Pampa Holding, grupo señalado como cercano al gobierno, también muestra a la burguesía nacional opuesta a los intereses populares. Contra la política del tarifazo, en la que acuerdan el oficialismo y la oposición patronal, hay que pelear por la nacionalización y estatización sin pago de todos los recursos del sistema eléctrico bajo gestión de los trabajadores con participación de comités de usuarios populares.

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