El pasado jueves 22 de Abril, día en que estaban llamados a declarar Juan Oribe, vicepresidente del CEFyL, Jesica Calcagno, ex presidenta del CECSo y Patricio del Corro, secretario general del CECSo, cientos de estudiantes nos concentramos a las ocho de la mañana en Callao y B. Mitre, a metros de la fiscalía en defensa de nuestros compañeros, para repudiar la persecución, el espionaje y para plantearle a Macri y sus amigos que no nos van a amedrentar y seguiremos apoyando los conflictos de los trabajadores.

Nos acompañaron organismos de derechos humanos como el CeProDH, AexDD, Elia Espen de Madres de Plaza de Mayo; organizaciones estudiantiles como los centros de estudiantes de Filosofía, Sociales, IUNA, FUBA, representantes de la comisión interna de Kraft y otras organizaciones de trabajadores.

Realizamos un acto en la calle frente a la fiscalía, donde el conjunto de los oradores repudió las causas. Si ya de por sí es escandalosa la persecución a los estudiantes y trabajadores que son solidarios con las luchas de los trabajadores, es aún peor el trabajo de espionaje que hizo el gobierno de Macri mediante el fiscal Pro Aníbal Brunet. El expediente cuenta con más de 600 fojas, fotos en primer plano de los que participamos de los cortes, extractos de la página web de En Clave ROJA, entre otros datos propiciados por la Policía Federal de Aníbal Fernandez.

Como si fuera poco, cuando los compañeros se presentaron ante la fiscalía los responsables de la misma se negaron a responder sobre la investigación iniciada, que tiene más de seis meses, y en nada se corresponde con una simple contravención por obstrucción de la vía pública. Incluso les dijeron que el corte de ese mismo día se iba a sumar a la causa (¡!).

Mientras Macri pone causas a estudiantes, el gobierno de Scioli, mandó a reprimir a los trabajadores de Kraft y procesa a los trabajadores de Maffisa. Sabemos por qué nos atacan, porque les asusta que cada vez seamos más en esa unidad obrero estudiantil que se plasmó en las calles en la gran lucha de los trabajadores de Kraft. Tienen miedo de que en cada lucha de fábrica seamos cientos los estudiantes que junto a los trabajadores le planteemos una batalla a la patronal.

Y hacen bien en tener miedo, porque no nos vamos a quedar callados. Porque mientras el gobierno K y la derecha se pelean por pagar miles de millones en deuda externa y los empresarios como Ricky Fort viven de fiesta, más de la mitad de los trabajadores gana menos de $1500, millones viven hacinados en villas o no tienen hogar. Se presentan medidas que quieren hacer pasar como progres, como la asignación universal por hijo, pero sólo representan el 0,5% del PBI. Porque el país real de Cristina tiene a Julio López y Luciano Arruga desaparecidos y a Silvia Suppo asesinada.

Nuestro lugar está junto a los miles de trabajadores que hoy forman el sindicalismo de base, enfrentando a la podrida burocracia sindical de la CGT y la CTA y desafiando a las patronales. Seguimos estando con Kraft, pero también estamos con Zanón, el Subte, FelFort, Arcor, Stefani. Que no quepa duda, les redoblamos la apuesta y vamos a ser cada vez más en las calles.