El 6 de enero más de 700 jóvenes recorrimos las calles de Córdoba. Aunque corrientes como Patria Libre pretendían que “no se hablara de política” y sólo se cantaran canciones de Callejeros, logramos que muchos jóvenes cantaran con nosotros para denunciar a Chabán e Ibarra.
Allí convocamos para el lunes 10 a una primer asamblea, donde éramos casi 70 los dispuestos a organizarnos. Lamentablemente la única corriente juvenil que estuvo presente fue No Pasarán. La juventud del resto de la izquierda brilló por su ausencia. Discutimos que había que organizarse y movilizarse para que esto no volviera a ocurrir. Porque sabemos que Cromañón está en todos lados. En la provincia, particularmente, en la “tolerancia cero” de Blumberg, De la Sota y Juez (un “transversal” aliado de Ibarra), que señala a la juventud pobre como la responsable de la inseguridad y le da vía libre al Gatillo Fácil, como ocurrió con el asesinato de Martín Quintana. Conformamos dos comisiones: una de pintadas y otra para un boletín de difusión entre los jóvenes.
En Córdoba, a muchos les gusta el cuarteto y no el rock, pero esta fue una masacre contra la juventud, porque para los patrones es igual manejar un boliche, un baile, un shopping o una empresa de colectivos. Lo primero es la ganancia. Este lunes 31 de enero, a un mes de la masacre, volveremos a estar en las calles. En contra de lo que quieren corrientes como Patria Libre (que es kirchnerista) marcharemos con una bandera denunciando a los verdaderos responsables de esta masacre: el empresario Chabán, Ibarra y señalando el pacto de impunidad de Kirchner y Duhalde para salvarlo.