Miembros del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos realizó hoy un escrache frente a la sede de Apex, el “call center” ubicado en el centro de la ciudad.
 
Los manifestantes reclaman por las condiciones de trabajo de los operarios de todos los centros de atención de llamados con base en Córdoba, y también por la “indefinición” de la situación sindical de los empleados.
 
Tomás Cheli, delegado de la organización, dijo que el motivo de la manifestación es “denunciar simbólicamente ante Apex (Entre Ríos) por ser la más grande y significativa de la ciudad, la actitud de la patronal y el Gobierno”.
 
“La patronal no cumple con las condiciones mínimas de trabajo. Hay condiciones de insalubridad, no les da los tiempos mínimos de descanso, y por sobre todas las cosas, (están) avalados por el Gobierno que incluso subsidia estas empresas”, afirmó en declaraciones a Radio Universidad.
 
También, dijo que “se mantiene una situación de indefinición en cuanto al encuadramiento sindical de los trabajadores”. De ese modo, dijo no poseen representación gremial y no pueden hacer los reclamos “porque están amenazados de despidos”. Además, existen –dijo– “grandes diferencias salariales con el convenio telefónico, que sería el que debiera encuadrarlos de acuerdo a la actividad que desarrollan”.
 
Desde las empresas de “call center” de Córdoba pidieron a los manifestantes que aclaren los motivos de la protesta y afirmaron que los problemas que pudieran haber con los empleados se solucionan “con diálogo”.
 
“No han tenido contacto para informarnos formalmente cuál es el motivo de esto”, dijo Sergio Finzi, vocero de la Cámara de Contactos a Terceros de Córdoba, quien aseguró que los empleados trabajan 6 horas 30 minutos de promedio”, y que las condiciones son las óptimas.
 
“Hay quienes pueden trabajar más si así lo desean obviamente. Las condiciones de trabajo están a la vista (...) son absolutamente las que marca la ley de seguridad, de higiene, que están absolutamente comprobables”, agregó.
 
También dijo que la actividad está reglamentada (“es una actividad comercial y de servicio”) y que en Córdoba generó hasta el momento unos “10 mil puestos de trabajo”.
 
“Obviamente que es un trabajo que implica algún tipo de presión, como lo es cualquier trabajo (...) se generan algunas cosas que por ahí se pueden solucionar con la preexistencia de mucho diálogo”, concluyó.