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Libertades democráticas

Condenas de "25 años en libertad" en el juicio por la Mansión Seré

Sentimientos sumamente contradictorios se vivieron en la Sala de audiencias de Comodoro Py, al conocerse el veredicto contra dos Brigadieres de la Fuerza Aérea, César Comes e Hipólito Mariani, quienes fueron las máximas autoridades de la subzona represiva 1.6, que abarcó los partidos de Morón, Merlo, Moreno e Ituzaingó y contra un coronel del Ejército, Pedro Barda quien fuera el jefe de la zona de Mar del Plata.

Luis Bonomi

6 de noviembre 2008

Sentimientos sumamente contradictorios se vivieron en la Sala de audiencias de Comodoro Py, al conocerse el veredicto contra dos Brigadieres de la Fuerza Aérea, César Comes e Hipólito Mariani, quienes fueron las máximas autoridades de la subzona represiva 1.6, que abarcó los partidos de Morón, Merlo, Moreno e Ituzaingó y contra un coronel del Ejército, Pedro Barda quien fuera el jefe de la zona de Mar del Plata.

La primer reacción fue la alegría generalizada de los sobrevivientes, familiares, organismos de DD.HH., trabajadores como los del hospital Posadas y militantes, al escuchar que se condenaba a Barda a condena perpetua, por el homicidio de Analía Magliaro y las torturas seguidas de muerte del Dr. Candeloro (quien fuera detenido y torturado hasta la muerte por poner su profesión al servicio de la lucha de los trabajadores a quien rendimos homenaje en nuestro alegato). La alegría continuó al escucharse que se condenaba a los dos Brigadieres a 25 años de prisión, pero acto seguido el tribunal comunica que continuarán gozando en el caso de Barda de prisión domiciliaria y en el caso de los Brigadieres que seguirán excarcelados, es decir, en absoluta libertad hasta tanto la sentencia quede firme, una vez que la Cámara de Casación resuelva las apelaciones de la defensa, lo cual podría llegar a demorarse el tiempo que los jueces de Casación quieran, incluso años. Recordemos que los imputados tienen más de 80 años, por lo que podrían pasar sus últimos días condenados pero en absoluta libertad.

Si bien no desconocemos el paso adelante que significa que miembros de la Fuerza Aérea hayan sido condenados a penas importantes, no podemos dejar de denunciar que mantenerle el beneficio de la libertad es lisa y llanamente una burla. Se demuestra una vez más el trato privilegiado que reciben los genocidas, que se diferencia con el trato que le da esta justicia a los miles de presos pobres y comunes que abarrotan las cárceles esperando años una condena.

Desde el CeProDH integrando el espacio Justicia Ya!, continuaremos exigiendo que se los condene por genocidas, en cárcel común y efectiva lo que sólo podemos lograr con la movilización masiva.

Prensa

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