El sábado 18, cuando se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de Julio López, una importante movilización volvió a ocupar la Plaza de Mayo, como parte de las jornadas que movilizaron a decenas de miles de compañeros en las principales ciudades del país. Estuvimos los organismos de derechos humanos y decenas de organizaciones que integran el Encuentro 30 Años: Memoria Verdad y Justicia, centros de estudiantes, algunos militantes de la CTA, organizaciones obreras combativas junto a todos los partidos de izquierda independientes del gobierno.
La marcha a Plaza de Mayo fue importante porque mostró justamente a un sector activo que no se traga los sapos de este gobierno, hace responsable a Kirchner de la impunidad reinante y le exige la aparición con vida de Julio y el castigo a los culpables. El documento leído esa tarde denunciaba: “el gobierno nacional y el provincial han impuesto un manto de silencio ante nuestra exigencia al Estado de aparición con vida de López y a nuestra demanda de información pública sobre la investigación de los hechos, investigación que es su responsabilidad ante el pueblo” (...)
Hubo concentraciones y múltiples iniciativas en Neuquén, Córdoba y en distintas ciudades del país, entre las que se destaca la del viernes 17 en La Plata donde se realizó una jornada de actos, marchas, escraches y cortes de avenidas y la autopista como preludio de la movilización del 18. Ahí participó la FULP y varios de sus centros estudiantiles, agrupaciones de izquierda, piqueteros y obreros del Astillero Río Santiago. Asimismo durante esa jornada se realizó un paro de SUTEBA La Plata.
Desde esta ciudad, la Multisectorial de La Plata, que abarca un amplio espectro de organizaciones de derechos humanos, sindicales, estudiantiles y de la izquierda de la capital provincial, resolvió “llamar a una reunión de multisectoriales para el 4 de diciembre a las 18 hs”, en un lugar a confirmar coordinadamente con las otras multisectoriales de distintos lugares del país. La propuesta a realizar es una “jornada de paro, cortes de rutas y protestas callejeras para el 18 de diciembre, a tres meses de la desaparición de Julio López y una marcha nacional para el 20 de diciembre en Capital Federal”. Esta última medida también la impulsa el Encuentro 30 Años: Memoria, Verdad y Justicia.
Pasados ya más de dos meses de la desaparición de López, el movimiento que pelea por su aparición con vida se encuentra en un cruce de caminos: no podemos permitir que este hecho se ‘naturalice’. El gobierno y la prensa profundizan el silenciamiento del tema, mientras los responsables y sus cómplices, siguen impunes agazapados para golpear nuevamente, si vuelven a sentirse amenazados. La dirección de la CGT está ocupada centralmente en salvar su pellejo luego del escándalo de San Vicente, cuando tenemos una nueva desaparición forzada en la Argentina. La de la CTA, más allá que se pronunció por López, se niega a convocar a un paro nacional de docentes y estatales para exigirle al gobierno la aparición con vida de López y por el castigo a todos los genocidas.
La convocatoria decidida en La Plata, que se propone coordinar a todas las multisectoriales y las acciones locales muestra un camino para profundizar en la organización de la lucha que llevamos adelante. Es hora de abandonar toda estrechez y mezquindad, y anteponer la necesaria unidad ante la gravedad de la situación.
Todas las organizaciones comprometidas en esta lucha debemos impulsar la convocatoria unitaria de la Multisectorial de La Plata, ampliándola para avanzar hacia un encuentro o asamblea nacional de lucha contra la impunidad, tal como vienen proponiendo los compañeros del Ce.Pro.D.H. y apoyamos desde el PTS.
Necesitamos la coordinación nacional de las organizaciones de derechos humanos, sindicales, estudiantiles, de la izquierda y un organismo que sea un centro coordinador de las multisectoriales independientes del gobierno de todo el país para evitar que el movimiento se vaya apagando en el tiempo: por la aparición con Vida de Julio López, por el juicio y castigo a todos los genocidas, para resguardar con las organizaciones obreras y populares a los testigos de los juicios, contra las amenazas a los luchadores, contra la represión. Una gran reunión nacional, que bien podría hacerse en la Plaza de Mayo o en un estadio, puede agrupar a decenas de miles y así poder dirigirnos a los millones que aún hoy están en la pasividad, promover acciones mayores e ir construyendo el paro nacional que se necesita para empezar a responder a la altura del ataque de los grupos de la derecha fascista y del 95% de los genocidas que hoy están en libertad.