El viernes 4 se cumplirán 35 años del brutal y cobarde asesinato de ocho jóvenes militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) perpetrado por las bandas para policiales de la “Triple A” .

En aquella noche del jueves 4 de septiembre de 1975, Adriana Zaldúa, Roberto “Laucha” Loscertales, Hugo Frigerio y Ana María Guzner Lorenzo fueron secuestrados impunemente cuando se dirigían a realizar tareas de solidaridad con la lucha de los obreros de la entonces Petroquímica Sudamericana (actualmente Mafissa) que mantenían ocupada la planta propiedad de la colaboracionista familia Curi. Sus cuerpos aparecieron la misma madrugada del viernes 5 en un paraje costero muy cercano a la ciudad, todos tenían huellas de haber sufrido una brutal tortura.

El viernes 5 los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas, lugar donde trabajaban Adriana Zaldúa y Hugo Frigerio iniciaron un paro en repudio a aquellos asesinatos. Ese mismo día por la tarde, mientras el conjunto del partido impulsaba distintas actividades de denuncia y de movilización, fueron secuestrados otros tres militantes. En esta ocasión las víctimas fueron Oscar Lucatti (también trabajador y delegado de Obras Públicas), Carlos Povedano y Patricia Claverie; ellos-a fueron secuestrados a la salida del local partidario por otro comando de la Triple A armados con armas largas que se movía con total impunidad en un automóvil del cual se sabía hasta la patente y a unos pocos metros de la vivienda de funcionarios que contaba con guardia policial en pleno centro de la ciudad. Mientras la propia policía obstaculizaba la búsqueda iniciada los tres cuerpos sin vida aparecieron a las pocas horas. A pesar de las difíciles condiciones, una importante delegación de obreros de Petroquímica Sudamericana participo del velatorio de los-as compañeros-as asesinados.

La total impunidad con la que se llevó adelante la Masacre de La Plata demostraba a las claras el reforzamiento de la política represiva del gobierno de Isabel Perón luego que las acciones obreras conocidas como el Rodrigazo la dejaran en una situación de mayor debilidad. Desde noviembre de 1974 el Estado de Sitio venia amparando el accionar de las bandas de la Triple A, pero a partir de 1975 el gobierno dispuso la intervención directa de las FF.AA e inicio duros ataques contra el movimiento obrero como en Villa Constitución y una mayor persecución y ataques contra la izquierda anticipando lo que luego se profundizaría con el golpe genocida.

En estos momentos, 35 años después, mientras el gobierno nacional y popular, y que se dice “defensor de los derechos humanos”, junto a los progresistas que lo adulan, reciclan a Osvaldo Papaleo, ex Secretario de Prensa del gobierno de Isabel y López Rega (inspirador de la Triple A), mantienen la total impunidad de los responsables de la Masacre de La Plata aunque esta haya sido declarada como crimen de lesa humanidad, es decir imprescriptible. De nuestra parte seguimos reclamando y exigiendo juicio y castigo a todos los responsables políticos y materiales del asesinato de nuestros compañeros y compañeras.

A 35 años de la Masacre de La Plata, desde el PTS queremos una vez más homenajear a los 8 compañeros-as que fueron víctimas de la misma, convencidos más que nunca en la necesidad y de las perspectivas de construir un partido revolucionario independiente de todos los bandos capitalistas.