El Juzgado Electoral N° 1 de La Plata, a cargo de Humberto Blanco sacó una resolucón en la que dicta que el Estado no se hará responsable de la distribución de las boletas en las mesas de sufragio para las elecciones primarias del próximo 14 de agosto. La medida es delirante por donde se la mire: significa que una agrupación política debe garantizar el mismo 14 de agosto por la mañana que sus boletas estén en los 32.000 cuartos oscuros que hay en la provincia de mayor superficie del país y que tiene 10 millones de electores (más de un tercio del padrón nacional). Vale decir que se necesita una masa de miles de personas que deberían estar en las puertas de los cerca de 5.000 establecimientos de votación antes de las 8 de la mañana de ese domingo, para meter las pilas de boletas en cada una de las mesas.

Uno de los argumentos que utilizó “Su Señoría” para dictar este inédito dislate es que, con el mamarracho que son las Primarias, hay 1.375 listas de candidatos para todos los cargos nacionales, provinciales y municipales, cuando hace dos años hubo 1.287...

Independientemente de los números, la aplicación de esta resolución significaría lisa y llanamente la proscripción de la izquierda y otras fuerzas, no ya en Octubre, sino en las mismísimas Primarias, ya creadas para filtrar. Sólo las fuerzas que cuentan con aparatos estatales (el FPV y la UCR) y millones de pesos para contratar punteros podrían garantizar que sus boletas estuviesen en todas las mesas de la provincia el 14 de agosto.

Ya denunciamos que el sistema político en un régimen burgués es una suerte de “plutocracia” (el gobierno de los ricos), ya que organizaciones de trabajadores como los que integramos el FIT debemos competir para divulgar nuestras ideas con candidatos que mueven millones de dólares, bancados por la gran burguesía y los banqueros y hasta por el mismo Estado en el caso del partido de gobierno. Ahora, supuestamente, se “democratizó” porque la publicidad en los medios es estatal y se reparte entre todas las agrupaciones que presentan candidatos. Pero las permanentes apariciones de los candidatos patronales en programas de radio y tv políticos y de entretenimiento, en las portadas de los diarios que los promocionan, en las encuestas pagas, más el millonario pago de miles de carteleras que ninguna organización obrera podría acceder, demuestran que tal democratización no es más que una fantasía.

Que el Estado no garantice el reparto de boletas sería un gran golpe a las organizaciones como el Frente de Izquierda, que además debe lidiar con el piso proscriptivo de 400 mil votos en agosto para postular sus candidatos en las elecciones -en la que realmente se elijen cargos- del 23 de Octubre.

El Frente de Izquierda junto a otras fuerzas políticas de la provincia de Buenos Aires presentaban, al cierre de esta edición, distintos planteos judiciales para derrotar este nuevo ataque antidemocrático.