Yo trabajo en una curtiembre de Hurlingham llamada CIDEC S.A. Hace dos semanas se cayó el techo a 30 metros de donde trabajan 15 compañeros, en pleno horario de laburo. No lo provocó la lluvia como salió a decir la patronal sino que la caída se debió a que se trabaja con cromo, ácido sulfuro y productos químicos que después de tantos años de no invertir un solo peso para mantenerlo se desgastan. Al principio estábamos muy asustados, pero nuestro susto se convirtió en odio cuando escuchamos al jefe de personal que se agarra la cabeza y dice ‘Uy perdimos los cueros’. Podrían haber muerto 15 trabajadores.
La patronal ni se acercó a ver como estábamos. Esto no fue un accidente mas, fue producto de la avaricia de esta patronal que logra sus ganancias en base a nuestra superexplotación, sin importarle nuestras vidas. Trabajamos en condiciones insalubres comiéndonos el barandazo del cromo y el ácido sulfúrico que son muy tóxicos. El trabajo más pesado lo hacen los pibes más jóvenes y además de que casi morimos aplastados, no nos reconocen el trabajo insalubre.
Otro mundo vive la patronal y el personal jerárquico, que están haciendo ganancias extraordinarias, exportando la mayor parte de los cueros a Europa ganado en dólares y euros mientras a nosotros nos pagan muy poco. El dueño tuvo que suspender su viaje a Europa en avión privado.Esta es una pelea que depende de nosotros. Los trabajadores somos los únicos interesados en defender nuestras vidas. Para mi habría que hacer como en otras empresas en las que desgraciadamente se cobraron la vida de trabajadores, porque como decían mis compañeros, esta fue una “desgracia” con suerte. Hay que formar una comisión de trabajadores elegidos por asamblea que controle y de solución a los problemas de seguridad, asesorados por profesionales independientes. No podemos dejar nuestras vidas en manos de la patronal.