En estos días se conocieron dos fallos escandalosos de la justicia cordobesa. En uno de ellos se liberó al dueño de la empresa textil Vitnik, acusado de trata y esclavización en sus talleres. Con el pago de una fianza de $500 mil, se lo excarceló. Es evidente el carácter de clase de esta justicia que libera a un patrón que paga la fianza con el dinero que acumuló superexplotando y esclavizando trabajadores.

El otro dictamen es ni más ni menos que de los tres jueces de la Sala Laboral del Tribunal Supremo de Justicia, entre ellos Domingo Juan Sesín, el mismo que en 1978 firmó una solicitada a favor de la dictadura. Hoy defienden a “Contac Center”, una empresa “tercerizada”, y a la misma Telefónica contra el reclamo de un trabajador que exigía los derechos que le corresponden por ser telefónico. Este trabajador, que fue despedido, trabajaba vendiendo servicios de Telefónica. Los jueces, nada menos que del TSJ, consideran que “son dos empresas diferentes y con tareas bien delimitadas”, con lo que no regiría ningún derecho incluido en el convenio telefónico. Con esto avalan una práctica común de las grandes empresas para abaratar costos, violando derechos históricos de los trabajadores.

Recientemente presentamos un reclamo judicial contra mi despido, discriminatorio y antisindical, realizado por la empresa Iveco. Seguiremos dando la pelea también en este terreno, pero no alcanza sólo con una lucha legal. Poco podemos esperar de esta justicia. Por eso la acompañaremos con la movilización callejera y batallando contra este régimen político y judicial organizado contra la clase obrera.

Mi candidatura en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores está al servicio de denunciar y luchar también contra esta justicia patronal, y será uno de los puntos centrales que levantaremos en la campaña.