logo PTS

Neuquén

El discurso reaccionario de los grandes medios

PTS Neuquén

13 de noviembre 2008

El uso de las palabras no es inocente. Por ejemplo, la desaprobación obvia que expreso si digo que mi vecino es un borracho, contrasta con la comprensión del más objetivo “es alcohólico”. Uno de los grandes secretos (que ya es un secreto a voces, en realidad) de la reproducción del sentido común por parte de los medios de comunicación en particular y de todas las usinas de ideología oficial en general, tiene que ver con que la gente piense que cuando digo que mi vecino es un borracho, estoy diciendo que es alcohólico, es decir que las valoraciones negativas sobre tales o cuales situaciones son parte de la descripción objetiva del fenómeno en cuestión y no una opinión discutible en relación con el punto de vista y los intereses que se quieren defender. De esta forma las cosas son así como ellos las cuentan y punto. Por tomar un ejemplo, durante todo el período que va desde que Luigi Zanon apagó los hornos de la planta hasta la reapertura, el diario Río Negro se refería a los trabajadores ceramistas como los “ex obreros” de Zanon.

Esto quería decir que los trabajadores tenían que aceptar el cierre y los despidos, sometiéndose a la voluntad del patrón, que después de todo era el propietario de la fábrica y haciendo uso de ese derecho de propiedad quería dejarlos sin su fuente de trabajo.
Esto es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la toma de Confluencia. Las palabras clave de los diarios han sido: usurpadores, enfrentamientos, violencia, ilegalidad.

Nadie desconoce que muchos barrios neuquinos surgieron como tomas, sin embargo, la toma se ha transformado en un hecho demonizado por los gobiernos provincial y municipal y por los medios de comunicación. Al decir que los vecinos sin techo son “usurpadores” el diario Río Negro (ver pág 14 del 16-10) está diciendo, en primer lugar que están fuera de la ley, por ende, en segundo término, que merecen y deben ser reprimidos y por último que el derecho de la gente a tener una vivienda está subordinado al de la propiedad privada, aunque estemos hablando de terrenos públicos.

El segundo elemento a considerar es el tratamiento de la represión. El mismo 14 de octubre, La Mañana de Neuquén nos hablaba de “duros enfrentamientos” en el barrio Confluencia. Porque donde hay una acción “ilegal” protagonizada por miembros de los sectores más precarios de la clase trabajadora, no hay represión sino “enfrentamientos”. Al hacer de la usurpación el carácter central de la toma y por ende hacer hincapié en su “ilegalidad”, la represión no es tal sino que es una justa respuesta para restablecer el orden. De esta forma, se diluye un hecho represivo escandaloso dentro de una dinámica en la cual la policía no reprime sino que se limita a responder los ataques de los inadaptados usurpadores y manifestantes. Estas operaciones ideológicas, groseras pero efectivas, tienen el objetivo de dividir a los trabajadores entre los que respetan la propiedad privada y las leyes y los que usurpan, violan la ley, se enfrentan con las fuerzas del orden, etc, diluyendo los intereses comunes que unen a todos los asalariados, precarios y desocupados. De esta forma, tanto el gobierno provincial como el municipal buscan conformar una base de apoyo reaccionaria entre los sectores de “clase media” que despotrican tiernamente contra los que violan la propiedad privada.
Nuestro punto de vista es el opuesto al de los grandes medios. Hacemos explícita nuestra toma de posición por los trabajadores y el pueblo, sin falsas neutralidades.

Sostenemos que esta es la única forma de objetividad posible. Al tomar posición en los conflictos que laceran a la sociedad burguesa mostramos cuáles son sus contradicciones profundas y echamos luz sobre los aspectos que los grandes medios ocultan.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: