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MOVIMIENTO OBRERO

Yo acuso: denuncias desde adentro

En mi sector tienen máquinas de más de 60 años que no tienen parada de emergencia, donde levantamos 120 kilos manuales. Yo tuve un accidente con una cubierta que me desprendió el tendón. Tengo el alta médica del médico que me operó, pero ellos me niegan el ingreso a planta.

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28 de febrero 2013

ZONA NORTE GBA – NEUM˜áTICOS

“Nos usan como material descartable”

En mi sector tienen máquinas de más de 60 años que no tienen parada de emergencia, donde levantamos 120 kilos manuales. Yo tuve un accidente con una cubierta que me desprendió el tendón. Tengo el alta médica del médico que me operó, pero ellos me niegan el ingreso a planta. La ley autoriza a que la empresa me otorgue tareas adecuadas. Pero hoy no cobramos y tenemos familias que mantener. La empresa se juega a que se venza la reserva de puesto para que quedemos en la calle. Nos están discriminando.

Muchos compañeros tienen enfermedades pero no las declaran: se inyectan todas las semanas Flexicamin B12 (un analgésico), y siguen trabajando con hernia de disco para no denunciar y terminar afuera.
Hay muchas enfermedades ligadas al trabajo en el neumático. Hernias umbilicales, inguinales, tendinitis, desgarro de tendones. Somos personal de descarte para FATE. En 3 o 4 años terminás roto.

Lo que hacen es explotar a la gente, usarla, romperla y descartarla. Te dicen “atrás tuyo hay 200 para empezar a trabajar”.

En FATE hay muchas máquinas viejas. Nosotros hicimos una denuncia y una inspección clausuró el sector una semana, pero no modificaron ninguna máquina ni nada.

En estos años de boom automotriz ha subido la producción y los ritmos de trabajo. Y la seccional del Sindicato hace la vista gorda.

Ahora nosotros empezamos con un fondo de lucha, vamos a hacer festivales y una campaña contra la precarización y contra estas condiciones laborales que nos enferman, para dar una lucha por mi caso y todos los que están en la misma situación.

El mensaje para los compañeros es que si todo sigue así el día de mañana van a estar rotos y ninguna empresa los va a tomar. Siempre vamos a ser material descartable. Hay que luchar junto a los que ya lo están haciendo en otras fábricas.

Sebastián, trabajador del sector tractor de FATE


CABA - TALLERES CLANDESTINOS

“El polvillo nos arruina los pulmones”

La enfermedad que más sufrimos los inmigrantes que trabajamos en talleres clandestinos es la tuberculosis por el tema del polvillo, porque muchos patrones no te dan el barbijo para que los trabajadores nos coloquemos. Entonces la mayoría se enferma mucho de tuberculosis, neumonía y pulmonía. El polvillo sale de la tela que costurás en las máquinas y se te mete en los pulmones. Y la alimentación también es muy mala, eso no ayuda. El contagio de la tuberculosis es rápido,sobre todo en las viviendas, acá en las villas donde las viviendas son muy pequeñitas y donde vive mucha gente, muchos hijos, así como en donde trabajamos que son lugares chicos, cerrados sin ventilación.

El año pasado, para pagar todo, tuve que trabajar todos los días hasta las 11 de la noche. Un día no podía más, fui al hospital y me detectaron que tenía un mioma en el útero, era grande. La médica me dijo que seguía creciendo por el hecho de trabajar sentada. Dejé de trabajar algunos días y no me pagó nada.

Trabajadoras textiles


GARÍN - GR˜áFICA (DONELLEY)

“El gremio está ausente”

Tengo 34 años, 10 de fábrica y 4 hernias de disco. Es evidente que mi problema de salud se debe a las condiciones en las que fui obligado a cumplir mis tareas. Hoy mi cuerpo me está pasando factura por tener que empujar carros de más de 300 kilos, por tener que manipular tachos de 200 litros para embalar cargas de residuos peligrosos, hasta pasar largas jornadas de hasta 12 horas diarias cortando el pasto con una desmalezadora, sin tener relevo por 6 años.

Luego de haber estado con licencia médica, cuando quise retomar mis tareas, la empresa me quiso comprar con dinero para que me fuera, sin importarle mi futuro ni el de mis 4 hijos. Como no acepté su chantaje me amenaza con despedirme, argumentando que está cansada de pagarle el sueldo a gente que ya no puede trabajar normalmente. Como siempre, el gremio está ausente. Nunca se entera de nada o no le importa que la patronal nos use y después quiera largarnos a la calle cuando ya no le servimos. Por su falta de inversión, son nuestros cuerpos los que pagan. Todos los trabajadores estamos expuestos a sufrir lo mismo que hoy me toca a mí.

Moonchy, obrero de Donelley


LÍNEA ROCA – FERROVIARIOS

Hernias de disco, turnos rotativos y estrés

C.V.: Yo tengo un problema de salud, que se agravó, por lo que hoy tengo 2 hernias de disco, y por parte de la empresa recibí malos tratos a través del servicio médico. Hicieron caso omiso de las recomendaciones del traumatólogo de la obra social, que decía que yo ya no podía hacer más trabajos de fuerza. La empresa me dio el alta para seguir en vía y obras, volví a trabajar y ese mismo día me resentí de la lesión.

B.: El primer inconveniente que se nos presenta a los guardabarreras es el turno rotativo. Es casi imposible organizar tu vida, horarios y espacios para esparcimiento, estudio, deporte, y, sobre todo, tu vida social. Esto trae aparejado múltiples inconvenientes con respecto a la personalidad y la convivencia ya sea de pareja, con los hijos, familia y amigos en general. El estrés provocado por los nervios propios de nuestra especialidad debido a la falta de infraestructura en materia de seguridad hace que vivamos constantemente al borde de una tragedia.

A.D.: Creo que mucho de lo que sufríamos estando tercerizados no cambió, seguimos teniendo un baño químico que limpian cada 15 a 20 días y cuando hace mucho calor no se puede entrar, no se puede estar ni a 15 metros por el olor que largan; tenemos una covacha chica, afuera todo barro el día que llueve, no tenemos capas, no tenemos un reflector para la noche, yo creo que es un poco más de lo mismo.


ROSARIO- GENERAL MOTORS

“Nos declararon la guerra”

Los que trabajamos en GM tenemos fecha de vencimiento. Y es por los altos niveles de volumen y ritmos de producción, ya que estos nos acarrean serios problemas físicos y psíquicos que no podemos soportar. No sólo el maltrato, sino la tendinitis, las hernias, la artritis y los hombros sacados de lugar, cosas que no te reconocen como enfermedades laborales. Y el desamparo gremial nos deja a merced de esta patronal superexplotadora. Los que ya tenemos una antiguedad de entre 6 y 8 años ya estamos todos rotos o al borde de lo obsoleto, por lo que te despiden. Y la empresa no invierte ni un centavo para mejorar nuestra calidad de trabajo, todo lo contrario, achica cada vez más presupuesto para precarizar y obtener más ganancias a costillas nuestras, considerándonos “descartables”. Y las consecuencias parecen las de una guerra: el 10% de la fábrica, casi 400 trabajadores por día, tiene lesiones y va al servicio médico, donde te dan turno para horas después, porque están saturados.

Corresponsal


LA MATANZA - ALICORP (EX JABÓN FEDERAL)

“Obrero roto y mal parado”

“Hace 7 años entré a trabajar y estaba bien. Hoy tengo 33 años y cada mañana despierto con un terrible dolor en la cintura que me mata. Parezco de 60”.

La tendinitis también se metió en nuestros brazos. Pero la ART dice que no cubre ese tipo de enfermedades.

La repetición del movimiento en las líneas de producción tirando 75 jabones por minuto, levantar 1 bolsón de casi 20 kg de jabón en polvo cada 10 segundos nos torció la espalda, escaleras interminables para subir y bajar una torre de casi 40 metros, y un polvillo permanente que nos obliga a respirar esa soda cáustica que llevan como materia prima los productos, en poco tiempo nos dejan hecho un obrero roto y mal parado.


CÓRDOBA – AUTOPARTISTA

“La fábrica nos está moliendo”

Uno de los chicos estuvo 3 años y me decía: “no sabés lo que es no tener fuerza en los brazos, cuando nació mi hija no la pude tener en brazos”. No tenía fuerza en los hombros, ahora no está laburando, ni él ni otro compañero que también estaba para atrás. A otro de los pibes lo tuvieron que operar y estuvo un tiempo de carpeta, ahora volvió a la fábrica. Dice que tiene un poco más de fuerza pero que no es como antes. Encima está ahora en el mismo puesto que le dio la tendinitis. Tiene que usar todo el tiempo muñequeras. No la ve bien él, sabe que no va a aguantar mucho. Las mujeres tienen problemas en los codos: tienen que tener en el aire una máquina que es muy pesada, con movimientos repetitivos manteniendo el peso constante. El puesto de salud cierra a las tres de la tarde. A partir de ahí no tenés ni una aspirina. Solamente si te pasa algo grave te llaman a la ambulancia para que te vea. Se trabaja hasta las 23 así que son ocho horas sin enfermería. El esfuerzo lo haces con las muñecas sobre todo, dándole mucha presión. El dolor se siente como agujas que pinchan los brazos. Así todos terminan arruinados muy rápido.


ROSARIO – INDUSTRIA METALÚRGICA

Un circo de esclavos

Ser metalúrgico en Rosario es como ser equilibrista en un circo de esclavos donde los únicos que se divierten son los dueños. El trabajo es duro, pesado, cruel, extorsivo y opresor. Altas temperaturas y dispensers que no dan abasto. Ritmos que aumentan semana a semana hasta que el cuerpo (y las máquinas) no da más. Aprietes ante la primera falta que no puedas justificar. “Pedidos” de cambios de turno o directamente de contrato (de lunes a lunes) cuando sabemos que si nos negamos quedamos afuera. Categorías que no llegan nunca aunque tengas 7, 8 o 10 años en la fábrica y cuando llegan son una burla ($1,50). No nos brindan las herramientas o ropa necesaria para desarrollar nuestras tareas. Contratos por agencia durante 2 y hasta 3 años en forma ilegal y encima nos encontramos solos, abandonados. No tenemos quien hable por nosotros, quien nos defienda y luche por nuestros derechos. No se puede vivir con un sueldo básico de $3200. Que vivan ellos con eso a ver si pueden. Que intenten trabajar una sola jornada en nuestras condiciones.


NEUQUÉN - HOSPITAL CASTRO RENDÓN

Hospital insalubre

Soy camillero tengo 27 años y hace 4 años trabajo en el Hospital Castro Rendón. Hace unos días me diagnosticaron doble hernia de disco. No soy el único. Compañeros míos más grandes están operados de la columna, están con certificados por enfermedades laborales, la mayoría termina con la espalda rota.

Sufrimos en nuestro cuerpo el agotamiento por las insalubres jornadas laborales, producto de la falta de personal y los bajos salarios.

Trabajamos horarios rotativos y por la falta de personal nos vemos obligados a hacer recargos y a veces hasta 7 veces al mes trabajar 16 horas.

En el Sistema de Salud los recargos siempre existieron pero desde hace años la realidad es que por la falta de personal y los salarios paupérrimos, que no llegan a fin de mes, recargarse es una obligación y no una opción!!

Federico Falcón, camillero

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