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Y los sentaron

El jueves 23 hubo otra movilización masiva del movimiento estudiantil por sus justas demandas. La represión fue brutal: los mismos periodistas decían que nunca había sido tan fuerte, intoxicando la zona con gases lacrimógenos. En los días previos el Ministro de Hacienda volvió a rechazar la educación gratuita. Aún así, los dirigentes burocráticos de las organizaciones estudiantiles en la CONFECH, la CONES y la ACES, fueron sentados por el gobierno en su mesa de diálogo.

Nicolás Miranda

6 de octubre 2011

El jueves 23 hubo otra movilización masiva del movimiento estudiantil por sus justas demandas. La represión fue brutal: los mismos periodistas decían que nunca había sido tan fuerte, intoxicando la zona con gases lacrimógenos. En los días previos el Ministro de Hacienda volvió a rechazar la educación gratuita. Aún así, los dirigentes burocráticos de las organizaciones estudiantiles en la CONFECH, la CONES y la ACES, fueron sentados por el gobierno en su mesa de diálogo.

Incluso siendo que en muchas federaciones y asambleas de base de universitarios, secundarios y técnico-profesionales se había reafirmado la lucha por la educación gratuita y rechazado la mesa de diálogo. Fue el caso de la USACH, donde se llegó incluso a un hecho inédito y necesario: se pidió la destitución de la dirigencia del PC y la Concertación. Finalmente, en la votación del pleno de la Federación, no se logró, pero por un escaso margen de 24 (que rechazó la destitución) contra 17 votos (que la aprobó), un significativo bloque de disidentes contra las políticas burocráticas.

Incluso contamos con las encuestas nuevamente favorables a la lucha estudiantil: según la última encuesta CERC el 89% apoya sus demandas.
Y no es todo.

El Gobierno ya se pronunció: no a la educación gratuita

La dirigencia burocrática destacó que “impuso” la discusión de educación gratuita: que la reunión del 5/10 iniciaba con esa discusión y la presentación de un documento que demuestra su posibilidad. Y nuevamente volvieron a pedir claridad en la postura del gobierno.
Se trata de un saludo a la bandera, un gesto vacío. Posan de izquierda. Pero es sólo en el discurso. Porque el gobierno ya fue claro y transparente: rechaza la educación gratuita.

Al lado de la burocracia de la JJ.CC. y la Concertación, surgió una burocracia de izquierda: los colectivos populares que dirigen las federaciones de regiones también se sentaron a la mesa de diálogo; también lo hicieron desconociendo votaciones de asambleas de base.

¡Fuera la burocracia estudiantil! ¡Abajo la mesa de diálogo!

Hay que sacarse de encima a la burocracia estudiantil. Para eso, hay que unirse en un bloque todos los estudiantes de base, colectivos, organizaciones y corrientes que están dispuestos a dar esta pelea y avanzar en la lucha por la educación gratuita, que sí es posible. El mismo documento que presentará la CONFECH lo demuestra. Pero no están dispuestos a llevar esta lucha hasta el final.

Hay que poner en pie una Asamblea General de Lucha de universitarios, secundarios y profesores, basada en la democracia directa estudiantil, con delegados revocables, rotativos y con mandato de asamblea, que ponga como piso mínimo para cualquier negociación la educación gratuita ahora para todos.

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