– Plan de viviendas bajo control de los trabajadores, financiado con impuestos progresivos a los grandes empresarios y terratenientes y el no pago de la deuda externa
– Urbanización inmediata de todas las villas y asentamientos de acuerdo a un plan elaborado con los pobladores
– Salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar, indexado de acuerdo a la inflación. Los alquileres no deben representar más del 20% del salario mínimo
– No a los desalojos
– Reforma urbana sobre la base de la expropiación de las grandes propiedades en manos de la Iglesia, los grandes grupos inmobiliarios y la banca para asegurar techo a quien no lo tiene.