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Desde el surgimiento con peso dirigente de la “izquierda independiente”, referenciada en la UBA en la corriente “La Mella” (Marea Popular), podemos decir que ocuparon en la Universidad el espacio político del kirchnerista crítico. El que apoyaba “lo bueno” y criticaba “lo malo”.

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12 de septiembre 2013

Desde el surgimiento con peso dirigente de la “izquierda independiente”, referenciada en la UBA en la corriente “La Mella” (Marea Popular), podemos decir que ocuparon en la Universidad el espacio político del kirchnerista crítico. El que apoyaba “lo bueno” y criticaba “lo malo”. Los que, sobre la lógica de apoyar al gobierno contra la derecha, veían con buenos ojos el impulso de la asignación universal por hijo, la ley de medios, la pelea con Clarín o la disputa con el campo por la 125. Los compañeros/as de La Mella, nunca tuvieron una ubicación política independiente aunque en su sello aparezca tal definición y, por eso mismo, lograban agrupar a un sector del estudiantado para el que era demasiado cruzar la barrera al Kirchnerismo orgánico, aunque veían la necesidad de acompañarlo en algunas de sus “batallas”. El giro derechista de cristina que contó con el guiño a los fondos buitres, la defensa por vía de la represión al acuerdo con la yanqui Chevron, el coqueteo con el vaticano, la designación de sabidos represores al frente del ejército y una larga listas de etc., empieza a dejar huérfano de representación política a este sector que se ubicaba en un kirchnerismo critico por “izquierda” y es uno de los motores de la debacle de la “izquierda independiente”.

Si es posible afirmar que desde el año pasado comenzó una experiencia de sectores de las clases medias y del movimiento obrero con el gobierno K, que se expresó en la caída electoral del Kirchnerismo en las PASO y previamente en las movilizaciones callejeras del movimiento obrero y las clases medias, el desplome de La Mella al frente de los principales centros de la UBA, responde al mismo fenómeno. El agotamiento del ciclo kirchnerista no es un caso aislado en Latinoamérica sino que, con matices, parece ser parte de una experiencia más general que las masas vienen haciendo con los gobiernos post neoliberales como el chavismo y el MAS en Bolivia.

La Mella supo ser la abanderada de un latinoamericanismo progresista, hoy está en crisis como proyecto político: la muerte de Chávez y la crisis del régimen bolivariano, y la situación del gobierno de Evo Morales que enfrentó incluso a los trabajadores organizados en la COB, evidencian el rol componedor de estos gobiernos, haciendo cada vez más difícil que el proyecto de estos “socialismos del siglo XXI” entusiasmen a una juventud que incluso empieza a enfrentarlos en sus propios países.

Izquierda “independiente” o “en la pendiente”

La gran elección que realizamos desde los frentes de izquierda que impulsamos en toda la UBA, responde en gran medida a este proceso mencionado anteriormente, aunque no se explica sólo por ello. La “izquierda independiente” había asumido sus puestos apoyándose en la reivindicación de supuestas “nuevas prácticas”, con cierto aire anti-institucionalizador y buscando mostrar una nueva forma de construcción política que venía “desde abajo”. El ascenso en poco más de 2 años a la conducción de varios centros y de la propia FUBA, combinado con la falta y negación de una estrategia de autoorganización del movimiento estudiantil, los empujó al mismo lugar al que estaban (en la cabeza de algunos distraídos) llamados a transformar.

Prácticas burocráticas, resoluciones tomadas en mesas chicas, el impulso cada vez más acotado y regimentado de las instancias de base, fueron la expresión más abierta de esa deriva. El desplome de La mella no puede entenderse sin valorar en su justa medida este hecho que acompañó su adaptación política al progresismo Kirchnerista realmente existente.

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