La crisis de la salud que vemos todos los días por los medios demuestra que faltan hospitales, médicos, enfermeras, insumos.
Pero esto no es sólo particular de los nosocomios de la Capital Federal. En el Hospital Diego Paroissien de Isidro Casanova hace más de seis meses que no hay anestesistas y los únicos que había de guardia acaban de renunciar porque no llegan a vivir con lo que ganan. A esto hay que sumarle la falta de insumos, la precarización laboral de los compañeros becados y estudiantes, los interminables módulos que trabajan las compañeras enfermeras, las condiciones de inseguridad y exigencia debido al poco personal y, por si fuera poco, que el salario no alcanza a cubrir la canasta familiar. A su vez, el Hospital del Km 32 está sufriendo un plan de vaciamiento desde hace meses, con cierre de servicios día a día. (…)
Para luchar por la defensa de la salud pública es necesario el aumento inmediato del presupuesto de salud en base al no pago de la deuda externa a (en estos momentos ya hay un superávit enorme). A su vez, para que todos los trabajadores de la salud tengan un salario igual a la canasta familiar, se logre el pase a planta permanente de los becados y contratados, es necesaria la unidad de todas las luchas que están protagonizando los trabajadores docentes, judiciales, estatales y de la salud en un plan de lucha unificado.

Corresponsal