Después de tres días de negociaciones con el decano kirchnerista Caletti, días en los que no dio respuesta a los principales reclamos planteados, una asamblea de más de mil estudiantes de Sociales votó seguir tomando la facultad y un plan de lucha, para conseguir una solución definitiva al conflicto.

En 37 días de lucha las agrupaciones kirchneristas y el propio decanato se han encargado una y otra vez de intentar deslegitimar nuestra lucha y las herramientas que nos damos para potenciarla. A pesar de eso, en Sociales somos miles los que enfrentamos la política del gobierno, y esa es nuestra mayor fortaleza en momentos decisivos de la lucha. A pesar de sus convocatorias por las redes sociales y sus publicaciones en los blogs kirchneristas, las agrupaciones del gobierno tuvieron que levantar el abrazo al edificio que convocaron contra las medidas de lucha. Después intentaron nuevamente sin éxito convencer a la asamblea de levantar la toma. Un pobre puñado de estudiantes convocados por los peronistas y radicales se retiró cuando más de mil estudiantes de forma contundente levantamos nuestras manos para seguir con la toma.

Hasta ahora los pasos que fuimos dando los conseguimos con nuestra organización y nuestra lucha. Pero como discutió la asamblea, necesitamos pegar un salto y romper el cerco mediático de los medios opositores y oficialistas, que intentan ocultar que en Filosofía y Letras y en Sociales hay un fenómeno profundo, el de una nueva juventud que se organiza de manera independiente del gobierno y de la oposición sojera, en defensa de la educación pública. Por eso el jueves desde las 18 horas, como votó la asamblea, cortaremos la Avenida Corrientes y 9 de Julio para realizar una masiva acción estudiantil, para sacar nuestro conflicto a las calles y reinstalar en los medios la crisis estructural de la educación de las cuales tanto los K como la oposición patronal son responsables.

Es de destacar también que anoche Sociales respondió a la altura de una provocación. Mientras Cristina desde Alemania se jactaba de ser el gobierno que “paga todas sus deudas”, reafirmando que su política es destinar millones de dólares a la deuda externa a costa de la educación, la salud y el trabajo, Caletti y sus funcionarios utilizaban la mesa de negociación como una tribuna lapidaria contra el movimiento estudiantil combativo que se enfrenta a la destrucción de la educación pública. Lo que está en disputa es si Caletti y las agrupaciones K van a poner a Sociales para servir al proyecto K de país o si el movimiento estudiantil combativo va a profundizar su pelea con independencia política del gobierno y de la oposición patronal, en defensa de la educación pública y junto a los trabajadores. Ayer la asamblea de Sociales ratificó el camino de la independencia política.