En las reuniones de JI ampliadas y en las asambleas viene cobrando fuerza la importancia que tendrá el próximo abrazo, que hasta el momento sería el 14 de julio, si es que no se atrasa la medición del IPC por la crisis sanitaria de la pandemia. La publicación del primer índice de precios de consumo posterior a las elecciones y en medio de los cambios de Gabinete que hasta la salida de este número mantiene todos los fueros del “piantavotos” Moreno, le dan al próxmo abrazo una importancia mayor.

El camino quedó demostrado en el abrazo anterior, cuando recibimos el apoyo impresionante del Movimiento de los Estibadores Portuarios de Pie, que vinieron en gran número y así pudimos torcerle el brazo a la patota desdibujándole su contra-acto y desmontando su provocación. En esta ocasión el apoyo deberá venir de nuestra propia Central. La CTA y ATE tienen que estar con sus dirigentes más importantes a la cabeza, junto a todos los sectores de trabajadores y organismos de derechos humanos que podamos convocar.