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Terminar con el trabajo esclavo

El 3 de junio fueron allanados 8 talleres textiles clandestinos en Laferrere y Villa Celina, y se encontraron 14 personas – inmigrantes bolivianos y peruanos – reducidas a la servidumbre y menores de edad. Algunos de los trabajadores y vecinos del lugar fueron reprimidos cuando intentaron evitar que la policía se llevara las máquinas y los detenidos.

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10 de junio 2010

Terminar con el trabajo esclavo

El 3 de junio fueron allanados 8 talleres textiles clandestinos en Laferrere y Villa Celina, y se encontraron 14 personas – inmigrantes bolivianos y peruanos – reducidas a la servidumbre y menores de edad. Algunos de los trabajadores y vecinos del lugar fueron reprimidos cuando intentaron evitar que la policía se llevara las máquinas y los detenidos.

Curiosa forma de terminar con el trabajo esclavo. Reprimir y dejar en la calle a quienes, obligados por los talleristas -socios menores de los empresarios textiles- y por miedo a quedar sin trabajo, sin vivienda y hasta en la cárcel - la mayoría no tienen documentos-, intentaron impedir los allanamientos. Mientras, las ganancias de quienes se enriquecen utilizando trabajo esclavo en los talleres y con el trabajo a domicilio de muchos de esos costureros siguen siendo garantizadas.

Empresarios textiles, patrones esclavistas

En la industria textil el trabajo esclavo está a la orden del día. Más del 70% de los trabajadores estamos en negro y los empresarios se garantizan altas ganancias utilizando trabajo superexplotado. Extensas jornadas de trabajo (14-16 hs.), malas condiciones de higiene y seguridad, hacinamiento. Los salarios son una burla: por una prenda que se vende a $30, recibimos 30 centavos.

Muchos son traídos mediante engaños y acá se los retiene a la fuerza. También forma parte de este sistema de explotación el trabajo infantil. Más de 80 marcas (Kosiuko, Montagne, Soho, Adidas, Mimo, Nike) han sido denunciadas por usar mano de obra esclava y, sin embargo, no hay ningún empresario condenado.

Una situación nada nueva

En 2006, el incendio de un taller textil del barrio porteño de Caballito, en el que murieron 6 personas encerradas, sacó a la luz esta situación. Hoy, nada ha cambiado: 5.000 talleres siguen existiendo en la Ciudad de Buenos Aires, mientras otros tantos se mudaron al gran Buenos Aires (Villa Celina, fue uno de los elegidos por su cercanía con La Salada). Los empresarios y talleristas para hacer circular las prendas sin problemas coimean a la policía con ropa.

El Estado y los dirigentes sindicales cómplices

El Estado (el nacional y el de la Ciudad) sabe que existe el trabajo esclavo, y no solo no hace nada por combatirlo sino que pretende hacer responsable de la precarización laboral a los mismos trabajadores. Anibal Fernández declaró al día siguiente, en relación al efecto Kraft en las paritarias: “Si se le diera ese porcentaje (35%) a los trabajadores de la industria textil podría suceder que aparezcan más talleres clandestinos”.

La dirección del sindicato textil no nos considera como trabajadores y no mueve ni un dedo por nuestros derechos. Y el Estado también es responsable de no otorgar de manera rápida y gratuita los documentos, imprescindible para conseguir trabajo en blanco.

Necesitamos medidas urgentes

Solo la organización independiente del Estado y las patronales (grandes marcas y talleristas), y en unidad con los trabajadores argentinos garantizará la resolución de nuestros problemas. Exijamos a la CTA, que hizo un encuentro con la COB y que tiene relación con funcionarios del MAS, que ponga su organización a disposición de los trabajadores con el objetivo de llevar adelante un plan de lucha serio contra el trabajo esclavo y los explotadores que lo generan. Un plan de lucha que no pare hasta conseguir:

Trabajo bajo convenio y en blanco.

Salario igual a la canasta familiar.

Jornada de 8 horas.

Documentación universal, gratuita y amnistía.

Costureros del PTS

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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