El gobierno sostiene en su relato que la minería a cielo abierto es un avance para el desarrollo y el progreso. Tiran grandes cifras de creación de empleo, pero según los datos del propio INDEC, en Catamarca la minería creó unos 1400 puestos de trabajo, aunque se incluye en ese número a todas las canteras, minas de roca, y demás emprendimientos.

“La megaminería -expresa la ambientalista Lucía Sosa en el blog Zonda en Altura, desde Mendoza- es un sistema bastante cerrado que casi no genera ‘derrame’ económico, ni siquiera en lo que respecta a la creación de puestos de trabajo, ya que al encontrarse condicionada a la utilización de tecnologías de punta, es una de las actividades productivas que menos mano de obra emplea. Un ejemplo de esto es la empresa La Alumbrera, uno de los emprendimientos más grandes de Latinoamérica, que emplea un promedio de 800 personas. A su vez, la contaminación provocada en la zona imposibilita la realización de otras actividades, sobre todo las relacionadas con la agro-ganadería y la pesca. Y para que estos mega-emprendimientos puedan funcionar requieren de una utilización abrumadora de los recursos energéticos y del agua, desestructurado las economías y los hogares de la región”.

Desde los pueblos, los testimonios lo ratifican. Fredi, de Proeco, nos cuenta: “hace quince años de explotación de Minera Alumbrera en Belén, Andalgalá y Santa María y el desarrollo nunca llegó. Basta andar por la ciudad para ver pozos por todos lados. Catamarca es una de las provincias más pobres, una de las más retrasadas tras estos años de explotación minera. Está demostrado a nivel mundial que no hubo progreso ni desarrollo sino que trajo conflictos sociales y ni hablar de la contaminación. Respecto al trabajo que se genera, sólo al principio, cuando se hacen las obras”.

Y Giovana, activista de Amaicha del Valle, agrega: “el desarrollo es mínimo porque prometieron mucho cuando abrieron. Pero tras 15 años, es un reguero de miseria y contaminación ha echado por tierra las ilusiones de los pueblos de trabajo y progreso. En Tucumán tenemos el saldo además de la contaminación sufrida por la rotura del mineraloducto que atraviesa la provincia. Prometieron trabajo para todos y es mentira. Se les acabó la licencia social”.

Otros datos del mismo INDEC, pero para todo el país, y según la Encuesta Nacional Minera del 2010, arrojan que son unos 23.000 los trabajadores vinculados a la minería, aunque una vez más no sólo se trata de trabajo en la mineras de oro y plata, sino en toda la actividad minera: caleras, piedra laja, canteras, etc., que son, vale decir, las de más empleo.

Sin olvidar que las mineras no permiten y atacan de manera permanente toda organización sindical que pretenda considerarse como tal. La CTA lo viene sufriendo en la Barrick Gold, donde son perseguidos sus delegados.

H.E.