Mientras tenemos que concretar el plan de acción por el salario y las condiciones laborales en las paritarias para aprovechar el “efecto 35” impuesto por los obreros de la alimentación, algunos dirigentes del Cuerpo de Delegados, están impulsando la entrada a la CTA a través de la afiliación individual y poniéndola a votación en algunos talleres sin abrir el menor debate de cara a todos los trabajadores del Subte. Peor aún, al cierre de esta edición, nos enteramos por un comunicado (ver agenciacta.org.ar) que Beto Pianelli iría en una lista con el dirigente de FOETRA, Claudio Marín y del neumático Pedro Wasiejko en las elecciones de la FETIA (privados de la CTA), de la cual anuncian que ya sería parte el nuevo sindicato del Subte (AGTSyP), sin que se haya discutido nunca en ninguno de nuestros organismos.

Desde hace meses, insistimos en la necesidad de un debate democrático. Incluso propusimos un congreso o asamblea de fundación de nuestro sindicato, para abordar definiciones de programa, estatutos y la elección de comisión directiva en forma transparente. Reconocido o no por el gobierno, nuestra herramienta de lucha tiene que funcionar con la democracia de los trabajadores. Nuestra propuesta no prosperó y hoy estamos ante un nuevo debate que parecería que tenemos que tomar de apuro. La dirección de la CTA, por intermedio de Claudio Marín, también nos aconsejó “de apuro” firmar el acta con el ministro Tomada el año pasado y así nos fue... Ahora, ¿pretende la CTA que el sindicato, no reconocido por ese acta que avalaron, entre a la FETIA y a la Central sindical sin debate previo?

Si algo demostramos los trabajadores del Subte y nuestro cuerpo de delegados es que la democracia de los trabajadores, base de la unidad en la lucha y la movilización, fue el método más eficaz para lograr el histórico reclamo de la jornada de 6 horas, terminar con la tercerización laboral y dar pasos en poner en pie nuestra organización.

El “apuro” se plantea justo cuando la dirección de la CTA está dividida en dos fracciones que van a elecciones en septiembre: la de Yasky, actual conducción de la CTA, que está con Tomada y el gobierno que niega nuestro reconocimiento y que está confluyendo con Moyano; y la de De Gennaro aliada a la centroizquierda patronal. El sector del cuerpo de delegados que impulsa la entrada a la CTA, no plantea hacerlo con una posición independiente de ambos sectores burocráticos y un programa de lucha. Sabemos de su simpatía por el sector “oficialista” de Yasky.

Por una política clasista en la CTA

Es importante tener en claro antes de cualquier decisión que los dirigentes de la CTA, mientras se reivindican portadores de un “nuevo sindicalismo” superador del modelo tradicional que conserva la CGT, no sólo permanecen al margen de las tendencias más progresivas del movimiento obrero sino que además Yasky-Marín, han estrechado lazos con Moyano y Tomada quien le viene haciendo todo tipo de favores a Fernández de la UTA. Mientras, el ala De Gennaro, se alineó con el campo en el conflicto agrario, junto a Pino Solanas y la oposición del grupo “A”. Como es evidente, “autonomía de los gobiernos y los partidos”....que es uno de los lemas de la CTA, ninguna.

Seguramente, los trabajadores del Subte no conocen ni el programa ni los estatutos de la CTA. Que en esta Central existen oposiciones antiburocráticas como el SUTNA San Fernando, el sindicato del neumático recuperado por los trabajadores de la dirección de Pedro Wasiejko (Sec. Gral. Adjunto de la CTA Nacional), luego de la lucha de los trabajadores de FATE, como agrupaciones y nuevos delegados que surgieron durante la lucha docente en varias provincias, como la de Neuquén donde hubo más de 12 semanas de paro, sin que la directiva de CTERA apoyara su lucha.
Estas, entre otras importantes cuestiones tenemos que ponerlas en discusión ante todos los trabajadores del Subte.

Si decidimos democráticamente el ingreso a la CTA, debe ser manteniendo nuestras mejores tradiciones y un programa claro, para luchar por la independencia del gobierno y de cualquier variante de oposición patronal, confiando en que sólo la lucha de los trabajadores y el pueblo pobre permitirá resolver nuestras demandas. Para luchar por echar a la burocracia sindical de nuestras organizaciones, estén afiliadas a la CTA o a la CGT. Esta es la tradición que defendemos los trabajadores del Subte que siempre peleamos para terminar con la burocracia de la UTA.

No hay posibilidad de democracia sindical mientras se mantenga esta casta privilegiada al frente de las organizaciones obreras. Nuestra perspectiva es la recuperación de los sindicatos de ambas centrales, desde sus organizaciones de base, para ponerlos al servicio de la lucha de clases y sostener la necesaria independencia del Estado sin lo cual la “autonomía” que pregona la “central alternativa” es un engaño. Tomando la lucha por la unificación de las filas obreras, por cuerpos de delegados de base que representen a todos, para terminar con la precarización y las divisiones impuestas en los ’90, que hacen de los sindicatos organizaciones antidemocráticas, donde sólo hay derechos, y retaceados, para una minoría de trabajadores en blanco. Esta también es parte de nuestras mejores tradiciones, cuando logramos el pase a convenio de los tercerizados.

Al mismo tiempo, tenemos que preparar nuestro propio estatuto que permita la representación de todos los compañeros, con proporcionalidad y sosteniendo el principio de que los dirigentes electos, luego de un mandato, vuelvan a trabajar, como Agustín Tosco en los ’70, ejemplo que continúan hoy los dirigentes del SOECN, inscribiéndolo en su estatuto y llevándolo a la práctica.

Estos son algunos puntos que proponemos para abrir un debate urgente de cara al conjunto de los trabajadores del Subte.