logo PTS

Córdoba

CORDOBA: A 90 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA

Se realizó el debate "La importancia histórica de la revolución"

Este jueves 8 de noviembre, ante más de 150 personas, se llevó a cabo el inicio de ciclo de actividades en conmemoración del 90° aniversario de la revolución rusa, organizado por el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx de Córdoba y el PTS.

PTS

9 de noviembre 2007

Este jueves 8 de noviembre, ante más de 150 personas, se llevó a cabo el inicio de ciclo de actividades en conmemoración del 90° aniversario de la revolución rusa, organizado por el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx de Córdoba y el PTS.

Bajo el título de “La importancia histórica de la revolución de 1917”, fueron panelistas Pablo Pozzi, historiador, docente de la UBA, autor de los “Los Setentistas” y miembro del Consejo Asesor del IPS, y Eduardo Castilla, integrante del IPS en Córdoba.

Pozzi inició su exposición señalando lo que, desde un punto de vista personal, había significado la revolución rusa. Tomó ejemplos para marcar como la revolución había entrado en la historia y había marcado la vida de diversas generaciones en todo el mundo, no sólo de intelectuales, sino también de trabajadores y de la población en general.

A la luz de esta significación, planteó que era preciso preguntarse si la revolución rusa había fracasado o no. Alrededor de este eje, desarrolló las que él considera que son las tendencias más comunes dentro de la historiografía existente en torno al levantamiento del 17’, señalando que todas tienen en común la condena a la insurrección de octubre, así como el establecer una continuidad mecánica entre el régimen de la república de los Soviets en sus primeros años y la burocracia estalinista posterior. Señaló como incluso algunas de esas corrientes han tendido a mostrar una continuidad, no sólo entre Lenin y Stalin, sino también entre este último y los zares.

Agregó la importancia de lo que llamó el “factor humano” de la revolución. Es decir, la importancia de la militancia política, de la formación durante años de los cuadros, de su ligazón activa al movimiento obrero. Expuso como este factor humano de la revolución había sido central en 1917 y como había disminuido en los años de la Guerra Civil, dando lugar a los arribistas y oportunistas en el seno del aparato del estado; que habían ingresado al mismo, como por ejemplo bajo la llamada promoción de Lenin, donde 100 mil nuevos militantes sin experiencia ni tradición ingresan al Partido Bolchevique, licuando en su seno el peso de los viejos elementos revolucionarios que habían participado en los momentos de preparación de la revolución y en la misma guerra civil. Marcó aquí un eje que actuó como disparador del debate posteriormente, al señalar que se había desarrollado en este marco una lógica dentro del partido bolchevique de aceptación de las ideas de la dirección del partido sin crítica alguna por parte de los militantes, es decir de un partido monolítico.

Respondiendo a la pregunta inicial por el fracaso o no de la revolución señaló que, en primer lugar, la revolución en cuanto proyecto emancipatorio mundial no se había desarrollado, lo cuál implicaba un límite, pero que sin embargo seguía siendo un escalón para esa lucha. Por otra parte añadió que la revolución, incluso a pesar de la burocracia estalinista, había mejorado el nivel de vida de las masas rusas en diversos planos.

Eduardo Castilla, por su parte señaló en primer lugar que la importancia histórica de la revolución rusa radica en la posibilidad de extraer lecciones para la actuación práctica hoy. Planteó que el marxismo siempre había intentado dar una respuesta a los principales problemas de su época, pero no como una teoría académica, sino como guía para la acción revolucionaria.

Luego desarrolló algunas de las enseñanzas centrales de la revolución desde el punto de vista del marxismo. Por un lado marcó como sólo la acción revolucionaria del proletariado, con el Partido Bolchevique a su cabeza pudo sacar a Rusia de la tremenda crisis social en la que se hallaba durante la guerra. Intentó graficar que es una revolución a través de la lectura de algunas citas de Diez días que conmovieron al mundo (John Reed) y de Historia de la revolución rusa (Trotsky). Al mismo tiempo mostró como la revolución daba las bases de un nuevo estado a través de los soviets. Por último y entrando ya en el debate, marcó que el Partido Bolchevique sólo se había convertido en un partido monolítico, sin debates ni discusiones, luego de la burocratización, que fue el resultado esencial de la combinación de factores externos (fracaso de la revolución internacional) con factores internos (agotamiento de la masas, exterminio de la vanguardia durante la guerra civil, etc.), que hasta ese momento, tanto antes como después de la toma del poder el bolchevismo había sido la historia de la lucha entre las diversas tendencia en su seno y que esa lucha en algunos momentos había amenazado con llevar a rupturas del partido.

Abierto el debate surgió la pregunta acerca de a qué se debían la virulencia de los choques entre el anarquismo y el bolchevismo durante los años de la guerra civil.

Ambos panelistas señalaron que había que dejar de lado toda visión idílica y simplista de lo que significa una revolución, mostrando que la guerra civil era el resultado del choque entre las diversas clases, llevado hasta el extremo. Al mismo tiempo se intentó mostrar, como más allá de los discursos ideológicos clásicos, el bolchevismo había intentando, incluso durante los años de la guerra civil, mantener una política que permitiera la expresión de las diversas corrientes que existían dentro del movimiento obrero.

Sobre este tema surgió un tercer eje de debate, luego de que Pozzi señalara que esta discusión puede ser útil a la hora de analizar los límites que tiene hoy la unidad de la izquierda. Castilla señaló al respecto que la historia del partido bolchevique y de los marxistas rusos mostraba en general que la unidad de las distintas corrientes se lograba o no en base a las coincidencias de estrategias. Que en la actualidad existían diversas estrategias en la izquierda así como habían existido en el movimiento obrero ruso durante los años previos a la revolución y que estas diferencias que, en los momentos de paz parecían pequeñeces, en momentos de choques abiertos entre las clases se convierten en políticas completamente opuestas que llevan al triunfo o a la derrota de la revolución.

Es evidente que los distintos debates que se dieron en la charla expresan la vigencia de la revolución rusa. Pretendiendo darle continuidad a este homenaje es que el próximo jueves 15/11, a partir de las 19 hs. en el Aula 1 del Pabellón Francia anexo proyectaremos el film de Contraimagen “Ellos se atrevieron”.

Corresponsal

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: