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Breves

Un “mariscal de la derrota” obrera

Saúl Ubaldini

23 de noviembre 2006

El 19 de noviembre murió a los 69 años Saúl Ubaldini, a consecuencia de un cáncer de pulmón.
Saúl Ubaldini simboliza toda una época de la burocracia sindical. Fue parte de la Comisión de los 25 y líder de la CGT Brasil que organizó paros contra la dictadura. Su padrino político fue Lorenzo Miguel, acusado en el ’83 de ser parte de un pacto sindical-militar. Esto explica que haya sido cabeza de la CGT, siendo dirigente de un sindicato de muy pocos afiliados, y que haya sido la máxima figura del sindicalismo argentino en los ’80. Ubaldini fue quien convocó a 14 paros generales contra las políticas de ajuste de Alfonsín, mientras colaboraba en la reconstrucción del peronismo en crisis, tras la derrota electoral de 1983. En la Semana Santa de 1987, compartió con Alfonsín el balcón de la Rosada, desde donde se desmovilizará al pueblo para pactar con los carapintadas la Obediencia Debida. El ministro Tomada lo reivindica así: “No puedo olvidarme de Saúl acompañando a Alfonsín en defensa de la democracia.” (Página/12 21/11/06)
Con Menem en el poder, la estrella de Ubaldini comenzó a eclipsarse ya que el riojano prefería a los “gordos” para su cruzada privatista que chocaba con la oposición –formal- del sindicalista. Pero fue Ubaldini quien impidió que las luchas contra las privatizaciones tuvieran una manifestación unificada contra la política menemista. Durante las masivas marchas de los trabajadores estatales, ferroviarios y telefónicos en abril del ’90, Ubaldini respondió a la multitud que exigía paro nacional que esperaran el “momento oportuno” que, por supuesto, nunca llegó. Su consecuencia fue la derrota de las luchas, el festival de despidos y privatizaciones, y el inicio del retroceso general de la clase obrera argentina en esa década.
Los dirigentes sindicales como Moyano tienen una nueva figura en su mausoleo de “dirigentes”, con quien pretenden darle algo de dudosa “gloria” a la tradición sindical que encarnan los responsables del matonaje de San Vicente. Para los socialistas revolucionarios, que siempre fuimos opositores al ubaldinismo como una expresión de la burocracia sindical, representa la ocasión para reflexionar sobre los “mariscales de la derrota” de la clase trabajadora: los dirigentes burocráticos peronistas que usurpando las organizaciones sindicales garantizan sus propios intereses, conspiran contra la lucha y evitan la independencia política e ideológica de la clase obrera.
La figura de Ubaldini no tiene nada para aportar a la nueva camada de luchadores. El fue en última instancia una consecuencia más de la dictadura: la burocracia fue una casta preservada por los militares –al igual que el peronismo y la UCR-, mientras toda una generación de dirigentes clasistas y combativos fue liquidada por desafiar al capital y a la burocracia en fábricas y empresas. Es en ellos donde están los ejemplos para inspirarse y en la coordinación de las luchas, las organizaciones de base y los dirigentes combativos del presente, donde se está forjando una nueva dirigencia obrera independiente del Estado y los partidos capitalistas.

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