El sábado 8 se hizo la segunda reunión convocada por el SUTNA San Fernando para discutir una política común de las seccionales, internas, delegados y activistas antiburocráticos. Estuvieron presentes, además de los compañeros de FATE, las internas de Kraft, PepsiCo, Donnelley, Lear, de la 60, AGD, AGR Clarín, Interpack, congresales de STANI, dirigentes electos de los SUTEBAS opositores de Matanza, Tigre y San Martín, del SITRAIC, delegados de prensa, estatales, del Subte, Ferroviarios del Sarmiento, y militantes de PO, PTS, MAS e IS entre otros. 

Ya en la primera reunión se había planteado un debate sobre una campaña por sólo 2 puntos: contra el impuesto al salario y por las asignaciones familiares para todos. La movilización al Ministerio de Trabajo del 24 de mayo fue unitaria y numerosa, y se habían comprometido a ampliar las consignas luego de la marcha. Pero esto no fue así. En la reunión volvimos a plantear la necesidad de ampliar el programa incluyendo en primer lugar - y al mismo nivel - la lucha contra la precarización laboral y las persecuciones que sufren los sectores independientes del movimiento obrero (como la defensa de los compañeros de Las Heras que están por ser juzgados) además de luchar contra los topes salariales del gobierno de Cristina. Los docentes del PTS del SUTEBA San Martín propusieron una campaña contra el fraude de la burocracia de Baradel, llevando el mandato de los docentes opositores de San Martin y Tres de Febrero.

Los compañeros de la Directiva del SUTNA San Fernando, plantearon otra vez que no veían la posibilidad de incluir estos puntos de demandas más que al pasar dentro de la declaración y petitorio que se propuso. Agregaron además como consigna central “Si el gobierno no elimina el impuesto al salario, que lo paguen las patronales”. Varios compañeros docentes y estatales dijeron que su patrón es el Estado, y que entonces hay que centrar el reclamo contra el gobierno que es quien pone el impuesto. Nuestra delegación (exclusiva de Zona Norte con la excepción de Claudio Dellecarbonara del Subte), de lejos la más representativa de la industria, planteó incluir los puntos que involucran al conjunto de la clase obrera. Es que los que pagamos ese impuesto somos minoría, un 30% de todos los trabajadores. Ya que la mitad o más de la clase obrera se encuentra precarizada o en negro, y no paga el impuesto al salario. Y el conjunto de los trabajadores sufrimos los topes salariales del gobierno y de la traición de la burocracia sindical, que deberían ser denunciados al mismo nivel que el impuesto al salario.

Javier Hermosilla de Kraft planteó además la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional de Trabajadores, en un estadio, para que puedan ir miles de compañeros y poner en pie un polo de oposición a la burocracia de las CGTs y la CTA.

El PO jugó en ese plenario un papel lamentable, defendiendo la idea de hacer una campaña a favor de que las patronales paguen el impuesto al salario y dejando las demás reivindicaciones de los trabajadores en un lugar totalmente secundario. Es un error muy grande: más del 70% de los trabajadores quedan por fuera de la campaña. Así por ejemplo los compañeros del SITRAIC (Sindicato de la Construcción) llevarán adelante una campaña aunque no los afecta ese impuesto sino el trabajo en negro, del que no se hablará. Los docentes de los SUTEBAS harán una campaña para que las patronales paguen el impuesto al salario, cuando su patronal es el Estado y nadie puede considerar que esa consigna los incluye y los llegue a movilizar. Nuestra delegación propuso una campaña “Por la eliminación del impuesto al salario, por las asignaciones familiares para todos, contra la precarización laboral, los topes salariales y las persecuciones”. Estas consignas podrían atraer más fuerzas a la campaña independiente. Cuanto más abarque el programa, más sectores podrán verse identificados y sumarse. El PO, que hace años se dedicó a organizar colaterales partidarias de trabajadores desocupados dejando de lado toda política hacia los obreros ocupados, esta vez dio un giro de campaña y puso toda su atención en los sectores más altos de la clase obrera, en desmedro de los más explotados y oprimidos para los que PO reserva consignas que son secundarias en la campaña que se puso en marcha. Los argumentos que repitieron los compañeros de PO fueron inentendibles para cualquier persona coherente. Los compañeros quieren hacer una campaña sobre los sectores más altos de la clase obrera subordinando los problemas de los compañeros más oprimidos que muchas veces están en las mismas fábricas, como bien lo explicaron los representantes de Acindar y Siderca. Pese a esto, la campaña, al levantar una demanda sentida por un sector de la clase obrera, es progresiva, aunque se perdió la posibilidad de hacer una gran campaña que tome las demandas de toda la clase obrera. Los compañeros del PTS apoyaremos esta campaña, pese a los límites impuestos y seguiremos bregando por un reagrupamiento amplio que se convierta en un polo de referencia antiburocrático a nivel nacional y por un programa que levante las demandas de toda la clase obrera.

Delegados del PTS de Kraft, PepsiCo, Donneley, Lear, PrintPack, Subte, Sutebas, metalmecanicos