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Comunicados de prensa

Acto obrero y socialista

Raúl Godoy en la Federación de Box

Prensa PTS

9 de julio 2004

Discurso de Raúl Godoy

"Aparte de ser obrero de Zanon y dirigente del Sindicato Ceramista, tengo el orgullo de ser dirigente nacional del Partido de Trabajadores por el Socialismo.
Compañeros, recién acabamos de verlo en el Turbio, pero el tema de las muertes obreras en los lugares de trabajo es mucho mayor, es más general. Mueren seis trabajadores por día y si le sumamos los compañeros que mueren por enfermedades laborales son treinta y seis. Vemos lo del sur y nos pega, porque es un golpe bajo pero si uno empieza a mirarlo en forma más general se da cuenta lo que es la barbarie capitalista. La OIT ha calculado que en el mundo mueren dos millones de trabajadores por accidentes de trabajo y enfermedades laborales. Sí, escucharon bien, ¡dos millones por año!. O sea que por día están muriendo 5.500 trabajadores por la explotación capitalista.
La clase obrera existe y lamentablemente las estadísticas demuestran en forma trágica cómo sigue siendo el trabajo vivo, el corazón de la sociedad capitalista. Pero esto también demuestra que frente a esta situación brutal, la clase obrera todavía no se ha puesto de pie para dejar de ser carne de explotación. Tuvimos un corte, lo hemos dicho muchas veces, en los 70. Por eso afloran miles de teorías que hablan de la muerte de la clase obrera, de que la salida es por otro lado, que es la multitud, o que son los nuevos sujetos sociales.
Nosotros, tenemos que comenzar a recomponer nuestras mejores tradiciones y empezar a tratar de cambiar esta situación y empezar a demostrar que esto no es así. Y ya empiezan a haber, empiezan a apuntar y no solamente en el país, sino a nivel internacional, empiezan a asomar gestos, fenómenos, que empiezan a demostrar que los trabajadores no solamente estamos para ser carne de explotación, que podemos ser sujetos de cambio y sujetos de liberación. Eso lo vamos a demostrar los trabajadores mismos. Ahora lo estamos viendo en chiquito pero lo vamos a ver mucho más.

La tarea de los revolucionarios en este camino, en estos pequeños síntomas que se empiezan a dar, es precisamente aportar, en este reanimaiento que se empieza a dar. Para eso estamos los revolucionarios, para aportar, para que la clase obrera se ponga a la altura de las tareas que tiene planteadas.
Nuestra primera distinción con el resto de las organizaciones de los compañeros de izquierda, es que el PTS viene hace años intentando que las ideas revolucionarias entren en la clase obrera, en especial de la industria y los grandes servicios. Nos hemos distinguido como partido, como corriente, como PTS, en esa tarea. Y ¿qué otra cosa hay más importante para un partido que se dice marxista revolucionario que aportar en este camino, de llevar estas semillas y estas ideas al seno de nuestra clase?. ¿Qué hay más importante?
Entonces ahí vienen algunos debates y algunas discusiones. Porque hay muchos que dicen que hay que ir a la clase obrera o que la clase obrera es el sujeto. Pero entonces la pregunta que se abre ahí es ¿para qué ir? ¿a decir qué?
En una entrevista para la película LA TOMA de Naomi Klein me preguntaron si todo el fenómeno de Zanon había sido una idea de un grupo de viejos trotskistas ortodoxos que hicieron una conspiración o si habían sido los trabajadores naturalmente, si era un proceso genuino y espontáneo de los trabajadores.
Ustedes saben que Naomi Klein tiene una visión autonomista y la respuesta que le hubiese gustado escuchar es que Zanon era un proceso espontáneo y natural de los obreros. Y yo personalmente creo que no sólo a Naomi Klein le gustaría escuchar esta respuesta. Hay varios más. Muchas corrientes de moda hacen grandes esfuerzos para demostrar que las agrupaciones, los partidos, solo sirven para poner obstáculos, entorpecer, aplastar la conciencia, la organización y la lucha de los trabajadores. Hay muchas corrientes que se dedican a esto y han escrito toneladas de papel. Entonces, mientras menos organización mejor, menos agrupación mejor, menos estrategia, mejor, y si pudieran borrar del mapa a los partidos revolucionarios, mejor...
Pero ¿de dónde salen estas ideas? Tal vez estas corrientes lo plantean, por lo menos las que lo dicen de buena fe, porque vieron actuar a las corrientes más conocidas de la izquierda. Para ellos, las iniciativas, las ideas, las tendencias reales de la clase obrera, no tienen importancia. Esto se da en los sindicatos donde la izquierda conquista corrientes o sectores y también en varios movimientos piqueteros. Y cuando conquistan los sindicatos, después de mucha pelea, quedan entrampados en las leyes, y en los estatutos burocráticos, en las normas que les imponen. Entonces muchas veces escuchamos discursos rojos, en los actos o elecciones, pero en el día a día, en la vida cotidiana se adaptan a lo permitido.
¿Por qué predominan estas tendencias? Esa es también una de las grandes preguntas que nos podemos hacer. Las autonomistas de un lado y las aparatísticas del otro. Creemos que es porque hace 30 años que no vemos a la clase obrera a la ofensiva y existe escepticismo en cuanto al poder revolucionario de los trabajadores.
Ahora bien, sin gran ascenso obrero, el proceso de Zanon ¿por qué es distinto? Porque tanto amigos como adversarios, han tenido que reconocer que el proceso de Zanon, en cuanto a las fábricas recuperadas es distinto, y que el Sindicato Ceramista es distinto. ¿Cómo se explica esto en el marco de que no hay radicalización o un gran ascenso obrero?
Esto es lo que voy a tratar de contarles ahora. Quiero hablarles de nuestra política como militante del PTS, en la lucha en que nos toca ser uno de los protagonistas y tener responsabilidad en la dirección de un destacamento de la clase obrera.
Una de las primeras cuestiones que tuvimos que encarar fue la unidad de las filas obreras. Ustedes saben que en Argentina existen doce millones de trabajadores. De los cuales cuatro millones están desocupados y subocupados. Ocho millones trabajan, pero están divididos, la mitad en blanco, la otra mitad en negro, por agencia, precarios, contratados. De los cuatro millones en blanco, la mitad sindicalizados, y a su vez estamos partidos en tres centrales sindicales. Y si hablamos de los compañeros que también forman parte de nuestra clase, como son los compañeros desocupados tenemos que decir, que con mucha suerte el 10 % solamente, se organiza en 10 o en 20 movimientos distintos.
Si uno mira este panorama decimos estamos mal. Pero por eso nuestro partido se ha distinguido por insistir en que no puede haber política revolucionaria sin pelear por la unidad de las filas obreras. En eso hemos trabajado desde el principio. La unidad de ocupados y desocupados es fundamental. En Zanon, empezamos por algo más chico todavía, que fue la unidad entre efectivos y contratados. Esto que parece una pavada, es un problema de todos los días en los lugares de trabajo. Y no siempre los trabajadores lo entienden y ven esta necesidad. Es precisamente tanto la patronal y la burocracia los que inculcaron que esto es algo natural, que si sos contratado, algún día te tenés que ir y si sos desocupado, será por algo.
Pero la unidad con los desocupados adentro de los lugares de trabajo, es muy difícil lograr que todo el mundo lo entienda de esta manera. Por eso es tan importante una política que vaya en contra de esto. Tiene que ser una política consciente.
Y ni hablar con lo de los compañeros desocupados, porque hay una campaña sucia, una campaña terrible contra los piqueteros, para profundizar muchísimo más esa división. Entonces los revolucionarios, o los que queremos empezar a cambiar esto, si no vemos esto en primer lugar, estamos muy jodidos para encarar cualquier pelea seria.
Por eso nosotros desde el inicio, y aún cuando no había grandes levantamientos, siempre tuvimos una política de unidad entre efectivos y contratados, y después también hacia los movimientos piqueteros. Y por ahí hablábamos en la asamblea y nos puteaban. Los compañeros decían "está bien, ustedes porque los zurdos de siempre plantean este tipo de cosas". Después con el Cutralcazo, cuando se empezaron a ver los procesos donde los trabajadores desocupados se empezaban a agrupar...Y lejos de mantenernos aislados de los levantamientos piqueteros, el primer viaje que hicimos apenas ganamos el sindicato fue a Mosconi, que fuimos con el compañero Luis Calfueque de Cerámica del Valle, también un compañero trotskista con el cual vinimos a este acto con la delegación de Neuquén. Y viajamos a Mosconi, tardamos como cuatro días en llegar, pero íbamos con todo el orgullo de haber votado en un plenario de delegados de las cuatro fábricas, de este Sindicato Ceramista de Neuquen, que todavía no entraba en los conflictos. Y en Neuquén, desde el inicio nos unimos con los compañeros desocupados del MTD y cortamos rutas juntos, compartiendo reclamos.
Cuando ocupamos la fábrica la abrimos para todos los movimientos de desocupados y entraron a trabajar el MTD, el Polo Obrero, el Teresa Vive y Barrios de Pie. No la CCC y la CTA porque estaban en la tregua con Duhalde y privilegiamos a los movimientos combativos. Bueno... Patria Libre se hizo Kirchnerista, pero eso vino después....
Hicimos la Coordinadora del Alto Valle, como herramienta de organización y lucha, en primer lugar de ocupados y desocupados, y al mismo tiempo con otros gremios como los estatales, docentes y estudiantes, e incluso de Río Negro, es decir mas allá de las fronteras sindicales.
Pero esto ¿es una particularidad neuquina, como dicen algunos?. Nosotros pensamos que eso no solamente se podía hacer sino que se puede hacer hoy en muchos lugares. Que inclusive hubo otros sindicatos recuperados a la burocracia, por compañeros de izquierda, pero allí no se hizo, ni aún hoy se hace nada. Sin ninguna soberbia, decimos que el PTS jugó un rol decisivo para que esto fuera así. Y de eso también estamos orgullosos.
Y por esta unidad, por esta política nos han pegado durísimo. El primer corte de puente, hace más de tres años, junto a los compañeros del MTD nos montaron una provocación, encarcelando a más de 50 compañeros del MTD. Porque era la primera vez en Neuquén donde un sindicato industrial, obreros en las fábricas, hacían un piquete juntos en un puente que une a Río Negro con Neuquén. Hicimos el primer piquete conjunto con los compañeros del MTD de Neuquén. Y el gobierno estuvo muy bicho, porque a pesar de que los obreros de Zanon éramos los convocantes, interceptó un colectivo de los compañeros del MTD a dos cuadras y metió en cana a un colectivo lleno, 50 compañeros. Y a los compañeros les decían, "vos, al lado de un ceramista qué tenés que hacer, sos un desocupado, vas a seguir cobrando planes, vamos a ver ahora quién te va a venir a buscar". Y a los obreros de Zanon, también los policías les decían "ves, te juntás con los desocupados, vas a tener quilombo". Y metieron una cuña enorme. Pero ese mismo día terminamos el corte a las 8 de la noche, y con los obreros de Zanon, a las 2 de la mañana, terminamos de sacar de la comisaría al último compañero del MTD. Y a partir de ese día no nos dividieron más.
Es precisamente por esa unidad que nos han golpeado durísimo. No es casualidad que sea el compañero Pepe Alveal, joven del MTD y trabajador de Zanon al que hace siete meses le vaciaran el ojo en la feroz represión. Y hace una semana el compañero Inostroza también del MTD y de Zanon fue llevado, golpeado en la misma comisaria donde estuvo Pepe.
Es que la burguesía sabe bien que la unidad profunda entre ocupados y desocupados, tiene un germen revolucionario. Por eso nos golpean ahí.

La burocracia sindical también es enemiga de esta unidad. La CTA, por hablar de la que se pinta de combativa, tiene bien separado a sus afiliados de los piqueteros, unos en los sindicatos, los otros en la FTV. Como son oficialistas, ni siquiera han tenido los principios de hacer algo serio frente al asesinato del Oso Cisneros. Uno puede ver de qué está hecha esa gente. Se puede ver que precisamente para recomponer a la clase obrera, tenemos que barrer a toda esa lacra y a toda esa burocracia sindical, que para lo único que está es para llevar adelante los intereses de sus propios bolsillos y de algún sector de la patronal.
Pero también por otro lado, esto demuestra la calamidad de la división de las filas obreras. Nos atacan de violencia, y los muertos los seguimos poniendo nosotros. Como dice el compañero poeta del Turbio "los obreros seguimos poniendo los muertos, y ellos siguen poniendo los vivos". Y contra eso tenemos que pelear.
Lamentablemente la mayoría de los movimientos piqueteros tampoco tiene la política de unir a ocupados y desocupados, ni la mayoría de los sindicatos recuperados tampoco.
Por eso nosotros ¿qué decimos cuando se gana un sindicato?: sindicato que se recupera tiene que abrirse a los desocupados. Medimos a un sindicato recuperado a partir de si abre o no sus puertas a los desocupados. Esa es la primera gran prueba que tienen por delante.
Y al mismo tiempo ¿qué decimos ante la dispersión de los compañeros desocupados en decenas de movimientos?. Y esto lo compartimos con compañeros como los de la FTC-Mesa Nacional que hoy saludaron en este acto y eso nos llena de alegría. Decimos que tiene que haber un movimiento único de desocupados, con libertad de tendencias a su interior, no que cada partido haga su corralito y mantenga sus planes, sino que todas las organizaciones combativas confluyan en una sola y masiva organización, para que le haga mas fuerza al gobierno por trabajo genuino, y sea mejor visto, inclusive, por la base de los sindicatos para lograr, lo que nos hace falta, la unidad con los ocupados. Pero de verdad.
Ahora las dos CGT se quieren unir. Los gordos quieren mantener el poder que tenían con Menem y De La Rúa. Los que postulan a Moyano dicen que él le puede quitar protagonismo a los piqueteros. ¡Estos traidores se quieren UNIR y elegir al mejor candidato para DIVIDIR! Una muestra más que son una lacra de parásitos, para no nombrar todas las traiciones que ustedes conocen perfectamente. Más bien, charlemos, discutamos y pensemos como los destituimos.

Nosotros derrotamos a la burocracia sindical ceramista, primero en Zanon a través de conquistar primero la Comisión Interna y una de las primeras banderas fue la unidad entre efectivos y contratados para votar todo, fue el primer gesto de unidad dentro de la fábrica. Pero después comenzamos a hacerlo con el resto del sindicato, con los compañeros de la fábrica Stefani de Cutral Có, de Cerámica del Valle y recuerdo ahí también los consejos que nos daba la CTA "entren a la CTA, es imposible cambiar a los sindicatos desde adentro, acá tienen el aparato, computadora, sindicato, auto (...). Y nosotros le dijimos no, hablamos con las otras fábricas y en una asamblea, muy parecida a la que veíamos recién en el video del Turbio, destituimos a la burocracia. Después meter el voto en una urna fue un trámite, se la ganamos en las asambleas y se la ganamos en la calle. Y saben que no alcanzó. Porque la cosa siguió no hace mucho tiempo. En plena ocupación tuvimos que volver a enfrentarnos con la burocracia cuando vinieron a provocar pidiendo el desalojo. Esta vez con tipos pagados, con tipos de la hinchada de Cipolleti y otros clubes de fútbol. Y esta vez no fue en elecciones de comisión interna, esta vez fue de otra manera, los tuvimos que sacar a piedrazos y otras cosas, junto a los compañeros del MTD y de la comunidad que nos acompañó. Y así también se combate a la burocracia.

Compañeros: queremos tomar nota también de que hay síntomas en el movimiento obrero de enfrentamiento a la burocracia. El compañero del Turbio ya explicó muy bien cómo, después de la tragedia, enfrentaron a la burocracia y cómo la expulsaron en la asamblea minera que impuso una comisión provisoria. En abril, tuvimos la enorme huelga del subte contra la patronal y el sindicato, la UTA, y el Cuerpo de Delegados de Metrovías se convirtió en la verdadera dirección de los trabajadores. En menos de dos meses, dos grandes gestas obreras contra la patronal, el gobierno y la burocracia sindical.
Son nuevos síntomas que empiezan a mostrar otro estado de ánimo en la clase trabajadora. No podemos dejar que cada uno de estos procesos siga por su lado, aislado. Hace falta avanzar en la coordinación y reagrupar a todas las expresiones antiburocráticas: en una mesa de coordinación entre los compañeros del Turbio, el Cuerpo de Delegados del Subte, el Sindicato Ceramista, la Unión Ferroviaria de Haedo. Si este pequeño paso se diera, ¿a cuántos compañeros podría entusiasmar? Y si le sumamos a los compañeros de Stani, de Pepsico que le van a dar la pelea a la burocracia de Daer... Hay que tomar esta política, que está al alcance de la mano. Nuestro objetivo es ayudar a crear una clase obrera militante.
Hubiera sido imposible llevar adelante las numerosas tareas que nos demandó la lucha de Zanon sino hubiéramos hecho un sindicato militante. Ustedes habrán visto decenas de compañeros de Zanon, en charlas, actos, por los medios, defendiendo lo que hicimos, argumentando con fundamento, plantándose, cualquiera de ellos se puede plantar delante de una tribuna y hablar. Y eso también es un orgullo y es parte de nuestra tarea cotidiana. Estoy orgulloso como militante del PTS de haber aportado a formar una camada de luchadores clasistas tanto dirigentes, activistas como obreros de base. Compañeros que no comparten toda la estrategia del PTS pero sí compañeros que han abrazado las banderas del clasismo. A esos compañeros no los van a pasar por encima así nomás, porque saben que la fuerza la tienen ellos mismos, no depositan la confianza en ningún patrón ni en ningún salvador.
¿Y cual es el secreto para lograr esto?
En primer lugar, la democracia obrera, las asambleas, el no querer imponer sino convencer con argumentos. Pero también darle la seguridad a los compañeros para que fueran y hablaran como obreros de Zanon en todos lados. Que los obreros se autodeterminen, darles confianza. No como en algunos movimientos, y sin ir más lejos, el movimiento de Caro que siempre habla él, sino que los compañeros fueran los propios voceros, los que eran los representantes directos de la gestión de la fábrica. Nosotros sabemos muy bien quienes son los que mueven las fábricas y los que van a cambiar esta situación. Para mostrar que los obreros no solamente podemos producir sin patrones, sino que podemos hacer política sin tutores.
Los revolucionarios del PTS siempre peleamos porque los ceramistas se sintieran y mostraran que la clase obrera no es solo objeto de explotación sino que puede y debe ser sujeto de su propia liberación. Si no tenemos patrones en la producción, no los queremos tener en la política.
En este ejercicio de auténtica democracia obrera, con libertad de opinión y la asamblea como soberana, se fueron fogueando activistas y dirigentes, en la directiva del sindicato, en la comisión interna, en los coordinadores de la producción. Solo así pueden surgir e irse forjando militantes obreros, muchos que no son del PTS pero que son reconocidos dirigentes del sindicato y a los cuales el PTS ha ayudado a desarrollar en el intercambio de posiciones, en el debate a veces duro pero fraternal, y sobre todo en una práctica común, hemos sabido trabajar en frente único y hemos dado discusiones. Y una de las principales es que los trabajadores tenemos que tener plena independencia política.
Por ejemplo, una de las primeras cosas que tuvimos combatir entre nuestros compañeros era el excesivo respeto a las leyes. Costó pero lo logramos. Primero fue romper la conciliación obligatoria cuando cayó la burocracia con un papel diciendo que teníamos que levantar las medidas de fuerza. Fue una gran discusión y esto se superó. Esto nos dio el triunfo en la huelga de los 9 días en el 2000. No todos estaban de acuerdo, pero se fueron convenciendo en la acción.
Luego salimos a cortar la ruta y puentes –estoy procesado por una de esas acciones- y después fue tomar la fábrica y meses después el golpe fue cuando rompimos el precinto de gas y pusimos en marcha la planta. Superamos mucho de los prejuicios que la burguesía nos mete en la cabeza para que no cuestionemos la propiedad privada, sus leyes e instituciones. Un partido revolucionario tiene la obligación de combatir estos prejuicios y marcar que la lucha de clases, como lo muestra la historia del movimiento obrero mundial no se puede detener ante un alambrecito o un papel, sino evaluando la verdadera relación de fuerzas entre los campos en lucha. Por eso, también los compañeros del PTS y abogados del CeProDH utilizaron y utilizan todos los resquicios legales que encuentran pero siempre le aclaran a los compañeros que lo que va a determinar el triunfo o no, es la misma fuerza de los trabajadores. Este es un aporte también que hacemos desde el PTS y vaya un reconocimiento para el CeProDH y los compañeros independientes que participan en esta lucha.
Estas cuestiones no surgen directamente de la espontaneidad de los obreros sino de una dirección revolucionaria consciente. Porque la lucha de clases no es solo patrones contra obreros, sino contra la clase capitalista y su estado, y por lo tanto es lucha política.
No alcanza con romper con la burocracia, hay que romper con el dueño del circo, con los partidos de los empresarios. Por eso planteamos la necesidad de superar la lucha sindical y que los trabajadores debíamos intervenir en el plano político. A los dirigentes clasistas de nuestro sindicato, que no comparten la estrategia del PTS, no le dijimos: "entren a nuestro partido o nada". Pero tampoco cedimos a la idea burguesa de que los trabajadores no tenemos que hacer política, y planteamos la necesidad de dar pasos hacia la formación de un partido de la clase trabajadora, y después de un duro debate llegamos con varios de ellos –que no es la mayoría pero sí un sector importante- de que necesitamos construir e impulsar una herramienta o movimiento político de los trabajadores. Y para nosotros esto es un gran paso adelante.
A su vez como sindicato impulsamos un periódico militante de la clase obrera, el periódico Nuestra Lucha que difunda la idea de la independencia política de los trabajadores.
Gramsci el gran revolucionario italiano, planteaba que hay tres niveles de conciencia de clase. Uno elemental el de reconocerse como obrero enfrentado al patrón, que necesita una organización para defenderse, como fueron al principio los sindicatos por oficio, y que no tienen los mismos intereses. Un segundo que lleva al obrero a plantearse que necesita grandes sindicatos por industria y su propia representación política, su propio partido, para obtener leyes y conquistas como clase, pero sin proponerse cambiar el conjunto de la sociedad capitalista. Y hay un tercer nivel que el proletariado vea su rol hegemónico en la sociedad, de pensarse como clase obrera no sólo para tener su propia organización sino para destruir la organización de los capitalistas y esta sociedad basada en explotación, y construir una nueva sociedad, y esa es la conciencia que queremos conquistar nosotros.
Por eso para volver a la pregunta de Naomí Klein, de ¿quién hizo el proceso de Zanon? Si trotskistas ortodoxos que conspiraron o la clase obrera. Naturalmente, le dije que el proceso lo habían hecho los obreros de Zanon pero que sin un partido revolucionario que aportara en parte la estrategia, el proceso de los ceramistas, no hubiera sido tal y cual como se dio. Entonces fue esa combinación la que dio ese proceso, compañeros. Por supuesto esta respuesta no apareció ni en la película ni en el libro. Pero bueno, eso ya es otra historia.
Nosotros decimos: ni grupo de iluminados externos a la clase trabajadora, ni pura espontaneidad. Ni aparatos burocráticos sin democracia obrera ni libertad de tendencias a su interior ni autonomismo impotente.
Y si en Zanon, que es sólo una fábrica en una provincia chica, el aporte que hicimos los revolucionarios fue decisivo, imagínense lo necesario que es una dirección revolucionaria para que los trabajadores podamos dirigir el país, como le gusta decir a Celia de Brukman.
Esta tarea histórica no puede ser espontánea. La burguesía tiene su estado mayor, tiene sus herramientas de combate, que utiliza contra los trabajadores y la revolución, forma a sus dirigentes, forja sus instituciones represivas como la policía y las fuerzas armadas y nos mete su ideología desarrollada en siglos de dominación política y económica. Ese estado mayor contrarrevolucionario está preparado y nosotros debemos estar a la altura de ese enfrentamiento, preparando nuestro propio estado mayor. Esa es la tarea estratégica.
No somos un partido de izquierda más. Desde hace años venimos, a contramarcha del resto de la izquierda. Nosotros venimos peleando para que el programa revolucionario se haga carne en la clase obrera, aunque todavía no esté en ascenso. No es una tarea fácil ni tampoco muy vistosa. Porque seguimos siendo partidarios de la clase obrera como sujeto revolucionario. Porque tenemos confianza en nuestra clase y en la teoría y programa del marxismo revolucionario.
Las luchas van y vienen, surgen todos los días, sin necesidad de que los revolucionarios estemos, las luchas se dan igual. Pero para triunfar de verdad, para terminar con la explotación del hombre por el hombre si no tenemos un partido revolucionario, no vamos a ningún lado. Y por eso, el llamado es a construir la organización de los esclavos insurrectos, la organización que va a empezar a poner proa y tener la estrategia de acabar de una buena vez con este sistema de explotación capitalista que nos mata y llevar, con esta organización, a la revolución obrera y socialista, que es la única solución definitiva a los males de la humanidad. Y en eso compañeros, cada uno de los que estamos acá tenemos una partícula de esa responsabilidad en nuestras espaldas, en nuestra mochila. Compañeros, depende de nosotros. Construyamos el partido revolucionario que nos merecemos. Nada más, compañeros."

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