No es nuevo, es una muestra más del hambre de ambición y poder por parte de la burocracia sindical. Según mi opinión una forma de terminar con la burocracia sindical sería tomar como punto de partida a los trabajadores, tenemos que tomar conciencia de lo importante que es elegir a nuestros delegados gremiales ya que éstos son los que reciben los reclamos y sugerencias de mejora tanto salarial como de condiciones de trabajo. Aunque ellos usen a los delegados como el último eslabón en la cadena jerárquica son los que están en contacto directo con el trabajador y sus necesidades, son componentes activos del sistema sindical y pueden generar oportunidades o promover otro tipo de sindicalismo. También es clave que los trabajadores tengamos una participación activa dentro de las decisiones que se tomen, desde abajo se tiene que ver que queremos otra cosa.