Fundado en 1982, producto de la extensión territorial de la revolución iraní de 1979, para combatir la devastadora ocupación israelí del sur del Líbano (cuyo objetivo era eliminar a la resistencia palestina que se encontraba en el suelo libanés y que costó la vida a más de 20.000 civiles). Su surgimiento se da en el marco de la resistencia a la ocupación sionista de Palestina y de muchas de las tierras árabes en Egipto, Siria y Jordania, y del derrocamiento de la monarquía Iraní y la consolidación de la Revolución Islámica. Su objetivo es la implantación de un Estado islámico en El Líbano, la liberación de Jerusalén, y la destrucción del Estado de Israel. Como parte de movimientos más amplios de liberación nacional y resistencia a la ocupación sionista, como Hamas y Jihad Islámico, goza de una fuerte legitimidad incluso para sus acciones militares terroristas. En 1992 es asesinado su Secretario General Sayyid Abbas Al-Mosawi, asumiendo Hasan Nasrallah, su actual líder. Luego del fin de la guerra civil libanesa en 1989, durante los años ’90, el movimiento comienza a actuar en el terreno parlamentario, integrándose progresivamente a las instituciones libanesas. Su fuerte labor social mediante redes asistenciales le ha proporcionado una gran popularidad. Sin embargo, el retiro de los ejércitos norteamericano y francés a mediados de los ’80, y del ejército israelí en el 2000, presentados como triunfos de la organización, fueron fundamentales para su prestigio. Hoy en día cuenta con 14 diputados en el parlamento y participa en el gabinete libanés, siendo la principal expresión política de la comunidad chiíta, que representa el 39% de la población. Posee incluso su propio canal de televisión, al-Manar. Está vinculado con el régimen Iraní desde su creación, impulsada por el clero chiíta, y es apoyado por Siria en su lucha contra el ejército israelí entre otras cosas por los propios diferendos de Siria con Israel en los Altos del Golán; por eso se opuso a su retiro tras la Revolución de los Cedros el año pasado.