La señora no entendía muy bien lo que ocurría frente a las puertas de su casa, donde se había montado una suerte de piquete con música electrónica de fondo y decidió arrimarse a preguntar. “Sucede que echaron a una compañera acá en Apex y estamos reclamando por su reincorporación”, informó casi a los gritos uno de los delegados de los trabajadores de la empresa, que exporta servicios de call center a una compañía de telefonía celular de Estados Unidos y que emplea a unos 700 operadores bilingües, la mayoría universitarios. La respuesta conformó a la señora, que decidió solidarizarse con el reclamo. Nada de cacerolas; nada de olor a neumáticos quemados. Esta vez bastó con una consola, un par de bandejas y cuatro bafles para animar ayer la denominada “fiesta protestónica” frente a las puertas de Apex América, en su centro operativo de Mitre y San Lorenzo, de donde hace algo más de un mes fue despedida Giorgina Lo Giudici “sin justificativos”.
“Acá echan gente continuamente. Hace más de un mes presentamos una serie de reclamos ante las autoridades de la empresa, armamos un petitorio y al menos logramos que se pueda ir al baño independientemente del descanso porque antes no lo podíamos hacer. También conseguimos que nos hagan un reajuste remunerativo. Y a los pocos días despidieron a Giorgina después de estar trabajando un año y nueve meses. Ella era una de las activistas que venía participando de los distintos reclamos. Además, desde hace un tiempo la venían amenazando y le insistían para que renuncie”, contó Matías Sabella, uno de los delegados.
Sin dudas, la manera original que eligieron los operadores de Apex para manifestarse logró su cometido y llamó la atención entre vecinos y ocasionales transeúntes que caminaban por la zona. En la vereda, frente a las puertas de la empresa que invirtió más de un millón de dólares para abrir sus oficinas en Rosario a fines de 2004, se había instalado un mini escenario sobre unos cajones de cerveza, flanqueado por un quiosco y una peluquería, desde donde el discjokey de turno disparaba una pista tras otra, y contagiaba a las personas que habían copado la calle para moverse al ritmo de la música electrónica. Una fiesta rave “biosindical” contra los “abusos y explotación dentro del call center”, tal como la definió uno de los organizadores.
“Acá los empleados que trabajan dos años y que empiezan a tener problemas de salud o stress por el trato acosador que le brinda la empresa los terminan echando. Los directivos dicen por un lado que la renovación de personal no les conviene porque tienen que invertir dinero en capacitación, pero hay despidos que nosotros consideramos políticos, ya que no hay otro justificativo”, relató Emmanuel González, otro de los delegados.
Un contenedor de basura y un par de bicis con las ruedas para arriba sirvieron para interrumpir el tránsito en la esquina de Mitre y San Lorenzo. El tránsito de automóviles estaba atascado y los conductores de coches y colectivos pretendían abrir paso a los bocinazos. El embotellamiento fue aprovechado por los empleados de Apex –algunos estaban trabajando pero igual bajaron de las oficinas para acompañar el reclamo– que entregaban un volante para informar los motivos de la protesta callejera.
Directivos de la empresa participaron hace unas semanas de una audiencia en la Secretaría de Trabajo y reconocieron que el despido de Lo Giudici fue “injustificado” y que ya le habían depositado la indemnización, según indicó González. “Ellos se niegan a ir a una instancia de conciliación y también a reincorporarla.”, agregó. La amenaza de lluvia no era tenida en cuenta por las personas que reclamaban ayer frente a la empresa de recepción de llamadas y en un momento la protesta también fue fiesta. “Vamos a seguir peleando por la reincorporación de Giorgina, por mejorar las condiciones de trabajo, contra despidos arbitrarios y por aumento de salarios”, apuntó la delegada Carla Ciarrochi. Mientras tanto, la señora continuaba en la “fiesta protestónica” que no dejaba de sorprenderla. Y hasta se animó a comentar: “Si yo fuera más joven, la verdad es que haría lo mismo que estos chicos”.