Las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre impactaron de lleno en el campo de la intelectualidad argentina, acelerando la crisis y desagregación del sector de intelectuales social-liberales que habían jugado un rol preponderante desde el retorno de la democracia burguesa. Aquellos teóricos de la normalización institucional sintieron moverse la tierra bajo sus pies ante la caída del entramado estatal del que habían sido conciencia teórica.
El ascenso de Kirchner vino a generar nuevos reagrupamientos en el “campo intelectual”, consolidando el desplazamiento de los social-liberales (Punto de Vista, Club de Cultura Socialista, etc.) por aquellos provenientes de la JP, más a tono con los nuevos aires oficiales. Entre los que pretendieron contraponerse a estas visiones, el autonomismo, en sus interpretaciones, le quitó cualquier contenido revolucionario a las jornadas de 2001 para teorizar en “nuevos términos” diferentes formas de convivencia de los nuevos fenómenos con el poder capitalista.
En los artículos que conforman este Dossier discutiremos trayectorias, estrategias políticas, y concepciones teóricas de estos intelectuales.
Los utópicos reformadores del capitalismo decadente no son una excepción argentina. En Brasil, donde la intelectualidad tiene una influencia más directa y marcada en la política nacional ligada a las “ambiciones” de la burguesía brasileña, el marcado curso derechista del gobierno de Lula ha generado un amplio malestar, expresado en el surgimiento de nuevos fenómenos políticos con el pasaje a la “oposición a Su Majestad” de un sector de intelectuales históricamente referenciados en el PT. En este marco, incorporamos al presente número de Lucha de Clases un artículo de Edison Salles y Ronaldo Fonseca donde se analizan críticamente las principales elaboraciones de Francisco de Oliveira, destacado intelectual brasileño.