En las últimas semanas los estudiantes secundarios vienen protagonizando una ejemplar lucha con toma de colegios, movilización y otras medidas para reclamar nada más ni nada menos que las escuelas donde se estudia y se enseña estén en condiciones dignas y no sean potenciales Cromañón.

Ante esto se abrió una enorme discusión sobre el destino de fondos de la educación pública y sobre el presupuesto. Mientras Bullrich se defiende afirmando que el actual gobierno invirtió en escuelas, “en los últimos dos años y medio, un 50 por ciento más”, el propio Larreta reconoció que sólo se ejecutó algo más del 7% del presupuesto votado para infraestructura.

Incluso en la interpelación se denunció que en el 2009 se ejecutó sólo el 35 por ciento del presupuesto. La pregunta obvia es si plata hay ¿dónde está? Y si la plata no alcanza rápidamente se podría disponer de los 806 millones pesos asignados a la Dirección General de Gestión Privada en el presupuesto que presentó el PRO y que le votó la Legislatura , para 2010, lo que representa un aumento del 14 % con respecto al 2009.

En Buenos Aires se calcula que faltan 6500 vacantes para que estudien los niños/as y jóvenes de la Ciudad. Lo que salta a la vista que el problema de infraestructura son techos que se caen, falta de vidrios, gas y escombros en los patios, pero también sale a la luz la falta de un plan de construcción de escuelas, sobre todo en la zona Sur, donde crece geométricamente la población y donde se combina superpoblación en las aulas (empeorando las condiciones laborales de los docentes) y falta de miles de vacantes.

Pero mientras la crisis educativa se profundiza, la primera respuesta del ministro Bullrich ante el reclamo fue el pedido de que se confeccionen listas negras en los colegios tomados, judicializando una vez más la protesta legítima de los estudiantes. Esto no es novedad, ya que el macrismo ha judicializado a los docentes que luchan y a los estudiantes solidarios como los del Cefyl y Cecso que cortaron calles en apoyo a la lucha de Kraft. Además de los trabajitos de inteligencia del famoso Ciro James.

¡Con la denuncia no basta!

Los sindicatos docentes y los sectores del “progresismo” de la ciudad denuncian al macrismo de “fascista”, pero son impotentes o se niegan a movilizarse para enfrentar al gobierno de Mauricio Macri, dejando en manos de la Legislatura las atribuciones de “recortar poder del macrismo” y la de realizarle el juicio político.

Mientras tanto, el máximo referente del principal sindicato docente de la ciudad Eduardo López, le contesta al macrismo diciendo que él también quiere respetar los 180 días de clases y si es necesario que se extienda el ciclo lectivo en aquellos colegios que fueron tomados. Eso sí, López aclara que puede materializarse esta sanción a los estudiantes que lucharon pero si los colegios están ya arreglados para el mes de febrero cuando se busque cumplir los 180 días de clases.

Movilizarnos en las calles para echar enfrentar al macrismo.

Es necesario poner en las calles la fuerza de los estudiantes junto a los docentes para profundizar la lucha. En las asambleas tenemos que discutir y votar desarrollar un plan de lucha progresivo, superando las medidas aisladas que viene impulsando la dirección de UTE junto a otros sindicatos docentes, para conseguir todos nuestros reclamos y terminar con la política de ataque a la educación pública, de persecuciones y de espionaje. Está claro que no podemos tener más confianza en la Legislatura, que es la que votó el 75% de los proyectos al macrismo, como el presupuesto o la policía metropolitana. Sólo por medio de la movilización en las calles y del paro general unificándonos y fortaleciendo la lucha de los secundarios y los demás sectores en lucha de la ciudad podremos derrotar a Macri.

Son los centros de estudiantes con su ejemplo los que tienen la autoridad de convocar a unificar y profundizar la lucha, principalmente a los sindicatos docentes, que han hecho declaraciones en apoyo y defensa de los estudiantes ante los ataques del macrismo como UTE y Ademys.
Estudiantes y docentes tenemos que unificar desde abajo un plan de lucha que arranque con paros progresivos y una gran jornada de lucha, con paro docente en las escuelas y universidad, el 16 de septiembre contra la política del macrismo, contra la persecución y judicialización de los reclamos y convocando al todos los sectores en lucha para imponer el ¡Fuera Macri!

Por Virginia Pescarmona

Docente - CABA