Mientras la mayoría de los obreros está de vacaciones y en algunas fábricas empiezan a volver, las empresas anuncian que va a ser un año “duro”. Es decir, más suspensiones y despidos. Las patronales se jugarán a despedir en primer lugar a los contratados que hoy están suspendidos, para después avanzar sobre los efectivos y así descargar la crisis sobre nosotros, sin que se vean afectadas sus ganancias.

La burocracia profundiza la división

En Volkswagen y Gestamp, los contratados que incialmente fueron echados, hoy están suspendidos por los acuerdos que firmó SMATA, hasta el 31/03 y con 1.050 pesos de salario. La burocracia impuso la negociación por fábrica para dividir a los trabajadores y evitar que continúe el camino de unidad que el activismo y un sector de delegados combativos impuso, el 1° de diciembre, cuando se dio la movilización conjunta de las tres fábricas (Iveco, VW y Gestamp).

En Gestamp hubo una durísima lucha de un sector de los contratados despedidos, que comenzó completamente aislada, con simpatía, pero con escaso apoyo de los compañeros que seguían trabajando debido a la división impuesta por los burócratas del gremio. Lograron pasar de simples despedidos a suspendidos. Aunque aún no lograron la reincorporación al trabajo, la lucha de los trabajadores de Gestamp, el sector más explotado de los obreros de SMATA, tiene un significado enorme y más aún, teniendo en cuenta que fueron un ejemplo para las luchas que vinieron luego en defensa de los contratados.

Lucha unitaria y reparto de las horas de trabajo

Los suspendidos, al día de hoy, cobraron sólo una parte del salario que pagan las consultoras, ya que el monto que iba a poner el gobierno “todavía no llegó”; es decir, ni siquiera cumplen el miserable pago que acordaron con la burocracia. Incluso en Gestamp, los obreros tuvieron que tomar algunas medidas de lucha contra las consultoras (cortes de calle) porque hicieron todo tipo de maniobras para no abonar lo acordado. En Iveco la patronal y la burocracia no pudieron imponer ni los despidos, ni tampoco el plan de suspensiones a $1.050, razón por la cual continúa la conciliación obligatoria hasta el 14/01. En todas las fábricas está planteado retomar la lucha unitaria para terminar con las suspensiones y despidos, por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario y por un plan de lucha de todo el SMATA; y exigir también a la UOM una lucha conjunta, ya que los compañeros metalúrgicos de las autopartistas están sufriendo los mismos planes ejecutados por las automotrices, con suspensiones y despidos, como pasa en Montich.

En Iveco: ¡todos adentro!

Fuimos los luchadores de Iveco junto a nuestros delegados combativos quienes impedimos que la patronal y la burocracia impusieran el despido de los pibes y luego rechazamos también las suspensiones con salarios miserables que quería acordar la burocracia. El 14/01 vence la concialiación obligatoria por los 42 contratados despedidos, aquellos por quienes se inició el conflicto y la empresa ya amenazó con echar a más de 300 compañeros cuyo contrato vence el 31 de enero. Los activistas de Iveco, con nuestros delegados combativos a la cabeza, demostramos una gran disposición y capacidad de lucha. No sólo defendimos a los contratados de nuestra fábrica, sino que también le hicimos el aguante a los pibes de Gestamp, cuando sus propios delegados –que responden a la burocracia– los dejaban en banda. Organizamos tres masivas caravanas y sobre todo nos enfrentamos a la burocracia, defendimos a nuestros delegados contra sus maniobras y la intrigas que lanzó contra ellos en las últimas audiencias, acusándolos de que habían firmado un acuerdo que iba contra los intereses de sus compañeros. Intrigas desmontadas al día siguiente, simplemente dando a conocer las actas a todos los compañeros. La patronal y la burocracia son conscientes de esa fuerza y unidad del activismo de Iveco y del respeto que se ganaron los delegados combativos frente a la mayor parte de los trabajadores de la planta. Por eso realiza todo tipo de artilugios para dividirnos y desprestigiar a los delegados combativos, así como al activismo, por su “intransigencia”.

O son ellos o somos nosotros

Los trabajadores de Iveco fuimos claramente vanguardia en estos primeros momentos de la lucha.

Ello plantea la necesidad de profundizar el combate contra las suspensiones en nuestra fábrica y evitar los despidos. Hay que prepararse y reorganizar a todos los trabajadores para pelear el 14 porque vuelvan los pibes y dejarle claro a la patronal y la burocracia que no vamos a dejar pasar los despidos de estos compañeros y mucho menos los que pretende echar a fin de mes. Tenemos que retomar el camino del corte de ruta, los piquetes y las movilizaciones con las que comenzamos esta batalla y gracias a la cual nos ganamos el respeto de toda la población. Tenemos que disputarle cada compañero a la burocracia que manda sus delegados “títeres” a desmoralizar, particularmente, a los compañeros mas viejos y dividirlos de los “pibes quilomberos”; hay que explicarles que si hoy vienen por los contratados, mañana vendrán por todos, como ya lo hicieron en otras crisis. Debemos imponer una asamblea general donde discutir todas estas medidas y retomar la lucha.

Será una pelea muy dura y no debemos descartar ninguna medida que nos permita ir hasta las últimas consecuencias contra esta patronal que viene por todo. O son ellos o nosotros. Los trabajadores de Iveco podemos nuevamente empezar a cambiar esta historia y de esa manera poner en pie al conjunto de los metalmecánicos de Córdoba.