Fue una vergüenza, un retroceso en la política de nuestro país. Es el peronismo de siempre. En él convergen los burócratas que pelean por sus propios intereses y no por los intereses de los trabajadores, a quienes no representan para nada. Ellos se pelean por la plata y el poder, pero enseguida se ponen de acuerdo cuando tienen que actuar contra el trabajador.
Para superar ésto hay que organizase. El primer paso es que los trabajadores se acerquen a estos partidos que realmente piensan en los trabajadores y en otro sistema mejor. Hay muchos partidos que quieren hacer algo por el obrero, pero el problema es que están dispersos y no se unen.