¿Cómo surge el conflicto por las reincorporaciones?
R: Esto viene de mucho antes. Más que lucha por la reincorporación se dio una lucha por una cierta organización, para tener un delegado de la fábrica y terminar la represión. La empresa despedía 4 o 5 trabajadores por mes, la mayoría eran compañeros que llevaban adelante reclamos.
Los últimos 4 despedidos éramos parte de los que veníamos organizando la movida, entonces el resto vio que era un ataque directo a la organización que nos estábamos empezando a dar, y eso hizo estallar la bronca.
Fue espectacular cómo preparamos la acción del lunes. Nos llevó varias horas de discusión. (…) Así fue como decidimos parar la producción y hacer una asamblea, exigirle a la patronal la reincorporación de los últimos despedidos; que termine con la represión que estaba llevando adelante y que todos pudiéramos afiliarnos al sindicato y que cualquier trabajador pudiera postularse como delegado.
La patronal pidió 48hs, se las dimos y el miércoles se volvió a parar la fábrica. Tuvieron que ceder en su postura y reincorporar a 4 de los despedidos.

¿Cómo se da esa organización?
R: Aprendimos que teníamos que organizarnos por abajo, sin que la patronal se enterara. Es así que 3 o 4 empezamos a charlar con el resto uno por uno y tomarnos el tiempo con paciencia. Nos contactamos a los abogados del CeProDH y con algunos trabajadores de Zanon, que nos empezaron a asesorar, a mostrarnos otra metodología, que teníamos que prepararnos para la pelea con la patronal. Nos mostraron el video de la lucha que estaban librando en La Matanza los trabajadores de TVB, eso para nosotros fue un ejemplo enorme.

¿Algún mensaje para tus compañeros?
R: Es impresionante lo que han conseguido. Yo hoy les debo mi puesto de trabajo a ellos. Pero que no lo vean como haber conseguido la reincorporación y con eso alcanza. Ahora se abre una nueva historia adentro de Moldeados, cambiamos la historia de todos los trabajadores que han pasado por esa fábrica. Decirles que nos mantengamos unidos, organizados, que sigamos para adelante y de la misma manera que estamos ahora, abiertos a todas las opiniones y no cerrarnos en nuestra fábrica, en nuestra isla, porque eso no va a servir para nada. Entonces no podemos olvidarnos cómo estábamos antes y de ahí ser solidarios con otros trabajadores que les esté pasando lo mismo.