El jueves 13 más de 400 compañeros se movilizaron a la seccional Haedo de la Unión Ferroviaria (UF). El Cuerpo de Delegados había convocado a una asamblea general y el temario era la apertura del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). Si bien la parte salarial se cerró, uno de los reclamos más sentidos es la parte de la “letra” del convenio: la descripción de tareas, categorías (como las de los guardas) control de evasión y el pase a convenio de las tercerizadas donde tenemos vencido el convenio en la parte normativas de trabajo.

Camino al paro total

A la asamblea general se llegó con un conflicto con boleteros. Hace una semana venían cerrando las boleterías, liberando los molinetes y haciendo viajar gratis, reclamando la apertura de paritarias ya que la empresa había querido imponer la carga de tarjeta electrónica “UNICA”, tarea no contemplada en el convenio. El martes 11 en asamblea se resolvió el paro por tiempo indeterminado y que se convoque a una asamblea general. El Ministerio de Trabajo convocó a la empresa y a la directiva de la UF. El burócrata Roberto Núñez, directivo nacional del Sarmiento, declaró que “no hay conflicto el sarmiento”, pese a que miembros de la Comisión Ejecutiva de la Verde fueron parte del proceso en boleterías.

La asamblea general

En la asamblea general se resolvió el paro por 24 horas para el viernes a las 0 hs. con concentración frente a los talleres de Castelar. La patronal y la burocracia intentaron romper el paro diciendo por los noticieros que los trenes estaban garantizados y que los guardas no adherían, mientras llamaban por teléfono a los compañeros para decirles que no paren porque los iban a echar. El gobierno, claramente a favor de la empresa, militarizó el taller Castelar, con un gran operativo de la Policía Federal, provincial y Gendarmería, amenazando con una gran represión si cortábamos las vías.

El día del paro

Nada de esto impidió que más de 200 compañeros llegáramos al taller Castelar con banderas y bombos, para garantizar el paro, cantando...”Ferroviarios carajo”. Al primer minuto del viernes los compañeros de limpieza y mecánicos del taller largaban. Las escobas, lampazos y las llaves francesas se unían a los compañeros. El paro comenzaba. Se acercaban compañeros del taller Haedo, boleteros, señalamientos, control de evasión, de todos los sectores. En esa fría madrugada el paro se puso caliente cuando un sector de la Verde en guardas trató que esa especialidad saliera a romper el paro. En asamblea la especialidad les dijo claramente: acá hay paro y no vamos a carnerear.

Desde la empresa, la UF y el Ministerio sólo hubo silencio. Con el correr de las horas y viendo que el paro seguía muy fuerte, el ministerio dictó la conciliación por 10 días, donde dice que las partes “deben reunirse a solucionar todos los conflictos”. En la asamblea se votó levantar pero no hay ninguna expectativa en las reuniones de conciliación. Si en diez días no se resuelve la apertura del CCT se retoman las medidas. El masivo acatamiento al paro mostró la predisposición a la lucha de los ferroviarios. Algunos compañeros están planteando: “Estos días tenemos que llevar la discusión a todos los sectores, organizando el activismo para prepararnos para un conflicto duro, que va implicar fuertes medidas de fuerza para imponerle a la burocracia de Pedraza y la patronal, la apertura de normativas con nuestros paritarios elegidos en asamblea”.

Corresponsal