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Paro de Arcor, momentos decisivos

La conducción del STIA Córdoba que no pone un peso para solventar la extensa huelga y la presión del traidor de Romero, Secretario General de l STIA Arroyito, llevaron a un sector de los viejos obreros a aceptar por una apretada mayoría la propuesta patronal, con la cual dividen a las combativas plantas cordobesas.

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6 de mayo 2010

Paro de Arcor, momentos decisivos

Y vaya si lo son… La patronal alimenticia intenta quebrar a los obreros con el hambre. Los mismos que, día a día, producen los dulces, alegría de nuestros niños, y hoy no tienen nada para poner en la olla.

Con quincenas de $300, la conducción del STIA Córdoba que no pone un peso para solventar la extensa huelga y la presión del traidor de Romero, Secretario General de l STIA Arroyito, llevaron a un sector de los viejos obreros de Arcor Arroyito, en una asamblea de 500 trabajadores/as, de un total de 2.100, a aceptar por una apretada mayoría la propuesta patronal, con la cual dividen a las combativas plantas cordobesas.

Un gran sector de jóvenes estuvo en contra. Se lamentaban por dejar solos a sus hermanos de las otras tres plantas, a cambio de un aumento del 20% más $190 no remunerativos y una suma de $500 por única vez.

Pero si es un error levantar el conflicto en la planta más importante del grupo Arcor, es responsabilidad de los dirigentes del STIA Córdoba y Arroyito.
Mucho dieron los trabajadores, sin tradición de lucha y en una pequeña localidad, propiedad de Don Pagani.

La burocracia de Romero desde el primer momento de la huelga tiró para atrás: pedía que se acatara la conciliación; después desactivó los cortes de ruta; con falsas amenazas de desalojo policial de los bloqueos de portones; permitió que partieran varios camiones en altas horas de la madrugada y así fue dejando solo al sector más activista, que corría con el sacrificio de las guardias, mientras los dirigentes comían abundantes asados.

Y si a este caradura algo le faltaba, era llamar a la policía, ante el rumor de que trabajadores/as de las restantes plantas de Arcor, se movilizarán para convencer a sus compañeros/as de Arroyito, de que mantengan la lucha y le den la espalda a Romero.

Lamentablemente, los cuerpos de delegados y los activistas no conformaron un comité de lucha que abarcara a esa lejana localidad, lo que aislaba aún más a delegados y activistas, quienes esencialmente recibían información de los dirigentes vendidos de la seccional.

Nuestra agrupación, Desde Abajo, se acercó a la localidad e intentó tener al tanto a los compañeros, inclusive con el viaje de Pamela Bulacio, miembro de la Comisión Interna de Kraft, aunque no se pudo lograr un bloque común con las plantas Kraft y PepsiCo, baluarte de la oposición y del sindicalismo de base, con la abnegada lucha de los compañeros de Arcor Córdoba.

Morcillo es cómplice de la división

El secretario general del STIA Córdoba, Héctor Morcillo, que ayer aceptó la conciliación obligatoria, contra las bases que la rechazaban; hoy dijo que ARCOR tiene una práctica antisindical, por firmar por separado un acuerdo en Arroyito, y reafirmó el pedido de $3.200. Pero él sabía muy bien que Romero se cortaría solo, porque es parte del oficialismo cordobés. Cuando los delegados de Arroyito lo cuestionaron en el Plenario de Delegados, que votó contra la primera conciliación, Morcillo no les dio la palabra y defendió a “su” dirigente.

Si es verdad que Morcillo quiere que las plantas de Arcor sigan unidas en la lucha, que convoque a asambleas generales por planta que terminen en un plenario general de delegados del STIA Córdoba y que se vote ya mismo volver al paro, y un gran fondo de huelga para solventar los gastos de los compañeros, hasta triunfar. Morcillo mismo debe realizar la asamblea de Arroyito. Pero creemos que patalea para el público en general, mientras deja que se desgasten las fuerzas obreras.

Por eso, hoy mas que nunca, hace falta ya un Comité de Lucha de las cuatro plantas, conformado por los delegados y activistas que realicen asambleas y un gran fondo de huelga.

Según los informes de los compañeros, los trabajadores del resto de las fábricas (Colonia Caroya, Totoral y Bagley-Lía) se mantienen firmes, buscando la unidad con el gran sector de Arroyito que rechaza el acuerdo y la división de Romero y unificando la lucha nacionalmente se puede quebrar a las patronales y ganar esta pelea.

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